CHAIROS VS FIFIS O, SIMPLEMENTE, MEXICANOS
“La gobernabilidad del país no puede depender de grupos a los que el país no les importa.”
Fernando Savater
Claudio Adrián Montaño Mier
Este sábado se realizó de forma simultánea una manifestación en múltiples ciudades del país. En diferentes puntos se dieron cita, a bordo de sus vehículos, avanzaron por las vialidades expresando su descontento por las políticas económicas implementadas en el gobierno federal actual.
Casi de inmediato, las redes sociales se llenaron de comentarios, o más bien ataques desde las diferentes posturas. “Nos estas matando de hambre AMLO”, “No al comunismo en México”, “Chairo: te dio coraje que tuvieran coche los de la caravana”; y en contra parte, las respuestas no se hicieron esperar, desde las burlas por os reducidos números de manifestantes en ciudades como Saltillo y los mensajes de apoyo al presidente.
Y… tienen derecho a manifestarse, tienen derecho a sentirse olvidados, tienen derecho a que sus intereses sean tomados en cuenta en el plan que el gobierno tiene para la nación. Lo que estamos viviendo es una polarización de la población con base a sus intereses y percepciones, todas agravadas por dos factores, por un lado la situación a que nos obliga enfrentar la pandemia de COVID-19 y por otro lado las deficiencias que la educación ha dejado en nosotros. Cuando me refiero a la educación me refiero tanto a la que nos dan en el seno familiar como a la que el niño obtiene en los planteles escolares, tanto públicos como privados; y también podemos contemplar otro sector que por cualquier situación no tuvo acceso a una formación académica.
La educación en México nos ha enseñado, desde siempre a obedecer, el maestro le dice al alumno hazlo y no acepta cuestionamiento, se repite con el director al maestro, el supervisor al director y así sucesivamente, sin mediar razón ni aceptar debate, así fuimos educados. En consecuencia, cuando en nuestra vida se da un espacio para gritar a quien piensa diferente desde la ventana de un vehículo en movimiento, o criticar desde una publicación en Facebook o Twitter, en realidad no estamos buscando una solución, lo que estamos haciendo es romper esa cadena de custodia del silencio, aunque no sirva de nada mi única satisfacción es llevar en la mente el trofeo de “¡te gané!”. El resultado es una serie de comentarios desafortunados y bastante clasistas, donde a la menor provocación se confrontan los aludidos y sembrando división entre la sociedad.
Pese a las protestas de este sábado en la caravana, a los desplegados en el periódico, a las publicaciones en redes sociales y a los sesgos de los medios de comunicación, vamos a tener al mismo gobernante al menos un par de años más, y seguramente, cuando salgamos a votar (espero que ahora si vaya una mayoría significativa) habrá na posibilidad de que el nuevo gobernante si cumpla sus promesas, o tal vez no, nadie lo sabe.
Al momento de elegir gobernantes dejar de lado nuestros sentimientos y analizar si realmente cubre las expectativas su proyecto de nación con lo que deseamos los ciudadanos. Ha pasado en muchas organizaciones que eligen a un dirigente solo porque lo ha deseado por mucho tiempo, y cuando llega a asumir el cargo no sabe que hacer, y esto sucede porque nos dejamos llevar por el sentimiento “ya se lo merece”, “tanto lo ha buscado”. Por ejemplo, en una institución educativa, querer ser maestro no te hace un buen maestro, querer ser director no te hace ser buen director, y así, querer ser presidente no te hace ser buen presidente. En todos los casos se requiere entrenamiento, conocimiento, voluntad, un proyecto de vida acorde al proyecto, vocación.
El gran problema con los mexicanos es que somos muy románticos con la historia; usualmente leemos, colgamos cuadros de Zapata, el Che o Porfirio Diaz y suspiramos “eran buenos tiempos” y perdemos el lado objetivo de la historia, sin análisis, sin estudio, sin pensamiento critico idealizamos a los personajes y los momentos históricos sin reconocer que de la historia bien podemos predecir el comportamiento humano y evitar, en el futuro, muchos errores.
“La ciudadanía por la que merece la pena luchar es aquella según la cual el individuo obtiene derecho a la participación política, la protección social y los servicios básicos con abstracción de cualquiera de sus determinaciones previas genealógicas, étnicas, culturales, de género, etc… Se es sujeto de derechos y deberes no por ser alguien predeterminado sino como cualquiera y como todos, sin que se le pregunte a nadie quién es sino sólo si se compromete a cumplir las leyes que le permitirán compartir el presente y el futuro con los demás. Una vez que acepte este fundamento común de ciudadanía, está en libertad de elegir sus identidades sucesivas irrevocables en materia política, religiosa, cultural, erótica, etc…”Fernando Savater
1 thought on “CHAIROS VS FIFIS O, SIMPLEMENTE, MEXICANOS”
Muy buen comentario Claudio, la base de un país es la educación, y basado en esto la educación crítica, hoy en día veo que buscas que el alumno sea crítico, cuestione, pero con bases. Lamentablemente el clasismo que hoy notamos en el país, es producto de una importación de ideas de algunos gobernantes clasistas ,que les gustó esto de X país, lo trajeron, pero no se dieron a la tarea de hacer un estudio de mercado, no fueron criticos, para saber si era funcional o no, en base a la estructura socioeconómica de nuestro país, el fifi es así, pierde el piso, olvida donde está, ¿que tipo de educación reciben, de calidad, los vuelven criticos, les enseñan a justificar con razón?. ¿Cuál es la mejor educación, la de los Fifi o la de los Chairos?. Los que han trabajo en escuelas particulares, saben que en ocasiones se ve una marcada diferencia con respecto de lo que debes hacer como docente para no perder la matrícula económica de alumnos en la institución, a diferencia de las escuelas de gobierno, dónde el alumno quiere permanecer deberá lograr permanecer basado en resultados cognitivos y no económicos.