El transporte público de cualquier ciudad siempre será un dolor de cabeza no solo para la ciudadanía sino también para las autoridades quienes se hacen de la vista gorda y víctimas ante la población cuando en realidad no deja de ser uno de los mejores negocios que dejan tanto dinero no solo a los concesionarios sino también para quienes están al frente de la Dirección de Transporte Municipal.

Buenos para exigir aumentos bajo la amenaza de suspender el servicio público son de las artimañas más conocidas para todos, sin embargo, existe otra de las que no se menciona y que ni siquiera los mismos alcaldes conocen por considerarse un secreto que solamente entre dueños de los concesionarios y directivos municipales del transporte hacen su propio enjuague y se van pasando de administraciones viejas a nuevas sin importar el color del partido.

Es muy conocido tener conocimiento de los taxis “piratas” y de cómo operan pero para quienes hacen uso de los camiones públicos tanto urbanos así como rurales existen entre ellos muchos que también operan como camiones “piratas”.

Nada más por mencionar en Saltillo, la capital de Coahuila existen muchos camiones “piratas” que en un buen entendido operan sin la existencia de denuncia por parte de los concesionarios sobre la circulación de los camiones “piratas” porque es negocio de éstos mismos gremios y que andan libremente con el descaro de pasar frente a policías de tránsito e inspectores municipales que el mínimo detalle que los delata hace que la misma cotidianidad y costumbre pasan desapercibido para todos incluyendo a la misma ciudadanía.

Es muy fácil detectar a los camiones “piratas” negocio de los mismos concesionarios y autoridades para guardar su silencio que aquellos que no usan placas o que nada más tienen una sola porque la otra la usa otra unidad para fingir regularidad son los camiones “piratas”.

Todas las unidades que no cuenten con placas de servicio público en su parte delantera como trasera son los camiones “piratas” que operan en la ciudad y que cada vez registran un incremento tanto en las ciudades así como aquellos que tienen como destino a las zonas rurales.

Cualquiera puede hacer un conteo a simple vista en donde fácil pueden uno contabilizar decenas de unidades “piratas” disfrazadas con el número de ruta siendo negocio redondo para los concesionarios que evidentemente no denuncia por tratarse de un negocio ilícito propio o por qué otra razón no cuenta con ambas placas si los camiones contaran con toda la documentación completa porque seguramente muchas de estas hasta carecen no solo de placas sino ni siquiera cuentan con todo los papeles para que puedan circular como transporte público o la licencia de funcionamiento y permiso de la Secretaría de Comunicación y Transporte para poder operar con pasaje.

Además de los pocos camiones que circulan en las principales calles de Saltillo en pésimas condiciones se suma un nuevo problema de autobuses “piratas”, formando una red de transporte público “intocable”.

Los concesionarios además de llenarse los bolsillos también tienen para repartir a aquellos funcionarios públicos que fungen en turno como Directores de Transporte Municipal, para que se haga ojo de hormiga por todas sus irregularidades, camiones en mal estado, una gran parte de ellos transitan si la documentación como son las placas “dobleteando” así las concesiones “piratas” pero la mejor parte es que tienen un infiltrado que velará por siempre dentro del cabildo para la toma de decisiones.

Tan descarado es el negocio que por tal motivo nunca se ha realizado un operativo al transporte público de Saltillo para investigar cuáles son las unidades “piratas” porque seguramente dejarían a los saltillenses sin transporte público además de que al Director de Transporte le tiembla los pantalones así como sus intereses económicos.

Además de que los camiones de transporte público gozan de ese privilegio de no ser detenidos por los operativos de actualización de documentos y placas o para ser honestos no existen dichos operativos en el centro de la ciudad, entre otros más que tienen.

Todo indica que los concesionarios y sus choferes han sabido aprovechar también éste punto vulnerable de la falta de vigilancia exponiendo aún más a la ciudadanía. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org