Así como lo dijo el “gober”

Durante el último evento público el día miércoles 28 del presente, no solamente anunciado por el alcalde de Saltillo y el Gobernador del Estado de Coahuila, sino también como testigo de ello, me llamó la atención el llamado que hiso a unos colonos en el primer evento de la mañana para concluir su mensaje que fue la de aprovechar estos días de la Semana Santa para aprovechar y reflexionar sobre su significado.

Nunca había escuchado que un funcionario público hiciera mención de ello ya que en una general en cuanto a ese punto se refiere se han caracterizado con una personalidad de los políticos como gentes poco sensibles y escéptico a las costumbres o prácticas de la religión católica.

Y aprovechando sobre este punto es bueno señalar que con el tiempo algunas veces sirve para reafirmarlos, otras desafortunadamente se van perdiendo. Es muy lamentable que en las nuevas generaciones confunden la Semana Santa como sinónimo de “vacaciones santas”, y lo vemos con la afluencia de los lugares turísticos de nuestras playas; el ausentismo dentro de las ciudades.

La Semana Santa y Pascua están llenas de simbolismos religiosos que se comparten mundialmente, teniendo representaciones diferentes, pero todas encaminados a la misma causa.

Para la mayoría de los católicos se trata reafirmar la fe; para otros es la celebración de otras cosas.

Aunque se ha ido perdiendo un poco el fervor por seguir las tradiciones como es en el caso de nuestro país la representación de la Pasión de Cristo, la manera con mayor peso para celebrar la rememoración de los últimos días de la vida del hijo de Dios, y su entrega hasta su crucifixión demostrando el amor hacia el ser humano teniendo que pasar por el sufrimiento físico para la salvación del hombre.

Esta remembranza es representada en las principales calles de diferentes ciudades en donde año con año va en descenso en donde cada vez hay menos gentes que asiste a la tradicional representación de la Pasión de Cristo.

Años anteriores y sobre todo en el 2004 cuando el actor estadounidense Mel Gibson, fue productor y director de la película “La Pasión de Cristo”, logró sensibilizar a millones de católicos haciendo posible que resurgiera en nuestro país esta costumbre que había en las calles de las principales ciudades del país.

Sin embargo, se fue bajando la euforia en donde en los últimos años sus seguidores eran fáciles de contar en las calles siendo no más de cincuenta personas que continuaron llevando estas costumbres de la religión católica sobre las principales avenidas y calles de sus localidades.

Esta remembranza representada en las principales calles de diferentes ciudades tuvo un incremento agigantado entre sus feligreses cuando el actor estadounidense Mel Gibson, en el 2004 fue el productor y director de la película “La Pasión de Cristo”, con una óptica y sensibilidad que tuvo logrando penetrar en la sensibilidad de la gente viéndola salir de las salas cinematográficas con el llanto a todo lo que da, reafirmando la fe de millones de católicos.

Por otra parte, la celebración de Pascua, aunque en el Nuevo Testamento o en las Escrituras apostólicas no hay una festividad como tal, pero de manera mundial significa en su concepción religiosa la continuidad de la celebración de la resurrección de Jesucristo.

Cada año los jóvenes saben menos sobre estas celebraciones al igual como sus tradiciones encontrándose una falta de conocimiento de las costumbres que nuestras generaciones atrás hacían o comían en aquel entonces.

Es común que si a una persona joven le preguntas si conoce el pipián; platillo muy frecuente en esta temporada para evitar comer carne de res la desconozcan o nunca lo hallan probado, así como algunos otros alimentos como los romeritos, cabuches, bacalao, capirotada, habas, tortitas de calabaza, los orejones (albaricoques o melocotones deshidratadas) y otros.

Tanto la iglesia católica como las familias mexicanas tenemos la tarea de retomar las costumbres religiosas para que no se pierdan estos valores esenciales para el ser humano para coexistir como parte de un equilibrio de la humanidad o simplemente en la necesidad de la creencia de un Ser Supremo sin tomar la bandera de cualquier religión, pero si necesario como parte historial de la existencia del hombre.

Aunque renieguen el comercio de las carnicerías por sus bajas ventas desde el inicio del miércoles de ceniza pasado y aquellos días marcados por la iglesia como días de abstinencia; no hay que dejar que esto afecte, las costumbres de celebrar la liturgia de la Iglesia y sí como dice el “gober”, son días de reflexionar. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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