Ambos son culpables

En éstos momentos la escuela secundaria de esta capital de Coahuila, la Escuela “Prof. Federico Berrueto Ramón”, está pasando por su peor crisis agravándose al estallar y hacerse viral un video subido al Internet en donde una estudiante practicaba sexo oral en una de las aulas a uno de sus compañeros.

Entre los estudiantes de la misma institución educativa al no mostrar sorpresa alguna puesto que lo consideran algo normal, son focos rojos que desde ya hace bastante tiempo se habían encendido y que dimos a conocer esta su columna “Opinión” sin que los directivos que han tomado en su momento el cargo de director o directora, al igual que los maestros y supervisores intervinieran para atender el problema y optaron por dejarlo pasar sin poder darle solución pese a su gravedad.

La escuela secundaria “Prof. Federico Berrueto Ramón” durante décadas gozó de una imagen impecable acomodándose entre las de mayor demanda, pero al pasar el tiempo se ha ido cuestionando dicha reputación con la mancha de bullying, pandillerismo dentro de las instalaciones tanto de niños y niñas, el consumo y tráfico de drogas entre mismos estudiantes principalmente marihuana, y la participación de un maestro que fue sorprendido con 20 dosis de heroína en donde presuntamente se dedicaba al narcomenudeo.

Las situaciones que se pueden manejar de manera aisladas no deben de ser consideradas de esa manera, ni ignoradas porque tampoco son exclusivo de una sola escuela, ni tampoco se debe satanizar a la Escuela Prof. Federico Berrueto Ramón.

Es muy claro que desde el momento que la población estudiantil ve éstos problemas como algo normal al igual que otras instituciones educativas y tan solo basta con navegar un poco en el Internet para ver los videos que son subidos en las diferentes plataformas de la Web, como la CBTIS ocupando éste el primer lugar o al menos figura ya dentro de las clasificaciones de las páginas pornográficas videos “caseros” que son tomadas con los mismos dispositivos móviles mostrando no solo sexo oral, sino también el resto de la acción.

No hay institución educativa de gobierno o privada que se escape de ello, ya que solo basta con poner el nombre de las escuelas que gozan de mayor reputación o de aquellas consideradas como “fresas”, y también existen videos que son subidas por los mismos alumnos.

Esta decadencia sobre la orientación sexual o mejor dicho la desorientación sexual no es culpa de las instituciones educativas, sino primeramente una deterioro dentro de las familias de los mexicanos porque a la falta de supervisión de los padres que realmente no conocen a sus hijos y pensando que un dispositivo móvil, una Tablet o el mismo Netflix, les van a dar valores a sus hijos están muy equivocados y estamos viendo el resultado de ello en todas las instituciones educativas o al menos en su mayor parte.

Sería injusto culpar en su totalidad a las instituciones educativas, pero tampoco se les puede eximir de toda culpa ya que hay que reconocer que ha surgido cierta apatía por parte de los docentes para estar al pendiente de indicadores que no reportan a dirección o personal directivo en donde puedan sospechar de los malos pasos que pueden estar los estudiantes.

El por qué antes no se veían tantas cosas malas en una institución educativa, muy independientemente de cuál escuela fuera, la respuesta sencilla es que antes existía un verdadero compromiso tanto de la parte de maestros como de los padres de familia hacia sus hijos.

Esa verdadera vocación de ser maestro y compromiso por parte de las instituciones educativas se han ido perdiendo con el pasar del tiempo en donde hasta el mismo personal de intendencia participa asegurándose de que ningún alumno se quedara solo en las aulas o baños evitando problemas o sospechas entre la misma población estudiantil.

Maestros que no son profesores de profesión, docentes que por completar las máximas horas de dar clases viéndose obligados a trasladarse a una o dos escuelas más no les permite detenerse un poco restándoles una entrega total a los alumnos y misma situación que pasa con los papás que para poder conseguir el ingreso se ven obligados a trabajar más horas y en casos que hasta las mismas madres tienen que buscar un ingreso extra trabajando en alguna otra parte. Pero siempre hay que buscar un tiempo para dedicarle a los hijos, así como también en las mismas escuelas tienen que poner un alto a éstas situaciones no incrementando los castigos sino la calidad a los alumnos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013. www.intersip.org)

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