Adelgazar la seguridad pública

Alguna vez ha comparado a los policías de otras naciones como por ejemplo los estadounidenses, canadienses o de cualquier otro país de primer mundo en comparación con el de los mexicanos.

Es más no vayamos tan lejos, en el sentido de primer mundo, usted se ha tenido la oportunidad de viajar a Cuba, también puede hacer una comparación con los cuerpos policiacos de la isla caribeña con los de nuestro país.

Lo primero que puede notarse es que existe una gran diferencia en el tipo de complexión corporal, es decir, el de los extranjeros están mucho más atléticos o al menos delgados comparados con los nuestros.

Muchos policías en nuestro país sobre todo en el cuerpo policiaco municipal después de cierto tiempo salidos de la academia empiezan a engordar subiendo muchos kilitos demás quedando en condiciones no muy óptimas para desarrollar las actividades encomendadas siendo esto una falta de respeto tanto para la ciudadanía como también la imagen que se tiene como autoridad y lo mismo sucede para aquellos que han brindado su servicio durante muchos años llegando así a una edad avanzada teniendo la misma limitación para poder atrapar a un ladrón.

Para mucha gente el que un policía esté excedido de peso y no pueda alcanzar a un ladrón, es una situación de falta de respeto y burla para los policías ya que los ladrones tienen mejor condición física para poder correr y escaparse.

Existen algunos alcaldes de la entidad de Coahuila que según su óptica piden que no se debe de discriminar a los corporativos policiacos a los “gorditos y viejitos”, siendo injusto las nuevas disposiciones de acreditación para el cuerpo que resguarda la seguridad de la ciudad.

Puede que tengan razón desde punto de vista de la no discriminación, pero por otro lado los ciudadanos merecen tener buenos elementos de seguridad que realmente resguarden precisamente eso: la seguridad

No se puede negar que es importante vigilar la no discriminación, pero también como en todo hay necesidad de actualizarnos y modernizarnos, para poder tener un buen desempeño en cualquier actividad laboral.

Es necesario hacer una depuración en la policía por el bien de los ciudadanos, y también aquellos que se dejaron engordar es responsabilidad de ellos mismos por mantener un trabajo a sabiendas que los requisitos para la permanencia de su servicio requiere tener una actividad física.

No es lo mismo para aquellos funcionarios que realizan trabajos administrativos, es decir, detrás de un escritorio en donde se pueden dar el lujo de subir de peso, siendo irrelevante si están gorditos, para poder realizar su función; y quedándoles únicamente la conciencia de tener que atenderse el problema de obesidad por cuestión de salud más que por imagen.

No hay que justificar la relajación de los requisitos para permanecer al servicio público de seguridad, haciendo un cambio de conceptualización en el entrenamiento físico, para que se deje de utilizar como un método de castigo, dominación, y humillación por parte de los superiores; sufriendo lo mismo para aquellos que han laborado por muchos años, queriéndolos incluir en tareas que se requiere de mucha actividad física.

También hay que cuidar que se cumpla la reglamentación de éstos ya que la mayoría de los policías de tránsito pasan mucho tiempo inactivo en los vehículos oficiales, pero también se les ve muy seguido en la ingesta de alimentos, como tortas, tacos, gorditas, refrescos, o bien todo aquello considerado como comida chatarra durante sus horas de trabajo sin contribuir mucho que digamos a una buena nutrición. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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