A tiro de piedra: Turismo, del dicho al hecho
Las promesas son olvidadas por los príncipes,
nunca por el pueblo
Giuseppe Mazzini
Por Julian Santiesteban
En tan sólo ocho meses, el gobierno federal cambió radicalmente su postura con respecto a la contingencia en el Caribe por arribazón de sargazo, pues apenas el 11 de agosto del año anterior, el aspirante a secretario de Turismo de la Cuarta Transformación Republicana, Miguel Torruco Marqués, demandaba la declaratoria de zona de desastre ecológico para toda la región y advertía que el problema se agravaría aún más; pero desde que asumió el cargo todo ha sido silencio, ninguna acción específica ha habido para proteger el destino turístico más importante de Latinoamérica y, por si no fuera suficiente, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) anunció que no posee recursos para retirar la macroalga de las costas. Así de fácil.
En la recta final de la administración del gobierno de Enrique Peña Nieto, Torruco Marqués escribió en su cuenta de Twitter: “Las costas del Caribe del sureste de México están siendo dañadas por la invasión de sargazo. Para evitar una inminente crisis ecológica y turística, es urgente que el gobierno de Enrique Peña Nieto declare ya a toda esa región como zona de desastre natural.”
El ahora titular de Turismo expresaba en aquel entonces que los comentarios en redes sociales y páginas como Tripadvisor habían ya generado cancelaciones de reservaciones en hoteles de diversos países del Caribe y que Cancún no era la excepción y que por ello urgía delinear un protocolo y estrategia porque el problema empeoraría. Cabe decir que por aquel entonces el gobierno local insistía en el discurso de que el sargazo no había ocasionado reducción en el arribo de visitantes ni afectación en las reservaciones –estrategia, por cierto, que desde entonces se advirtió como errónea-; así que Torruco Marqués desde entonces aprovechó para “pegar dos veces”, al gobierno federal y al quintanarroense.
Sin embargo, desde que asumió la titularidad de la Secretaría de Turismo (Sectur) nada ha expresado, ni ahora que ha comenzado el recale masivo de sargazo, ni cuando los expertos advirtieron que las cantidades estimadas para 2019 eran superiores en más de 300 por ciento a las del año anterior. Nada. Se conformaron las mesas de expertos, se instrumentó un grupo de seguimiento e incluso se creó lo que ahora se denomina “Protocolo Puerto Morelos”, que indica la ruta crítica a seguir cuando ocurre la afectación –el nombre proviene por la iniciativa de la alcaldesa del municipio del mismo nombre, Laura Fernández Piña, que ha sido pionera en atender la problemática-; y de Torruco Marqués nada. Silencio.
La única noticia dada es que el gobierno federal no tiene dinero, y la dio Pablo Careaga, enlace de Fonatur con Quintana Roo, quien dijo que analizan la posibilidad de que directamente la Secretaría de Hacienda federal destine los recursos, pero que la instancia en que labora no cuenta con los mil millones necesarios. Como reza el dicho, “no es lo mismo ver los toros desde la barrera”, sólo que en esta ocasión la responsabilidad es ineludible, por ser los litorales de atención federal. Hasta ahora el gobierno quintanarroense trabaja con sus municipios. Pasado el primer tercio de 2019, de la cuarta transformación no se tiene noticia alguna en Quintana Roo.
En la semana anterior, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, dijo que no son tiempos de explotar liderazgos políticos con el tema del sargazo, sino de unir esfuerzos porque la problemática atañe a todos, y aunque discursivamente dijo que se trabaja con el gobierno federal para la obtención de los recursos, lo cierto es que la federación no ha respondido –el escribiente sí puede expresarlo sin generar cancelación de “buenas voluntades”-; pero además no obsta para que conste que, mientras don Miguel Torruco Marqués demandaba en 2018 la declaración de desastre ecológico y la integración de un consejo para tomar soluciones de corto, mediano y largo plazo; en 2019 el peor de los desastres es su gestión al frente de la Sectur.
COMENTARIO MORBOSO
¿Pues no que la problemática del sargazo no debe explotarse políticamente? ¿qué hacían entonces este fin de semana candidatos de la alianza PAN-PRD-PESQ tomándose fotos, haciendo como que retiraban macroalga de las playas del sur de Quintana Roo, utilizando para ello rastrillos de jardinería y para pastura ganadera; es decir, además mal hecha la sesión? La “caricaturesca” acción hizo recordar a la “trascendente” sesión fotográfica aquella donde el oficial mayor del gobierno estatal; Manuel Alamilla Ceballos, acudió a Majahual en 2018 a sacar unas cuantas plantas del agua, para difundir profusamente en redes sociales. Lo bueno es que quieren ayudar.
En la semana anterior el escribiente comentó la clara disociación entre el discurso de los candidatos “oficiales” y la dinámica de la administración pública quintanarroense, como si de la oposición se tratara. Ciertamente, el gobernador Carlos Joaquín González, ha señalado que no incidirá en la vida partidista y a lo mejor a los candidatos hasta les conviene marcar distancia, en aras de ganar algunos votos; pero “no es lo mismo Juan Domínguez que no me… eche inglés”; así se observa desde aquí; A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.