A tiro de piedra: Informes, el mundo según quien habla
Se puede pecar contra la verdad lo mismo por omisiones
Calculadas, como por informaciones inexactas
Pablo VI
Por Julian Santiesteban
Ofensivos, llenos de verdades relativas, escenarios donde la autocrítica no existe y la “genuflexión” se exacerba; así son los discursos de los informes de gobierno. Que las obras son reales, que los programas existen y los beneficiarios dan cuenta de ello, también. Al final, los avances son las visiones del mundo, desde la perspectiva de quien detenta el poder; los retrasos y falsedades, las esgrimen los adversarios que desean acceder al gobierno y las arcas. Pero entre esos dos grupos, se encuentra un tercero, el de los gobernados, cuya racionalidad debiera ser lo que le permita identificar -en cuestión de grados-, lo cierto y falso de lo que le dicen cada año; porque es en ese grupo, en donde la realidad parece la misma de siempre…
Dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su sexto y último informe de gestión que, durante la misma, se ahorraron unos dos billones de pesos, al “cortar de tajo” con la corrupción y los asistentes al zócalo de la Ciudad de México -lugar del evento- aplaudieron a rabiar. Y es probable que el ahorro sea real; al final, es un dato estimativo, lo que no es figurado, es que, en esta misma administración hubo escándalos de corrupción aun más cuantiosos que aquella “estafa maestra”, en la era de Enrique Peña Nieto. ¿Al redactor del discurso se le “traspapeló” el dato de los desvíos en Segalmex? No, pero tampoco se esperaría que se reconociera.
Una obra emblemática, transformadora de la realidad del sureste mexicano y cuyos efectos de desarrollo positivos son reconocidos incluso por la oposición, es el Tren Maya. Pero anunciar en el sexto informe que, la siguiente semana, vendrá a Quintana Roo a inaugurar la obra COMPLETA (así, en mayúsculas, porque lo recalcó) es tan falso, como innecesario. Sí, cuando se termine (que no será ya en su administración), el tren tendrá mil 534 kilómetros de vía -690 de ella con doble vía electrificada y de carga- y 34 estaciones; pero el tramo 6, de Tulum a Escárcega, particularmente en la región aledaña a Chetumal, la capital quintanarroense, los trabajos son más que lentos y tienen a la comunidad al borde de la ira colectiva, con los embotellamientos viales que, se aseguró serían por 4 meses y ya tienen más del doble, sin claridad de cuándo concluyan.
La importante, pero muy polémica obra, fue estimada con un costo de entre 120 y 150 mil millones de pesos; pero hoy el mandatario federal dijo que la inversión total fue de 515 mil millones. Eso representa el 250 por ciento más de recursos públicos. Señaló el presidente que, a lo largo de la vía del prometedor transporte, fueron sembrados 223 mil 648 árboles; cifra relevante; aunque hay organizaciones ambientalistas que estiman que fueron talados más de 8 millones de árboles, para la realización de la obra. El lector tiene el mejor juicio sobre el tema. Por cierto, un dato innegable de la bonanza ya generada, son los más de 500 mil empleos.
Por cierto, una obra no mencionada por el presidente López Obrador fue la construcción del segundo puente sobre la Laguna Nichupté. La importancia de la misma, la convierte en una de las principales obras carreteras del sureste, pues por la misma, se moverá por lo menos la mitad de los turistas que visitan Quintana Roo cada año (22 millones de visitantes). Sin embargo, la infraestructura debió inaugurarse en diciembre de 2023, pero debido al rezago, su inauguración se postergó para el 31 de agosto de este 2024 -es decir, este sábado-, pero de nuevo, ahora ni siquiera hay una nueva fecha anunciada para la inauguración. Por cierto, en 2022 se licitó con presupuesto de 5 mil 570 millones de pesos y, para estas fechas, el incremento -reconocido- alcanzó los 7 mil 843, es decir, un 40 por ciento más. La importancia es innegable, pero los detalles son los que destruyen el discurso de eficiencia en el manejo de los recursos o de transparencia en el ejercicio del poder. Pero bueno, este tema, estuvo ausente del discurso del sexto informe.
Los temas que sí estuvieron presentes en el discurso, como en la acción de gobierno, fueron los 10 museos de sitio construidos, el decreto de zona libre para Chetumal (cuyo beneficio es muy marginal hasta ahora, habría que reconocer); los 6 hoteles que están por concluirse en la región maya del país con un total de mil 636 habitaciones, los 10 museos arqueológicos en construcción y el decreto del Parque del Jaguar; además del Aeropuerto Felipe Carrillo Puerto, construido en 15 meses y cuyo exitoso funcionamiento comienza a ser evidente.
Dos datos positivos, pero también relativos. México es actualmente el sexto país del mundo más visitado. La actividad turística es una de las actividades económicas más sólidas, a pesar de haber tenido una disminución importante a partir de la pandemia de Covid19. Quintana Roo vive fundamentalmente del turismo, es innegable…pero tampoco puede negarse que, en el último informe de Enrique Peña Nieto, hace seis años, se anunció que nuestro país, por primera vez estaba en el top ten del turismo mundial. ¿sabe qué lugar ocupaba desde entonces? ¡el sexto! Luego entonces, ¿mejor o peor que hace seis años? El escribiente dirá: Igual, pero con mejor infraestructura y experiencia, con un gobierno quintanarroense verdaderamente conocedor de la materia y que evitó el fracaso, pero ahí, en todo caso, el mérito no es federal. El otro dato: el presidente dijo que, las remesas de los connacionales en el extranjero, son la principal fuente de ingresos de la República Mexicana. Una interpretación simple -o simplista- sería que, los mexicanos pobres que tienen que emigrar, porque no encuentran en su país, condiciones de desarrollo, son los que mantienen ahora a la patria. ¿cuál es el mérito entonces del gobierno, mantenerlos pobres para que emigren?
Que la economía mexicana es ahora más fuerte a nivel mundial, que cuando inició su gobierno es una estadística internacional, pasó del lugar 15 al 12; pero que el mandatario asegure que el sistema de salud mexicano es mejor que el de Dinamarca… a menos que en el país europeo los pacientes tengan que llevar sus propias medicinas, duerman en el suelo o en camillas, que tengan consultas de emergencia “para dentro de seis meses” y que la carencia de insumos sea la constante… pues en todo caso estaríamos igual, no por encima… pero es el dicho del presidente. La afirmación, como notará el lector, fue “gancho” como para no comparar todo lo demás.
Y la frase más emblemática de su gobierno “por el bien de todos, primero los pobres” ha calado profundamente en el ánimo de los mexicanos, a grado de que, al final de su administración mantiene una alta popularidad, y los programas asistenciales se han incrementado, sin duda; pero de eso a creer que en el rubro de seguridad, las torturas, las masacres y las violaciones a los derechos humanos se hayan terminado en el país, pues es como creer las otras afirmaciones, como que, a nivel nacional, cuando falla la energía eléctrica, en cuestión de horas, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) lo soluciona. Cuando en todo el país la ira está presente en contra de la paraestatal. “Basta de complejos”, dijo el presidente… pero, ¿no será mejor basta de engaños y relatividades? Es pregunta.
Más aun, es cierta la desaparición de más de 100 fideicomisos, pero no el “ahorro” que el presidente aseguro que hubo, pues los 136 mil millones de pesos que había en ellos, al final, se erogaron o se “diluyeron”, pero no están en reservas. Por cierto, aun hay padres que demandan atención de menores con cáncer, o personas con enfermedades con SIDA, que se quedaron sin su tratamiento, por la desaparición de ese tipo de rubros en el presupuesto del gobierno federal. Así, aunque el lector tiene el mejor de los juicios, el escribiente dará el suyo: Ha sido, el de Andrés Manuel López Obrador, un gobierno necesario, con beneficios inocultables en lo inmediato, en términos de asistencialismo y con una mejoría en infraestructura para el sureste, como no se había tenido en décadas. Pero en lo político-administrativo (sin entrar siquiera en la intentona de desaparición de instituciones) ha sido, por lo menos, igual de malo que sus antecesores.
Comparar con el pasado, requeriría rubros específicos. En lo económico, fue similar al pasado, en la corrupción, por mucho que se insista, es bastante similar a lo que se ha tenido, en mejoría de indicadores… pues desaparecieron hasta los indicadores…; y, sobre todo, lo importante, es que, a partir de este lunes, quedan 30 días para que termine. Las tres veces que el mandatario arengó a los asistentes para corear a Claudia Sheinbaum Pardo, fue el momento propicio para comprender que, así como fue necesario el “lopezobradorismo” y lo que el ahora llama “el humanismo mexicano”, también es necesario que ya se acabe, para tener un gobierno más…científico y menos populista, si nos atenemos a la formación de la futura presidenta. Tardará un tiempo, pero tendrá su propio sello, ya lo verá. Adiós, Andrés Manuel.
COMENTARIO MORBOSO
En Quintana Roo, también se ha llegado el momento de los informes, el segundo de la gobernadora Mara Lezama Espinosa, y el de cierre de gestión de los once ayuntamientos. Ojalá que, luego de presentada la glosa, el análisis de los datos, tanto en los cabildos como en el Congreso local, sean verdaderos ejercicios de coparticipación en el gobierno y no la detestable comparsa de cada año -aunque en estricta objetividad, es como pedir peras al olmo-, pero aun así habrá que verlos.
En cuanto al mes de septiembre que recién inicia, hay que destacar que, este martes 03 de septiembre, iniciará también la XVIII legislatura quintanarroense. Pedir que sean mejores que sus antecesores no es realmente una petición… digamos que lo execrable del desempeño de los que se van habla por sí mismo, pero ya estaremos analizando todos los pendientes y rumbos que toman los que asuman cargo y, por último, para finales de este mismo mes, habrá renovaciones en los gobiernos de los ayuntamientos. Ojalá se piense menos en los agradecimientos políticos y más en los gobernados…pero pues también estará por verse; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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