De Neza York a New York escribe: Gordon Gilbert

Gordon Gilbert is a long-time resident of Greenwich Village who only discovered the spoken word scene back in 2008. He writes
fiction, poetry, and monologues, hosts various poetry events, and has written a play, Monologues from the Old Folks Home, which he has directed and produced six times in NYC.
Gordon Gilbert es un residente de mucho tiempo en Greenwich Village, que en 2008 descubrió el escenario de la palabra hablada.
Escribe ficción, poesía y monólogos; es anfitrión de varios eventos de poesía, y ha escrito una obra de teatro, Monologues from the Old Folks Home, que ha dirigido y producido en seis ocasiones en la ciudad de Nueva York.

 

Gordon-Gilbert

 

ROW TO SUNRISE
I wake, though all around me still lie sleeping
On this late August early morn, still full moon lit.
I rise and think the morning perfect for it.
Not the slightest breeze
Ruffling the leaves of our maple trees.
The first faint colors edge the eastern horizon
Out over this quiet ocean. My eyes on
The dark path through the dunes, I go down
To the water’s edge before sunrise.
No breeze. No waves.
I launch with just a push off, jumping in,
Gliding away from the shore,
But not enough, so pushing on one oar,
I turn the bow more,
Before I push both oars together, lift and glide,
And push again, again to lift and glide.
I’ll go a mile or so before the coming dawn.
The salty air tastes sweet and life is good.
Ahead the skies look fair.
Behind me now the night
Gives way to the gathering light
As I row out to meet the rising sun.
I’ll stow the oars a while to watch it rise,
But in good time, that done,
I’ll rest my eyes,
And back toward shore I’ll turn,
Making my return,
With the sun warm on my back,
Pushing me home.

 

REMAR HACIA LA SALIDA DEL SOL
Me despierto, aunque todo a mi alrededor aún yace durmiendo
En esta mañana temprana de finales de agosto, la luna llena

                               todavía encendida.

Me levanto y pienso la mañana perfecta para ello.
Ni la más mínima brisa
Agitando las hojas de nuestros árboles de maple.
Los primeros colores tenues bordean el horizonte oriental
A lo largo de este callado océano. Con mis ojos sobre
El sendero oscuro que pasa entre las dunas, bajo
Hacia la orilla del agua antes de la salida del sol.
No hay brisa. Ni olas.
Zarpo con un solo empujón, saltando,
Deslizándome lejos de la orilla,
Pero no es suficiente, por lo que empujando con un remo,
Giro más la proa,
Antes de que empuje juntos ambos remos, levantar y deslizar,
Y empujar de nuevo, otra vez levantar y deslizar.
Iré una milla más o menos antes que llegue la aurora
El aire salado sabe dulce y la vida es buena.
Por delante los cielos se ven hermosos.
Detrás de mí, la noche ahora
Da paso a la luz congregada
Conforme voy al encuentro del sol naciente.
Guardaré los remos por un rato para verlo ascender,
Pero a su debido tiempo, hecho eso,
Descansaré mis ojos,
Y giraré de vuelta hacia la orilla,
Haciendo mi regreso,
Con el calor del sol en mi espalda,
Empujándome a casa.

 

AFTERNOON TRYST

I feel the fire of your lips
the friction of their heat
that takes away my breath
so I must gasp
I feel the stare of your eyes
as I stare back
falling deep within those liquid pools willingly

I feel your hand upon my chest
you feel my heart beat faster at your touch
The distance between us closes as we merge in hot embrace
our bodies sway
We should be somewhere more alone
where we can do what we both want
and yet we both still stay
indulging now in play
a teasefulness that borders on sweet torment
until reluctantly we part
and kiss farewell but only for awhile
on our lips a smile
Though not soon enough
the night will come

THE LONG GOODBYE
Distant from me now,
Though as close as a phone call.
I see him as often as I can.
And as we dine – a breakfast place, for(No molars left, he still enjoys
The eggs, hash browns and waffles),

I ask him for more stories of his childhood.
Some I’ve heard a hundred times,
But like as not, he often will surprise me
With something good that I’ve not heard before.
Old man with good genes and no bad habits.
Not like his sons, no, all of us
Came up with our bad habits on our own.
He looks so old, so fragile now,
And speaks in such a quiet, raspy voice.
Just turned ninety-six,
And doc says he’s in good health.
Still growing flowers, fruits and vegetables.
Writes short religious poems, one each day.
(Granted, hits the mark one time in forty.)
Each time I can travel all that distance –
I don’t get all emotional, when we say goodbyeBut each time, I am so aware how old he is,
This man I love, my dad.
I tell myself perhaps, no, probably,
I’ll see him yet again.

Next time, I would like to ask,
But only when his young wife’s not around,
“Tell me dad, again, how you met mom.”
That’s how things stand theseIt doesn’t happen all at once.
This is the long goodbye.
days for dad and me.

 

CITA VESPERTINA
Siento el fuego de tus labios
la fricción de su calor
que me quita el aliento
hasta jadear
Siento la mirada de tus ojos
mientras devuelvo la mirada
cayendo profundo en esos pozos líquidos ansiosamente
Siento tu mano sobre mi pecho
Sientes mi corazón latir más rápido al tocarme
La distancia entre nosotros disminuye cuando nos fundimos en

abrazo calido

nuestros cuerpos se balancean
Deberíamos estar en algún lugar más solitario
donde podemos hacer lo que ambos queremos
y sin embargo estamos todavía
consintiéndonos ahora en un juego
un completo deleite que raya en dulce tormento
hasta que de mala gana nos separamos
y nos besamos de despedida, al menos por un rato
sobre nuestros labios una sonrisa
Aunque no lo suficientemente pronto
la noche vendrá
EL LARGO ADIÓS
Distante de mí ahora,
Aunque cercano como una llamada telefónica.
Lo veo tan seguido como puedo.
Y mientras comemos – en un lugar para desayunos
(Sin molares, él todavía disfruta
Los huevos, las tortitas de papa y los waffles),

Le pido más historias de su infancia.
Algunas las he oído cientos de veces,
Pero como sea, con frecuencia me sorprenderá
Con algo bueno que no he escuchado antes.
Un anciano con buenos genes y sin vicios.
No como sus hijos, no, todos nosotros
Nos hicimos de vicios por nuestra cuenta.
Se ve tan viejo, tan frágil ahora,
Y habla con una voz tan tranquila y rasposa.
Acaba de cumplir noventa y seis,
Y el doc dice que tiene buena salud.
Todavía cultiva flores, frutas y verduras.
Escribe poemas religiosos cortos, uno cada día.
(Garantizado, le pega a uno de cada cuarenta.)
Cada vez que puedo viajar toda esa distancia –
No me pongo muy sentimental cuando decimos adiós –
Pero siempre estoy consciente de lo viejo que es
Este hombre que amo, mi papá.
Me digo quizás, no, probablemente,
Lo veré de nuevo.
La próxima ocasión, quisiera preguntarle,
Pero sólo cuando su joven esposa no esté cerca,
“Dime papá, otra vez, cómo conociste a mamá.”
Así son las cosas estos díasNo sucede todo a la vez.
Éste es el largo adiós.
para mi papá y para mí.

Deja un comentario