¿Hasta cuando?

Por Carlos Yarza

Quiero iniciar este comentario recordando el prefacio del libro titulado Por Quién Doblan las Campanas, escrito por el norteamericano Ernest Heminway, quien uso parte de un poema del inglés Jhon Done, para atrapar a sus lectores, palabras que dicen lo siguiente.

“Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.

Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.

Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.

Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.

¿Y por qué iniciar así?, simple, por el atentado que sufrió este pasado jueves por la noche el periodista Ciro Gómez Leyva, situación que nos debería de poner la mosca en la oreja a todos los mexicanos y hacernos recapacitar y ser muy analíticos con lo que está pasando en nuestro país, hay que preguntarnos ¡qué o quién ha provocado esto?, ¿por qué nuestro país está llegando al límite?

México, este país tan hermoso, tan noble, tan grande, y no en tamaño, sino por la calidad de su gente, hoy esta polarizado, dividido, está herido.

El atentado que sufrió Gómez Leyva, y por lo que representa el personaje, es un atentado contra México, contra la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, contra la democracia.

Ciro Gómez Leyva, a la par de otros periodistas, se ha convertido en un duro crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador, y su cuarta transformación, por ende es parte de lo que el señor que sale todas las mañanas, desde que inició su gobierno, a hablar en su famosa mañanera, califica como sus enemigos, olvidándose que el ya no es candidato, olvidándose que él ya es presidente, sin embargo a sumado cuatro años más a una permanente y larga  campaña, se ha olvidado que el gobierna para todos los mexicanos y no sólo para los que votaron por él, olvidando que sus únicos enemigos deberían de ser la falta de trabajo, la falta de posibilidades de salud, de seguridad, de estabilidad económica, la falta de crecimiento y desarrollo de su país. Sus objetivos hasta ahora son claros, ser el que resucite a una nueva dictadura perfecta, como fue la que encabezó el PRI.

El ataque sobre Ciro Gómez Leyva, tenía un objetivo claro, eliminarlo, sus atacantes no fueron unos improvisados, hay que ver las fotografías y ver donde pegaron cada uno de los balazos que salieron del arma con la que le dispararon, queda más que claro que no quisieron darle un simple susto, ¿que hizo la diferencia? El blindaje de su vehículo, que de no haberlo tenido hoy estaríamos hablando de otra cosa.

Fue a través de su cuenta de Twitter, que él periodista hizo una denuncia pública de lo que vivió, y hay que leer las respuestas a ese twitter las que demuestran lo polarizado que esta nuestro país, y es que resulta increíble leer comentarios que justifican el atentado, los que cuestionan por qué el periodista usa un vehículo blindado y no faltan los que se alegran.

Pero lo más increíble resulta cuando el señor López Obrador, sale a su conferencia de este viernes y se solidarizó con Ciro Gómez Leyva y le dijo que no está sólo, cuando dos días antes, desde la misma tribuna aseguró verbalmente que escuchar mucho a Ciro Gómez Leyva, a Loret de Mola y a Sarmiento, podría causar que surja un tumor en el cerebro, vaya declaración, digna del Chavo del Ocho.

Hoy las autoridades de la Ciudad de México, se comprometen a buscar al responsable del atentado, en el cual hay un autor material y claro está que hay un autor intelectual.

Hoy la realidad es una, las declaraciones hechas por el presidente López Obrador, en contra de Ciro Gómez Leyva, lo ponen en la mira de la investigación, no hay duda que estas palabras pudieron ser aprovechadas por un tercero, para realizar este atentado, y ojalá que sea así, resultaría muy grabe que no lo fuera.

Ojalá se aclare esta situación y principalmente que acaben estos hechos y que México, vuelva a tener paz, tranquilidad y prosperidad, pero para ello lo primero que se necesita es que el señor de palacio se dé cuenta que un gobernante siempre tendrá críticos, pero lo más importante es que se dé cuenta que con sus palabras, él es quien se está convirtiendo en el enemigo de México.

Y mexicanos, no preguntemos hoy por quién doblan las campanas, porque están doblando por cada uno de nosotros.

¡Si a la Libertad de Expresión!

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