¿Y, usted a quién lo dona?

Por Guillermo Robles Ramírez

Se está haciendo una costumbre y una tradición que en los supermercados de todos tamaños, la pregunta usual cuando se paga la cuenta de las compras, es si se desea redondear la cantidad o bien si quiere donar el cambio de la morralla.

Pero la pregunta para quién se está pidiendo, es la que falta hacer al 90 por ciento de esos donadores, aunque la obligación de las cajeras o cajeros es la de hacer completa la pregunta, es decir, especificar si se desea donar el sobrante y a quién se va a destinar.

Algunos, consideran que a una gran mayoría le da pena, le da vergüenza como si el dinero se diera en macetas, porque aún que se trata de unos cuantos centavos lo que se está redondeando o donando, es conveniente e indispensable a donde estamos destinando esa pequeña morralla. ¿Se ha preguntado alguna vez cuánto dinero ha destinado en los redondeos en un día, una semana, o un mes?

Sin embargo, no debemos negar que igual es obligación de los empleados que cobran en esos negocios que piden redondear, decir a dónde ira ese dinero.

Es elogiable y plausible que los supermercados grandes, medianos o chiquitos, participen en esas recaudaciones porque lo reunido ayuda y resuelve en mucha parte las necesidades que tienen diferentes clases sociales es cuando necesitan una operación al corazón, intervenciones quirúrgicas en los ojos, igual para donar sangre, para dar pan, techo y educación a niños abandonados o producto de padres que los maltratan.

El gobierno, de todos los niveles, no tiene el dinero suficiente para asumir solo con esa responsabilidad, aunque haya quienes lo vean así de acuerdo al criterio de cada quien.

Bien se dice que en equipo se pueden hacer muchas cosas y soy un convencido de que con el esfuerzo comunitario se puede avanzar en la solución de carencias y problemas de los que menos tienen.

Empero, insisto y persisto, hay que preguntar y si a usted, al vecino, al de enfrente, etc., le da vergüenza o pena, cúbrase los ojos y pregunte al o la cajera “¿oye, y mí morralla a donde va ir?”.

No se hará otra cosa más que preguntar el destino de esos pocos y suyos centavos que ya junto con los cientos y hasta miles de donadores se hacen recaudaciones que alivian la pena de cientos de personas.

Es bueno participar en esas donaciones porque darán bienestar al prójimo que no tiene esos pocos centavos y que mucho bienestar le darán. ¿Y usted a quién lo va a donar?. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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