¿Y nosotros qué estamos haciendo?
Siempre es de admirar aquellas naciones que logran superar alguna caída económica en donde la mayor participación para tener éxito definitivamente se encuentra en sus líderes en este caso quien dirige el país al igual que su gabinete de gobierno para saber tomar decisiones sabias pero sobre todo de sacrificar sus ingresos en las contribuciones fiscales para también ayudar a la comunidad en especial al sector productor y comercio para mantener la economía activa y logar una pronta recuperación.
Esto le sucedió a Estados Unidos en el 2012 en donde se vio afectado un cambio económico a nivel mundial principalmente por los países integrados en la Unión Europea teniendo sus efectos en lo que se consideraba la potencia mundial, es decir, los estadunidenses, sin embargo ellos tomaron medidas y decisiones la cual al día de hoy el dólar se está fortaleciendo cada vez más.
En México el problema de la economía va para largo y sin tocar fondo en donde tal parece que el gobierno federal prefiere hundir al sector productor y generadores de empleo con su insistente reforma fiscal que a la fecha no ha dado resultado más que la morosidad de los contribuyentes por no tener circulante y aquellos considerados como REPECOS dejaron de existir para subir su tasa de impuesto como cualquier persona moral, hablando estrictamente en términos fiscales.
Pero aunque en apariencia nuestro vecino país del norte se vislumbra el fin de la recesión norteamericana; la realidad es que todavía se maneja de manera conservadora porque la mayoría de las empresas siguen saneando su economía evitando nuevas contrataciones, por lo tanto los estadounidenses desempleados tendrán que seguir esperando a que se les dé una oportunidad de trabajo, dejando en el aire a más de trece millones de personas desempleadas. Dicho dato no es muy consolador que digamos.
Estamos hablando que el trabajo es la prioridad mayor tanto para Estados Unidos como para nuestro país, pero otro de los mayores prioridades se encuentra en la salud, colocándolo como un problema detrás de la cortina política anteponiendo los bajos salarios, el costo de vida elevado, los energéticos, etc., y el problema de la salud nada más sale en tiempos electorales en cualquier parte del mundo para sumar más votantes, pero no se ve como un problema de fondo.
Cada vez millones de personas están muriendo por no tener una liquidez para atención médica, y también son pocas las instituciones de salud que el gobierno mexicano no logra tener la suficiente cobertura para las necesidades de las personas que sufren enfermedades crónicas causando gravosos problemas económicos de tratamientos, aunado a eso un incremento considerablemente de pacientes de la tercera edad.
En apariencia no se le está poniendo atención a éste foco rojo dejándolo pasar desapercibido, donde las autoridades de salud no están tomando en cuenta que es un indicador de que en nuestro país está envejeciendo como población. Esto es el resultado de las campañas de la planificación familiar aunado a la consciencia de que cada año la situación económica es más fuerte para poder mantener una familia numerosa.
Durante muchos años México fue visto como un país donde predominaba la juventud pero todo tiene un ciclo de vida, y si no se hace algo al respecto con tiempo; esa generación que le tocó gozar de esa fama de juventud pasara a una población de senectud sin una esperanza de gozar con garantías sanitarias.
Son escalofriantes datos que organizaciones como la Mundial de la Salud saca el hecho de que más de cien millones de personas quedan en la pobreza cada año al someterse a un tratamiento médico, los costos de los medicamentos se encuentran por encima de los salarios mínimos; y empezando a invadir los salarios de un profesionista.
Al no hacer un estudio para la financiación de la salud, es decir, el cómo y dónde recaudar dinero para la construcción de más instituciones de gobierno con medicamento suficiente y de accesibilidad para las personas de escasos recursos no se vean obstaculizados por el financiamiento de un familiar o de uno mismo cuando formemos parte de una población de la tercera edad.
Pero la solución no es crear nuevos impuestos sino tratar de encontrar nuevas herramientas para incrementar el presupuesto asignado al sector salud, por mencionar como por ejemplo el invertir en divisas como lo hace la India que tiene un mercado de divisas considerable con una facturación diaria de unos 34 millones de dólares diarios. También está los incrementos de impuestos tanto de bebidas endulzantes, tabaco y entre otros a los que dichos aumentos nadie sabe a dónde se destina esa partida cuando en teoría es aplicada a favor de la salud, sin embargo ese porcentaje no se destina a ningún rubro del sector salud. Todo mundo se hace la misma pregunta: ¿México que está haciendo al respecto? (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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