Guillermo Robles Ramírez

¿Y de qué lado está la ilegalidad?

Por Guillermo Robles Ramírez

En este año el presidente López Obrador va sobre las empresas de outsourcing ilegal siendo que quienes ofrecen este tipo de servicios a las empresas serán perseguidos y castigados como crimen organizado. Pero todo tiene un motivo, es decir, el nacimiento de los outsourcing nació por una necesidad de la parte patronal.

A quienes piensan que no existe ley mala, sino todo depende de cómo sean utilizadas; por mencionar la Ley Federal de Trabajo, en un principio nació con el bello propósito de lanzar al mundo el concepto de los derechos sociales, donde existiera principios que aseguraran las condiciones justas de prestación de los beneficios a una clase trabajadora y posteriormente para darle una continuidad al art. Artículo 123; de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en la cual dice: “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil….”, para venir terminado con la Ley Federal de Trabajo de 1931

            También esto provoco para darle aún más belleza a la justicia social, se le permitió la formación de sindicatos amparados por dicha Ley, y posteriormente la creación de las Juntas de Conciliación y Arbitraje creadas por un principio para apoyar el art. 123 de la Constitución, sonando todo esto como una bella clásica sinfonía agradable al escucharlo.

            Posiblemente para aquella época fue muy funcional cumpliendo aparentemente la justa existencia y propósitos por la cual fueron creadas, pero en la actualidad se viven otras circunstancias donde las necesidades sociales y económicas son muy diferentes a las de 1931, quedando atrapado en el tiempo muchos artículos en la Ley Federal , que no aplican después de casi ochenta años después, dejando hoyo o vacíos en muchos de sus artículos y que también para funciones prácticas de crecimiento e inversiones nacionales e internacionales, en lugar de ayudar generan una problemática para el desarrollo del país.

            Estamos hablando que la principal base para la creación de la protección laboral fue inspirada en la época de la Revolución Mexicana teniendo como lucha fundamental las condiciones de vida que venían sufriendo la clase campesina y trabajadora, pero eso al día de hoy ya caducó su propósito sin que nadie haga una nueva, viendo los intereses que más convengan a una sociedad que en lugar de  atacar a los productores y generadores de trabajo, ésta ley se ha convertido en su peor enemigo  llegando el caso extremo de tener que cerrarla.

            Los abusos que las clases indefensas, es decir, trabajadoras abusaron de muchas maneras del propósito original sobre sus derechos convirtiéndolo un arma en contra de los patrones para hacerse de una buena lana o bien para vengarse, aparados bajo la sombra de una ley que los protege.

            Ante éste abuso  era obvio que también las empresas empezaran a buscar esos vacíos de la ley por no estar actualizada para poderse defender con la creación de el “outsourcing”, como una modalidad de establecer una relación laboral contratando a gente aplicando estrategias para que la clase laboral no acumule una antigüedad, sin prestaciones económicas como el reparto de utilidades, subsidios que da el gobierno, la pensión, jubilación , etc., en pocas palabras se convierte en trabajos eventuales con sus prestaciones mínimas de Ley, pero se les liquida de inmediato descansándolos dos días para hacer una nueva contratación haciéndolo esto durante años pero sin generar antigüedad.

            Ésta “ilegalidad legal”, tiene su motivo de ser ya que por una parte muchos laboristas empezaron abusar de los beneficios de la Ley, sacándole  jugo a los marcos jurídicos ya que entraban a una empresa trabajaban unos meses y luego dejaban de asistir a la empresa para posteriormente regresar con una demanda llena con una serie de mentiras, exigiendo sueldos exagerados, salarios caídos,  etc., que después de hacer la suma había veces que los dueños tenían que buscar préstamos bancarios para poder pagar lo demandado, y aquellos negocios que podían en su defecto comprobar su inocencia ante las acusaciones falsas de sus trabajadores, pues al final del cuento, el asalariado no era penalizado por conducirse ante una autoridad con falsedad o simplemente el patrón quedaba desarmado para proceder en su contra por haber hecho su teatrito o berrinche, repitiendo esto como una especie de modus vivendi.

            Las Juntas de Conciliación, se han hecho tan paternalistas con la clase trabajadora amparados por la Ley, que aun cuando han visto últimamente casos que debido a la crisis, y éste tipo de prácticas que por lo general siempre salen ganando, ahora una persona que haya laborado en alguna empresa y quiere retirarse, simplemente hacen  una demanda por cinco millones de pesos, por el simple hecho de ser trabajador le dan por bueno su declaración dejando la carga de pruebas a las empresas y ellos nada más se quedan sentados cómodamente a esperar su dinerito o una negociación para cobrar unos milloncitos, y ante los ojos de la autoridad sabiendo que son inverosímil las pretensiones no hacen nada al respecto, logrando  el cierre definitivo de cualquier empresa o cuando menos un desequilibrio económico. La misma autoridad se presta para que un nuevo delincuente bajo la sombra de la ley extorsione legalmente al dueño de un negocio y se salga con la suya teniendo el beneficio de que si no le resulta no pasará nada. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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