Víctimas de la mercadotecnia

Por Guillermo Robles Ramírez

El concepto de fraccionamiento cerrado más que un estatus se ha convertido en una necesidad para cualquiera. Aquellas colonias que iniciaron años atrás bajo el concepto de levantar un muro perimetral para aislarse de las colonias aledañas nacieron en busca de una privacidad y marcar socialmente la diferencia de pertenecer a una alta sociedad, en pocas palabras, y como decía Doña Florinda, “…no te juntes con esa chusma”.

Ese concepto quedó en el pasado y ahora es necesario por el tema de seguridad debido al aumento de latrocinios que encontraron un modo de vivir deshonestamente robando lo ajeno. Una idea que en teoría quitarle a los que más tienen, sin embargo, esto también ha quedado en el pasado, ya que no importa la clase social, es decir, gente con dinero, clase media o baja y extrema pobreza.

Ahora podemos observar casas de interés social que también buscan el concepto de colonias bien delimitadas con sus bardas en alto porque la policía municipal no se da abasto con estas ratas de dos patas.

Cada vez estos fraccionamientos sin importar el nivel económico de las viviendas las están complementando con más medidas de seguridad como es la instalación de caseta de vigilancia, cerco eléctrico en todo el perímetro que protege la colonia o fraccionamiento, entre otras medidas que visualmente resaltan.

Por años en la capital de Coahuila, los constructores saltillenses estaban acostumbrados en hacer lo que quisieran sin que existiera una autoridad municipal que les pusiera un alto. Así creció Saltillo de manera desordenada, aunque existiera un proyecto de planeación municipal.

No fue hasta la llegada del alcalde Isidro López Villarreal, en su periodo municipal 2014 al 2017 en el cual tomó una medida que fue la prohibición de las colonias o fraccionamientos cerrados o bardeados en su perímetro. Algo que no fue bien visto por la mayoría de los saltillenses, cuestionándolo y criticándolo. Sin embargo, muy a pesar su prohibición en ese año las constructoras continuaron haciendo fraccionamientos cerrados y otras colonias lograron amparase. Y no es para menos ya que la demanda de seguridad es demasiada.

Una demanda solicitada por muchos quienes buscan sentirse seguros en sus casas, fue un elemento el cual muchas constructoras viejas de Saltillo, llenas de mañas, aprovecharon para hacer su mercadotecnia vendiendo el concepto de viviendas con perímetros cerrados. ¡Ah!, pero eso sí, sin engañar a los primeros colonos o propietarios que de acuerdo a la Planeación Municipal, pasaría en muchos años futuros alguna avenida o calle importante y por lo tanto se tumbaría dicho perímetro para darle paso a esa vialidad. Una práctica muy común y aprovechándose de la mala memoria de los primeros colonos así como de la falta de comunicación entre ellos en donde sí se avisó por parte de las autoridades municipales sobre el Plan de Desarrollo de la ciudad en donde se les indica qué calles o avenidas son las que cruzan o van a realizarse en un futuro inmediato, mediano o largo plazo.

Pero cuando llega el momento de tumbar dicho perímetro es cuando surgen los problemas y los colonos se sienten no solo ofendidos, sino engañados y culpando a las autoridades locales.

El mejor caso de lo mencionado anteriormente lo puede confirmar la Colonia Portal de Aragón, ubicada al norte de Saltillo, que por años gozó de esa privacidad que tenían al estar totalmente bardeada, sin embargo; la constructora nunca les mintió que algún día se tendría que abrir dicha colonia porque estaba trazado en los planos de la ciudad el paso de una avenida importante, el cual con el pasar de los años los colonos fueron olvidados y los nuevos que llegaban nunca se les comunicó el paso vial, motivo por el cual una de sus calles se veía con una longitud más ancha que el resto de sus calles.

Así que cuando llegó ese día, por mucho que pelearon no hubo poder legal y argumento para evitar el paso de esa avenida. Total, no hay que olvidar ni hacer a un lado que todo proyecto en Saltillo, está aprobado por el Ayuntamiento y aunque recurran a recurso legal, no dejará de ser pura llamarada de petate, así que mejor se hagan a la idea que algún día su casa podría ser el nuevo acceso de su colonia vecina, así que la mejor recomendación es preguntar directamente a las autoridades locales para que no sean víctimas de la mercadotecnia. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva) www.intersip.org

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