Veneno Puro
*El Primer Informe
*Nos van Saqueando
*¿Cómo Defendernos?
Primer informe. Cuando está en juego la viabilidad del país, y por ende su soberanía, no puede privar ningún interés particular ni de grupo. Se entiende, entonces, que no puede tolerarse el bloqueo del Congreso, igualmente el de algunos juzgados, bajo el argumento de defender los derecho del magisterio… a no someterse a ninguna evaluación tendiente a mejorar el nivel educativo de los escolapios, sobre todo ahora cuando el nivel de competitividad es de muy altos grados en el panorama universal. ¿O se pretende que las nuevas generaciones mexicanas estén sólo listas para ser cooptadas por las grandes potencias que ya han anclado en nuestro territorio?¿Tal es sinónimo de patriotismo o de traición?
Subrayamos un punto medular: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) cuyas dirigencias –encabezadas, entre otros, por Juan José Ortega Madrigal, Francisco Bravo y Rubén Núñez Ginés, líderes de las secciones 9, 18 y 22 de la misma, con afiliados en el Distrito Federal, Michoacán y Oaxaca-, aun cuando sopesen que sus derechos se justifican ante la mayoritaria opinión pública –lo que, desde luego, es una falacia-, NO tienen funciones no prerrogativas para colocar al país, o pretenderlo, en un virtual estado de ingobernabilidad, con bloqueos a los recintos camarales y los juzgados; sólo les faltan Los Pinos pero allí existen, por un lado un búnker construido por la administración predecesora, y un helipuerto por donde puede salir y entrar el titular del Ejecutivo; esto es, de poner barreras a los accesos de la residencia oficial de poco les serviría porque no podrían maniatar ni aislar al primer mandatario. No sucede lo mismo con legisladores y jueces que, en conjunto, forman gobierno.
De allí la inusual postura del ahora coordinador de la bancada del Partido del Trabajo en la Cámara baja, Manuel Bartlett Díaz, quien como secretario de Gobernación jamás permitió protestas similares en su sede de Bucareli y se caracterizó por perseguir, hasta las últimas consecuencias, a los opositores de la izquierda y a un centenar, cuando menos, de líderes de opinión y no sólo a Manuel Buendía Téllezgiron, muerto en 1984, y Carlos Loret de Mola, victimado en 1986, amén de otros informadores célebres en sus respectivos campos. La hipocresía vuelve vulnerables a quienes carecen de autoridad moral siquiera para levantarse de sus apoltronadas curules.
Y lo mismo puede deducirse del jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien asumió que no debe privar la “intolerancia” contra quienes convierten a los poderes federales en sus rehenes bajo el prurito de que sólo así se conserva la “pluralidad” de la ciudad gobernada por él. Falso: el deber primigenio de cualquier autoridad es preservar, primero, la soberanía y el Estado de Derecho; y cuando alguien afrenta a cualquiera de estas condiciones se debe actuar con celeridad y energía antes de que la descomposición avance hacia el peor de los escenarios imaginables: la anarquía, desconocido el gobierno y exaltados los grupos radicales y subversivos.
A la toma de posturas ilegales, se sumó el grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, sitiada, aduciendo que la capital del país “se ha distinguido por ser un espacio de libertad… y de respeto a los derechos humanos” para justificar con ello la inercia respecto a quienes consideran correcto, por ejemplo, convertirse en muralla para evitar el acceso al aeropuerto capitalino y con ello enviar un mensaje deplorable hacia el exterior: “no viaje a México porque se encontrará a su llegada con retenes subversivos”. Bastante peor a cuanto sucedió, en 208, cuando el gobierno de Felipe Calderón, del PAN, y el de Marcelo Ebrard Casaubón, del PRD, en cuanto a la ciudad de México, cerraron a discreción los centros de atracción turística, redujeron el transporte de pasajeros y nos pusieron, a todos, en cuarentena por el brote de influenza “porcina” que no tuvo mayores consecuencias pero sí nos convirtió en una especie de Valle de los Leprosos para escarnio de los mexicanos desde el exterior. No fueron pocos quienes debieron viajar al extranjero con “tapabocas” durante varias horas; ni quienes llevaban el símbolo de la mexicanidad, es decir estas vendas nasales y bucales, mientras hacían sus recorridos por otras latitudes extendiendo el estigma. Así, ahora, cuando el desarrollo de las comunicaciones derrota la lejanía y sirve de advertencia aunque las imágenes no reflejen, en nuestro caso, la realidad.
B).- La CNTE insiste en que la iniciativa sobre la urgencia de evaluar al magisterio no es sino una “trampa” para recortar a los sindicalizados y dejarlos sin plazas. Ello sólo sucedería en el caso de no estar preparados para la docencia y no ser capaces de superar un examen propio de alumnos de primaria, esto es elemental. ¿No fue este el motivo que igualmente rebeló a la poderosa “maestra” Elba Esther Gordillo Morales contra el régimen de Enrique Peña? De hecho, de las treces “decisiones presidenciales” originales la única que se ha cumplido, a cabalidad, fue el destroncamiento del viejo cacicazgo magisterial, extendido desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y con el apadrinamiento del entonces influyente regente de la ciudad de México, Manuel Camacho Solís, ahora otra de las figuras de la izquierda radical y listo a obstaculizar cuanto devenga de los gobernantes priístas –de allí la simpleza de las alianzas electorales con su antagonista histórico, el PAN, por él concebida-; lo señalamos porque resulta que el origen del CNTE fue, como bandera, la oposición a la dirigencia del Sindicato Nacional y de la señora Gordillo.
Pues bien, tras la aprehensión de “la maestra”, el 26 de febrero pasado, ninguno de los líderes del SNTE, su gremio en donde creía tener millones de aliados, le defendió; tampoco nadie de la clase política a la que había servido –digamos los panistas beneficiados por la alquimista mayor-, ni los cientos de funcionarios, incluyendo a sus familiares, que le deben cuanto son a ella, acaso la mujer más poderosa en la historia reciente de nuestro país hasta que cayó sobre ella el poder presidencial sin recovecos… como en 1989 sucedió, igualmente, al célebre cacique petrolero Joaquín Hernández Galicia “La Quina” cuyo pecado mayor fue haber prohijado y financiado, debajo del auge, la postulación de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano por el Frente Democrático Nacional; y Carlos Salinas debió tomar los controles presidenciales tras este golpe de fuerza.
No es razonable, por tanto, que la siempre opositora CNTE, reacia a someterse a los dictados de la señora Gordillo, sea quien mantenga en firme sus pendones, no para pedir la excarcelación de la señora -¡sería demasiado!- sino para proteger la ignorancia de buena parte de sus agremiados. Suena terrible, pero así es. Y con este argumento toman carreteras y calles, otrora destruyeron una importante parte del patrimonio histórico de Oaxaca, la antigua y verde Antequera, y defienden aquello que no tiene razón de ser: mantener a los mexicanos bajo el peso de las deficiencias educativas que nos colocan en el mayor de los rezagos, el cultural, ante otras naciones de nuestro continente. ¿Cómo aspirar de esta manera a recuperar el antiguo liderazgo latinoamericano que fue valladar contra las arremetidas de la grandes potencias del norte? Sencillamente, imposible.
No olvidemos que “la maestra” para defender su feudo, además, no dudó en oponerse al censo magisterial para conocer a quienes fungían, de verdad, como mentores, y diferenciarlos de los miles de “aviadores” –les decían comisionados- que pululan aún por las distintas dependencias federales sin haberse parado jamás en un aula para enseñar. Con ellos formó su ejército o su Estado Mayor, para decirlo en términos militares, con capacidad operativa excepcional incluso para remover funcionarios e imponerlos como hizo con todos sus favoritos, varios de ellos distanciados de ella cuando vieron cercana su hora… como en el caso del veracruzano Miguel Ángel Yunes Linares quien logró para su hijo la alcaldía de Boca del Río a contracorriente de los comicios estatales favorecedores, en lo general, al gobernante PRI.
Mirador
No se trata de reprimir sino de imponer el orden. Los diputados federales del PRD, liderados por Silvano Aureoles Conejo, se contradicen, severamente, al insistir en defender la libertad y, al mismo tiempo, proteger a los maestros rebeldes, temerosos de ser evaluados, que desquician, precisamente, la libertad de tránsito de las mayorías y quebrantan los derechos incluso de los viajeros extranjeros que ninguna culpa tienen por las supuestas afrentas infringidas a la CNTE. Y llaman al jefe del gobierno a mantener “la dinámica de convivencia en la ciudad de México” llegando al extremo de exigir al “gobierno federal”, nada menos, que instaure un “diálogo respecto a las legítimas demandas de los profesores”.
La confusión es el hilo conductor del breve comunicado, emitido el pasado sábado 24 de agosto. Por principio de cuentas, cabe recordarles a los firmantes que ellos, como legisladores del Congreso de la Unión, obligados a sesionar en un salón de conferencias del Centro Banamex -¿será acaso un indicio de la nueva “toma de Tenochtitlan” por parte de quienes encabezan la reconquista?-, forman parte intrínseca del gobierno federal al formar parte importante del Poder Legislativo, uno de los tres que conforman la Unión republicana. De entrada, esta tremenda desviación nos obliga a sopesar hasta donde llega el partidismo de los signatarios, incluso a la negación del Estado de Derecho, con tal de preservar los intereses grupales opuestos a lo esencian: precisamente la gobernabilidad y la defensa soberana.
En segundo lugar, ¿quiénes deben ejercer su libertad?¿Sólo los rijosos que salen a la calle y se adueñan del tiempo y los derechos de los demás? Este es un debate que sólo se justificaría, en pro, en caso de una revolución contra una dictadura. Si tal es el caso, los diputados perredistas estarían, como Ignacio Comonfort, dándose a sí mismos un golpe de Estado técnico. Desde luego, nadie responde por sus representados ignorando el postulado constitucional que otorga “esencialmente” la soberanía al ejercicio popular y no al pequeño grupo de políticos que fueron votados.
Por las Alcobas
La democracia, como sabemos, no termina en las urnas; debe extenderse, máxime cuando está en riesgo alguno de los renglones estratégicos del país –digamos el patrimonio energético-, a cada uno de los actos de gobierno. Mal, muy mal, que se piense en la distorsión avalada por Ernesto Zedillo Ponce de León cuando ejerció el cargo de presidente, en el sentido de que le eficacia gubernativa, como él la entendía, debe darse incluso cuando con ella se eleve la protesta y se caiga en la impopularidad. ¿Entonces en dónde queda la tal soberanía?¿En la letra muerta de la Carta Magna?
Mucho cuidado con tales desviaciones: una vez que inicie la era de la inconstitucionalidad no será sencillo reparar lo esencial en aras del salvamento de la República. Y es esto, y no otra cosa, lo que debiera ponderar una izquierda dividida y sectaria, contraria a su vieja esencia de defensora de las banderas sociales; ¿y cuál otra puede estar por encima de la supervivencia de México como nación, más cuando ésta parece destinada a la ingerencia extranjera que apuesta por el “estado fallido” para comprar baratos nuestros bienes fundamentales, específicamente los del subsuelo, y atarnos a la carrocería de las grandes potencias? Es evidente cuáles son y deben ser las prioridades con un poco de sensatez y tras meditar sobre lo fundamental.
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WEB: www.rafael-loretdemola.mx
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
CONTRA LA RECONQUISTA TODOS DEBERÍAMOS ESTAR PRESTOS, NO COMPLACIENTES. ESTO NOS LLEVA, SIN REMEDIO, A REALZAR NUESTRO NACIONALISMO IMPIDIENDO LOS SAQUEOS DE DIVISAS, ESTO ES EXHIBIENDO A QUIENES LOS LLEVAN A CABO. NO NOS QUEDEMOS CON LOS BRAZOS CRUZADOS COMO CUANDO LÓPEZ PORTILLO ASEGURÓ TENER UNA LISTA DE SAQUEADORES, ENCABEZADOS POR VARIOS MIEMBROS DE SU GABINETE, Y JAMÁS LA EXHIBIÓ. NO MÁS ENGAÑOS; NO MÁS MEDIAS VERDADES QUE SON, EN REALIDAD, MENTIRAS.
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