Una misión titánica

Un problema que no se trató a su tiempo tanto por parte de la sociedad, al igual que por autoridades, al día de hoy es un tema que se encuentra no solo en la agenda de los políticos sino dentro de las mismas instituciones de gobierno.

Tal vez, en años muy atrás ciertos temas eran tratados con mucha delicadeza por padres de familia, porque eran considerados como un tabú en la misma sociedad y nos ser motivo de críticas. Sin embargo, con el tiempo ha dado la razón que nunca se pudo tratar de manera correcta.

El tema al referido es el incremento de los jóvenes que consumen drogas va al alza y para la mayoría de este sector de la población es muy fácil el acceso a diferentes tipos de estupefacientes, ocupando la mariguana el primer lugar de consumo por su fácil adquisición y su bajo costo.

Pretender extirpar el problema es hablar de una utopía que no existe en ninguna sociedad del mundo. El tratar de erradicar a fondo la grave adicción a las drogas, que está no solo consumiendo sino acabando a millones de adolescentes mexicanos es una misión imposible para el Gobierno Federal, la Secretaria de Salud, y la Procuraduría General de la República.

Mientras no se planifique a nivel nacional, centros para recluir a los jóvenes adictos, todos aquellos programas que se pregonan no tendrán efectividad.

El Gobierno Federal en coordinación con los gobiernos estatales y la secretaria de salud pública y el apoyo decidido de la PGR, tendrían un control perfecto de la rehabilitación de la juventud con esos centros.

En esos lugares se confinaría por periodos cortos o largos a los adictos, esto depende del estado de salud que se presente mediante un médico dependiente de la secretaria de salud pública.

La construcción de esos centros tendría que ser labor del Gobierno Federal quien tendrá que enviar recursos a los gobiernos estatales para su edificación.

En esos lugares de aislamiento para atacar a fondo el problema habría que crear talleres de carpintería, plomería, barrería, mecánica, albañilería, y con ello enseñar oficios a los jóvenes que la mayoría de ellos han desviado su camino hacia las drogas por no tener una orientación para aprender a obtener recursos económicos mediante un trabajo.

La Procuraduría General de la República tendría que controlar en todos las entidades federativas las delegaciones que se encargan a radicar los conflictos relacionados con las adicciones y las drogas, porque actualmente cuando la policía municipal o estatal o cualquier otra instancia en combate a la drogadicción consiga a los jóvenes adictos, estos no permanecen ni 24 horas en prisión por que al hacer su declaración ante el Agente del Ministerio Publico de la Federación, a la que manifiestan que la droga que se les encontró es para su consumo personal y que han caído en la adicción.

Los agentes del ministerio público, al dejar en libertad a los jóvenes solo les recomiendan que se atiendan de su problema acudiendo ante un médico o a alguna dependencia de salud.

Por estas razones es que las autoridades no pueden atacar el problema de fondo porque no se le da el seguimiento a la atención de los jóvenes adictos. Y aunque en las oficinas de los agentes de los ministerios públicos se abra un expediente estos documentos oficiales por lo general siempre están en un corto periodo pasándolo casi inmediato al archivo muerto.

Hay que reconocer que todos los funcionarios de la Procuraduría General de la República, han cumplido con su misión en el combate a las drogas, pero mientras no se llegue a la creación de los centros de reclusión para los jóvenes, todo esfuerzo que hagan los gobiernos será como echar los recursos económicos a un barril sin fondo.

También es necesario que los Diputados Federales y Senadores propongan un programa en el que se involucre a los padres de familia a que vigilen estrictamente en dónde pasan los fines de semana por las noches sus hijos, pues la mayoría de los jóvenes son víctimas de las drogas nunca dicen la verdad del lugar en donde supuestamente están. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

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