Tradiciones en China, la Fiesta Laba
Beijing (PL) China comenzó su temporada de celebraciones previas al Nuevo Año Lunar, con el festival Laba, durante el cual se preparan diversos platos con arroz glutinoso, una tradición budista que recuerda el alimento ofrecido a Sakyamuni antes de convertirse en Buda.
Aunque en general Buda es conocido como Sidarta Gautama, el folclore oral señala que su padre, Suddhodana, era el rey del clan sakia, de ahí que sea también identificado como Sakya Muni, que significa el sabio de los sakia.
Según la historia narrada, Sidarta se desmayó de hambre en el camino en busca de la virtud y fue salvado por una pastora que le preparó gachas de avena con arroz glutinoso, lo que le permitió sentarse a meditar bajo el árbol bodhi o árbol de la vida y convertirse en Buda.
Con esos remotos antecedentes, la tradición se mantiene y los budistas cocinan el Laba Zhou para recordar este momento, que en China se celebra el 8 de diciembre porque en el calendario lunar La significa diciembre y Ba ocho, ambos en idioma mandarín.
Como en todas las celebraciones en China, ésta tiene características diferentes en dependencia de las regiones de esta vasta nación asiática con sabores que varían desde el norte, que es un postre con azúcar, hasta el sur, con sal y verduras.
En las diferentes versiones del Laba Zhou se utiliza, además del arroz glutinoso, los frijoles rojos, mijo, sorgo, nueces, almendras, cacahuete, semillas de loto.
Otras costumbres de estas celebraciones es la preparación del vinagre Laba para ser usado en vísperas de Año Nuevo, el del Caballo, que comenzará esta ocasión en 31 de enero venidero.
Esa práctica tradicional consiste en colocar ajos pelados y añadirles vinagre en un jarrón que se sella y coloca en un lugar de temperatura baja, a medida que pasan los días los ajos cambian de tonalidad y sabor hasta adquirir el color verde del jade.
Antes de ese día, que los religiosos también celebran como la jornada en que Sakyaminu se convirtió en Buda, los monjes de algunos templos de China salen a las calles con un tazón en la mano y piden comida, que luego utilizan para preparar una sopa que reparten entre la población.
Los creyentes consideran que con esa sopa se consigue la protección de Buda (el pueblo la llama la sopa budista) y en los templos se forman largas filas para recibir al menos un sorbo de este preparado.
Según los entendidos, el más complejo de los platos para esta ocasión se prepara en Beijing con más de una veintena de ingredientes, que además de arroz glutinoso incluye habichuela roja, maní, semilla de loto, piñón, uvas pasas y nueces, entre otros muchos.
Todos los ingredientes son colocados en un gran caldero y a partir de la medianoche son cocidos a fuego lento para brindarla a los visitantes al amanecer.
Además de la sopa, otras costumbres incluyen congelar agua potable en un tazón grande, y el hielo lo consumen el día de la festividad, convencidos de que esto les evitará malestares estomacales durante todo el año.
Otro plato para la ocasión, en la provincia de Anhui, es cortar en trozos tofu de alta calidad que se remojan en agua con sal. Se les hace un agujero en el centro que también es relleno con agua salada y luego se colocan al sol hasta que se sequen.
Esta y muchas otras son las versiones de esta particular celebración que tuvo lugar en toda China en recordación del día en que Sakyaminu se convirtió en Buda para transmitir una filosofía que según las estadísticas tiene más de 200 millones de seguidores a nivel mundial.
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