*Reclama la opacidad con que el Gobierno a través de la PGR, esconden cifras, referente al índice de inseguridad y secuestros

*En julio pasado se registraron 225 secuestros en México, lo que representa, según “Alto al Secuestro”, 7 víctimas al día, una cada 3.5 horas. Durante julio el secuestro se redujo 1.1% respecto a junio

La presidenta de la Asociación Alto al Secuestro, Isabel Miranda reconoció que a pesar de haber sido víctima del plagio y desaparición de su hijo Hugo Wallace hace un par de años, se ha convertido en una mujer “incómoda” para los círculos perversos del Sistema de Justicia en México
En sus ahora acostumbradas conferencias de prensa, en las que da a conocer los balances y cifras que “oculta el gobierno” acerca de la inseguridad por parte de la Procuraduría General de la República, dijo que en el primer semestre de 2015, se registraron 18 secuestros de menores de edad, lo que representa el 10.22 por ciento de los plagios reportados.
Al respecto, advirtió sobre la necesidad de emitir una alerta dirigida a los padres de familia, por lo que explicó que los menores de edad que han sido rescatados pertenecían a hogares de clase media o clase baja, aunque mencionó que los niños que pertenecen a clase alta son los más vigilados.
Miranda de Wallace, al presentar un balance con corte al 31 de julio, destacó particularmente que a la mitad de presente año, en julio se cometieron 176 secuestros, cifra que disminuyó con el 1.1 por ciento con respecto al mes anterior, pero alertó que ese porcentaje se incrementó porque se registraron 225 víctimas, es decir, el 4.1 por ciento con respecto al mes anterior.
Hizo notar que la omisión de información por parte de las autoridades correspondientes, se pudieron observar en 58 caso de víctimas que no llegaron siquiera a averiguación previa. “Todo parece indicar que hay opacidad de las autoridades que han ocultado las verdaderas cifras”, remmarcó.
Si bien comentó que es una exigencia social y puede hacerlo por correos y redes sociales y hasta que no se averigüe una averiguación previa sobre los datos de omisión, precisó sobre la complejidad de los casos de inseguridad.
Conminó a la sociedad que es necesario denunciar que están ocultando la información. “Sin no dicen la verdad no podemos combatir el delito de secuestro. Si escuchan y el Secretario de Gobernación y los gobernadores de toda la federación, estarían ocultando la información.
En este contexto, se pronunció por sancionar a los funcionarios que no cumplan con la ley, “porque no es posible que se oculte la información y no pase nada”.
Mencionó que la Asociación Alto al Secuestro, ha contabilizado en lo que va del año mil 059 secuestros en todo el país, lo que significa una disminución del 30.6 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando se registraron mil 526 secuestros. En julio del 2015, se registraron 225 secuestros en México, lo que representa, según el organismo siete víctimas al día, una cada 3.5 horas.
A preguntas expresa de este reportero en el sentido si como investigadora se haya convertido en “la mujer incómoda” para el sistema gubernamental, puntualizó: “Efectivamente, una mujer incómoda que sigue exigiendo justicia, y que cotidianamente se enfrenta a esos círculos perversos del sistema de justicia mexicana, que en forma dinámica esquivan a la sociedad.
Aclaró que son los propios organismos de corte internacional los que le dotan de la mejor información para dar crédito a la transparencia, y mostrar que el Gobierno federal se niega a notificar, incluso el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal se ha negado en proporcionar cifras referentes a los juicios ordinarios de cada caso de criminalidad.
Urgió a la Federación y estados de la República mexicana, crear un protocolo para el manejo y presentación de estadísticas en materia de secuestro. Se desconoce incluso cuántas personas han sido secuestradas, toda vez presenta información parcializada referente al número de indagatorias, sin detallar el número de víctimas en cada caso, y en otros muchos otros eventos se reserva o se ampara en la secrecía; o en lo peor de los casos, las autoridades maquillan cifras en materia de secuestros.