Siria y los «padrinos » de la muerte

Por Por Pedro García Hernández

Damasco, 17 sep (PL) Tras incesantes esfuerzos y largas conversaciones, Rusia y Estados Unidos lograron en Ginebra, Suiza, delinear puntos generales que permitieran el establecimiento de una tregua extendida en toda Siria.
Horas antes de establecerse el cese de hostilidades el lunes 12 de septiembre, los grupos terroristas mantuvieron sus ataques en todo los puntos posibles del país y poco tiempo después, los incrementaron.
Tanto Moscú como Damasco insisten una y otra vez en la posibilidad de una calma en la que todas las partes den el consentimiento, pero a una semana del cese de hostilidades la realidad demuestra casi totalmente lo contrario.
Los «padrinos» de la muerte, quienes organizaron la guerra impuesta a Siria, mantuvieron, como siempre, las indefiniciones y al paso de los días, el secretario de Estado del Gobierno de Estados Unidos, John Kerry, introdujo los «ruidos habituales».
Hace menos de 24 horas, Washington anunció que no fundará un centro de coordinación conjunta con Rusia hasta que se reúnan las condiciones acordadas para el acceso humanitario.
El establecimiento de ese centro, a partir del punto operativo de Estados Unidos en Amán, Jordania, era uno de los incluidos en el acuerdo conjunto de Ginebra y técnicamente aplicable por la posición de Rusia y Siria al respecto.
Kerry, uno de los «voceros» de los «padrinos» de la agresión a Siria, ignora a ex profeso que desde agosto y en mutua coordinación con el Ejército sirio, se propusieron establecer al menos siete corredores humanitarios en Alepo, punto clave actualmente del enfrentamiento bélico.
La ciudad de Alepo, 350 kilómetros al norte de Damasco, es el escenario donde se desenvuelven cuestiones de primer orden desde el punto de vista táctico y estratégico de la situación en Siria por el nivel de las fuerzas en pugna y las implicaciones internacionales que ello significa.
Estados Unidos y los integrantes de la coalición internacional que lidera, incluidos otros dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: Reino Unido y Francia, recurren a artimañas constantes y soslayan los esfuerzos de Rusia, el respaldo de China y la actitud pro paz de Siria.
Para «los padrinos de la muerte» no existe una política de reconciliación en toda la nación siria y que suma más de 612 poblados y localidades y 69 grupos de irregulares armados acogidos a la tregua.
Esa situación, denunciada en Naciones Unidas por Moscú y Damasco, hace más complejo aún el presente escenario de confrontaciones, agravado por la permanencia en territorio del norte de la provincia de Alepo de tropas turcas, el repliegue hacia Raqqa- casi sin combatir- de efectivos del Estado Islámico (Daesh) y el accionar de las llamadas Fuerzas de Autodefensa Kurdas y la denominada «oposición moderada» de unas Fuerzas Democrática Sirias» (FDS)
Jarablus, una ciudad siria junto a la frontera con Turquía, está en manos de las FDS y por el momento, mantiene una suerte de «detente» en los combates sin actuar de manera concreta contra las organizaciones terroristas, definidas como tal por Naciones Unidas y muchos acuerdos «verbales» al respecto.
A todo esto, se unen las ofensivas en Quneitra de no menos de 22 organizaciones terroristas agrupadas alrededor del Frente para la Conquista del Levante, antes Al Nusra y que coincidentemente, no reciben ataques de las Fuerza Aérea del régimen sionista de Tel Aviv que sí ha bombardeado en más de cuatro ocasiones posiciones del Ejército sirio.
El tácito apoyo de Israel, que incluye asistencia médica y respaldo logístico al exAl Nusra, ha sido denunciado de forma reiterada internacionalmente, pero no ocupa espacios en los grandes medios del mundo occidental y tampoco en los de Arabia Saudí o Qatar.
El arte de buscar aparentes culpables que son inocentes y aparentes inocentes que son culpables, es la norma de los «padrinos de la muerte», los cuales soslayan y minimizan la cifra de más de 500 mil víctimas y 200 mil millones de dólares en pérdidas económicas en cinco años de guerra contra Siria.
Los petrodólares juegan un papel diabólico, incitan diariamente a la destrucción de una nación de historia milenaria, sin códigos morales como un mercado libre y no en un mundo libre.
La dramática realidad y el camino que conduce a su eliminación siguen plagados de obstáculos y eliminarlos, disminuirlos o atenuarlos es una tarea ingente, constante pero no imposible. Quedan esperanzas si se trabaja firmemente en ello.

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