No se ha encontrado aún un método de cómo lograr la concientización entre los jóvenes sobre muchos temas de importancia, nada más por mencionar está el de la concientización de no al embarazo a temprana edad, el uso de protección en relaciones sexuales, así como el sus enfermedades, el bullying, entre otros temas más.

¿ Pero serán suficiente todas esas conferencias en donde algunos son por instrucciones de alguna institución de gobierno y otras de particulares?, sin embargo, como llamadas a misa por parte de la iglesia católica, cada uno de éstos logran su impacto a corto plazo porque sin ir acompañados de algún programa de prevención éstas no duran y son olvidadas a mediano plazo en el mejor de los casos porque en su mayoría solo cuestan unas cuantas horas para que ni siquiera se acuerden de la temática en cuestión.

Esto mismo sucede en las universidades en donde no existe alguna que no haya pasado al menos una conferencia para los jóvenes que cursan ya sea una carrera técnica o licenciatura para sensibilizar la legalidad, es decir, el despertar la cultura de la denuncia.

La indiferencia y el silencio son enemigos de la sociedad pero a su vez muchas veces la nula acción por parte de las autoridades o en su defecto las torpezas de sus acciones así como resoluciones incongruentes dejando libre a los mismos delincuentes hacen cada vez de esto la apatía por parte de la sociedad en querer denunciar para poder prevenir de manera anticipada, un posible acto o situación que pudiera generar problemas en su comunidad.

Empero, no solo eso sino tampoco existe una enseñanza sobre el qué hacer o qué instancia recurrir cuando hemos sido víctimas de algún delito o bien alguna injusticia sabiendo lo único que vemos en esos programas que nos proporcionan esos “reality shows”, “La Rosa de Guadalupe”, “El Dicho”, “Cosas de la Vida”, “Laura en América”, entre otros todos transmitidos en nuestras cadenas televisivas en donde todo lo hacen aparecer como cosas sencillas con falsas esperanzas

Inclusive en todas aquellas conferencias que cierran con broche de oro la tan desgastada recomendación de invitar a todos los jóvenes a tener confianza en las autoridades, a no abandonar los espacios públicos, formar parte de la comunidad a través de la denuncia, sin embargo, en ninguna de ellas hacen mesas de trabajo para poder aterrizar a la realidad el intento de hacer concientización.

Todo está muy bien y es bueno que se haga éste tipo de conferencias en otros programas de concientización y campañas publicitarias en los diferentes medios electrónicos, aunque las conferencias son igual que en las películas porque logran el objetivo motivar e incentivar a los universitarios a la cultura de la denuncia, pero al momento de vivir la realidad se topan con muchos obstáculos y complejidades de la ley como de sus funcionarios públicos el cual siempre tendrán la justificación perfecta con el alegato de que ellos no escribieron la ley o simplemente que las cosas no son así de simples, terminando todo aquella motivación.

Ante tantas trabas que experimentan los jóvenes muchos de ellos han llegado a la conclusión de que el fomento a la denuncia, es una película de ciencia ficción porque cuando algún ciudadano se anima a denunciar ante el ministerio público o cualquier otra instancia, incluyendo la mismas ocurridas en las instalaciones educativas y después de haber superado todas las caras de vinagres de los que trabajan en aquellas dependencias y haber paseado por todos los escritorios haciendo de aquellos institutos todo un desfile como si se tratase de una pasarela, y firmando fojas de hojas hay que esperar a que se dictamine si existe el delito o no; pasa días, semanas, y meses para cuando se determina culpable y se dicta una sentencia pero ahí todavía no se termina el asunto porque después sigue el recorrido de los amparos y una vez terminado el del colegiado o la revisión de la Suprema Corte de Justicia.

Ahora bien si en aquella sentencia existe una orden de aprehensión que son resoluciones dictaminadas por un Juez y se queda secretamente bajo resguardo, para entregarlo al ministerio público para que sean ejecutadas a la policía ministerial, o a los agentes encargados para realizarlo. Para cuando esto suceda también ya pasaron otros meses.

La cultura de la denuncia también debe de ir acompañada con la cultura de la honestidad, y transparencia de la dependencias de procuración de justicia para que no sean lentos en las demandas de delitos menores como las de fraude, robo y entre otros delitos que pasan por procesos penales que “duermen el sueño de los justos”, en las dependencias porque mientras tanto los delincuentes se pasean por toda la ciudad sin que sean atrapados porque las órdenes de aprehensión son vendidas al mejor postor, hasta por una caguama para darle tiempo a la rata de dos patas a que se siga paseando.

Este es el problema en la que se encuentra en todas las Procuradurías del país, en donde el sueño de los justos, se encuentra en las órdenes de aprehensión echando a perder todo el proceso lento de una ejecución para que los agentes asignados atrapen a los pillos, se la pasan exprimiéndolos a ver hasta cuánto dinero pueden sacarle, haciendo uso de las prácticas de extorsión.

Otra de las justificaciones que le dan a la parte ofendida del por qué no han realizado de detención ordenada por el Juez, es porque no han podido ejecutar la orden de aprehensión porque dizque están custodiando a secuestradores y capos del crimen organizado, es decir, en el caso de ser verosímil en otras palabras no hay personal suficiente para ejecutar la ley.

La cultura de la denuncia es parte fundamental para que exista una justicia o cuando menos eso es lo que las autoridades siempre tratan de inculcar dentro de los valores importantes de los derechos humanos, e inclusive dándoles cada vez más autoridad en términos jurídicos a la Comisión de los Derechos Humanos para hacer uso y práctica de los múltiples abusos que se cometen diariamente. Pero mientras se haga una reforma de la agilización dentro de los procesos legales, la cultura de la denuncia va quedar como un concepto sin peso ni significado real. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org