23 de julio de 2014.

El empleo es una variable que mide la salud de una economía. Tener empleo quiere decir que podemos tener ingresos, capacidad para comprar productos y pagar servicios, en suma, una oportunidad de vida.

En Chiapas, una entidad con grandes carencias, lamentablemente, en el último año y medio no se han generado nuevos empleos, sino todo lo contrario, los está perdiendo en forma acelerada.

Así lo demuestra la tasa de desempleo que registró Chiapas en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), con resultados de junio de 2014, que publicó recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La ENOE es un instrumento demográfico que permite conocer los perfiles de empleo y desempleo de la población mexicana. Además, la ENOE profundiza sobre el sector de la actividad económica en la que se encuentran ocupadas las personas, así como sus condiciones laborales, como por ejemplo, las prestaciones con las que cuenta, horas de trabajo, situación sindical y otras.

En el caso de las personas desocupadas, la ENOE indaga en el tiempo que la persona ha transcurrido sin empleo así como en las causas por las que se separó de su empleo anterior.

En materia de desocupación, Chiapas es una de las entidades del país que viene registrando un crecimiento, mes con mes, en esta variable. Es preocupante este indicador y para algunas personas es muy difícil de entender los motivos que lo ocasionan.

Quizás debido a ello, las autoridades encargadas del ramo del trabajo en Chiapas festejaban el crecimiento del indicador del desempleo, porque según ellos es una de las tasas de desempleo más bajas del país. Cierto, era así, una de las más bajas, pero también es una de las tasas de desempleo que está creciendo en forma cotidiana y acelerada.

Esta falta de incomprensión de la autoridad laboral pretende diluir una realidad, la evita, no la digiere, porque el crecimiento del desempleo en Chiapas cuestiona su propio trabajo, el resultado de su función.

Por eso tienen la necesidad de disfrazar la realidad, pero no la cambia. La ENOE de junio de 2014, vuelve a reiterar el crecimiento de la tasa de desempleo en Chiapas, la cual llegó a 3.24 contra el 3.08 que había registrado en el mismo mes del año anterior.

Las cifras de generación de empleo tampoco reflejan avances sino retrocesos. De acuerdos a las estadísticas disponibles en la página web de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el número de asegurados permanentes en Chiapas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue, en junio de este año, de 188,194 personas. En diciembre del 2012, cuando inicia la presente administración, el número de asegurados permanentes en el IMSS era de 191,026 chiapanecos.

Lo anterior nos dice que actualmente cerca de 3 mil asegurados permanentes de Chiapas fueron dados de baja en el IMSS. Esto significa que un número igual chiapanecos, que antes gozaban de un empleo permanente en la entidad, lo han perdido y no lo han podido recuperar.

En número de empleos generados en el campo chiapaneco también presenta una situación similar de retrocesos. En junio de 2014, el número de asegurados eventuales del campo registrados en el IMSS de Chiapas, fue de 2,472 personas, cuando en diciembre del año 2012 eran 3,444.

La pérdida de empleos en Chiapas es inexorable. El único recurso que tienen las personas que han perdido su empleo en la entidad es la migración, subirse a “La Bestia”, para vislumbrar una esperanza de trabajo que aquí no tienen o que se les ha negado.

Según un artículo de Jorge López Arévalo, Chiapas del 2006 al 2012 ha ocupado el segundo lugar en flujos acumulados de desplazamiento de migrantes hacia Estados Unidos. Todo ello, debido a que Chiapas tiene una economía totalmente colapsada.

La migración chiapaneca sólo es superada por Guanajuato y se encuentra por encima de Michoacán y Jalisco que son las entidades, junto a Guanajuato, consideradas de la migración histórica.

En 2012 los chiapanecos ocuparon el primer lugar en expulsión de gente a los Estados Unidos, pese a la disminución relativa de los flujos migratorios asociados a la desaceleración de la economía.

Mientras eso sucede, los funcionarios del ramo del trabajo en Chiapas festejan que ha crecido el desempleo en la entidad, se sienten orgullosos, se ufanan y lo gritan a los cuatro vientos, como si eso fuera un éxito.

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