La próxima semana será el inicio oficial del ciclo escolar 2014-15, tanto para primaria, secundaria y preparatoria, que trajo consigo importante derrama económica para el comercio en la compra de material escolar, uniformes, calzado, etc., para los hijos.

El retorno de los estudiantes de la educación básica, en su mayoría ansiosos para entrar a clases y platicar sus anécdotas vacacionales y para otros el berrinche de regresar a la rutina escolar a dormirse temprano y despertarse temprano para alistarse a la escuela. Todos de una u otra manera manifiestan su entusiasmo e igual para muy pocos su descontento, pero quienes celebran más son los padres de familia quienes ahora descansarán de sus hijos unas cuantas horas mientras estén en las aulas.

Lo que ha sido en ésta semana de sorpresa para muchos y dudas y desconfianza para otros, es el hecho de que se ha sembrado la noticia del catedrático de educación física de las secundarias  Prof. Federico Berrueto Ramón y Andrés S. Viesca, el maestro Juan José Martínez Rodríguez, que fue sorprendido éste martes pasado con 20 dosis de heroína presumiendo que se dedica al narcomenudeo dejando muy en claro la vulnerabilidad que existe dentro de las aulas escolares.

Ante los ojos de las autoridades se considerará como un hecho aislado, pero a los padres de familia les deja una incertidumbre muy cierta con la incógnita de cuántos maestros más estarán en la misma situación que el catedrático Juan José Martínez Rodríguez, llevando una doble vida y opuestas entre un maestro por un lado y por otro un delincuente.

Insistimos ¿Cuántos docentes más estarán en la misma situación entre la comunidad estudiantil en general?.

Como es bien conocido, dentro del sistema educativo y los sindicatos de maestros siempre han existido sus secretos y su lado oscuro entre docentes que rara vez salen a la luz pública porque se protegen entre ellos mismos, porque  cuando existen hechos inevitables de publicar no debe de verse como un hecho aislado, sino un foco rojo que hay que atender de inmediato.

La incongruencia de las autoridades educativas se puede corregir para convertirse en la congruencia de las medidas tomadas por parte dela SEPpara prevenir  las adicciones dentro de la comunidad estudiantil como es la famosa “Operación Mochila”, en donde los alumnos son sometidos a una revisión de sus mochilas sacando todo aquello que pudiera ser considerado como algo adictivo como los plumones permanentes y todo aquello como marcadores cuya esencia sea fuerte y evidentemente las sustancias tóxicas  que pudiera llegar en manos de los jóvenes por gentes dedicadas al narcomenudeo.

Sería bueno y justo por otra parte que las mismas autoridades educativas implementaran algún programa para que la revisión no sea exclusivamente para los alumnos sino a todo docente y personal administrativo que labore dentro de las instituciones educativas que se pudiera llamar “Operación Maestro” para detectar aquellos profesores que pudiera traer consigo algún tipo de droga para vender dentro de las escuelas e implementar algún tipo de examen de confiabilidad para la tranquilidad de los mismos padres de familia y seguridad de los menores de edad quienes confían en sus mentores que de alguna manera también representan un ejemplo a seguir como parte de su formación para cuando sean grandes.

El escándalo público para las escuelas no es lo que importa, ya que en ésta ocasión lo sucedido fue fuera de las instalaciones, aunque lamentablemente para la institución por portar el uniforme y para fortuna de los padres de familia por cuestiones de seguridad para sus hijos, hay un delincuente menos entre sus hijos, sin embargo, deja un mal sabor lleno de dudas entre los papás de no saber a quién confiar o estar seguro si existen más maestros que llevan una doble vida entre nuestros hijos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2014) www.intersip.org