SE INICIO MAL Y SIGUE PEOR

Siempre han existido las leyes, pero en nuestro país, sin embargo, su mayor problema no radica en la falta de actualizarlas y pensando que haciendo nuevas reformas se solucionará todo. La falta de su aplicación para hacerlas cumplir y la carencia de logística como también de personal para asegurar que las leyes en México se conviertan en derechos y obligaciones es lo que no ha permitido que nuestro país avance en todos sus sentidos.

De la misma manera hay instituciones que en su concepto son muy buenas pero sus servicios dejan mucho que decir, pues se convierten en cajas registradoras  solamente para recaudar en donde por un lado cuidan los centavos, pero por el otro, se les escapan los pesos.

Tenemos una de las más grandes en la que es la mejor institución para cobrar, siendo pésima  para brindar un servicio dejando una sensación como si estuvieran haciendo un favor. Sus métodos de cobranza se comportan como la enfermedad del alcoholismo, porque no respeta edad, sexo, ni estado civil. El método de recuperación de la cartera vencida rebasa lo que indica la constitución, empero, se le otorga esa autoridad para actuar en contra del contribuyente sin período de gracia de señalar y embargar al mismo tiempo e inmediato todo aquello que esté a la vista estando por encima de la constitucionalidad.

Es indudablemente que los patrones que están afiliados saben y sufren en carne propia  de sus malos tratos tanto como institución recaudatoria y prestador de servicio a sus derechohabientes. Nunca han perdonado, pese a la situación económica que se vive en el país o por la que estén pasando los empresarios y comerciantes que nunca debe de faltar su pago puntual.

No hace falta más introducción porque todos sabemos que se trata del mayor organismo de salud de México y nos referimos al Instituto Mexicano del Seguro Social, quien siendo líder en ejercer sus derechos, es pésimo para prestar servicio como obligación a sus derechohabientes.

Siempre inician el año mal, y cierran igual, sin pena ni gloria se la pasan todo el año siendo cada vez más ineficiente sus servicios y nido de familias sindicalizadas en busca de su bienestar sin importarle la atención de los pacientes.

Siguen siendo el viejo Seguro Social, todos con sus caras de “vinagretes” y altaneros que hasta el simple puesto de limpieza se siente dueño de la institución y todos se pasan por el arco del triunfo a los directivos de cada uno las sucursales, pues como siempre están muy apartados del personal que tiene el contacto con los derechohabientes pues nunca se enteran, protegiéndose entre sí ante cualquier queja interponga los pacientes.

Directores de áreas que a final de cuentas son doctores, siempre anestesiados ante la prensa haciendo oídos sordos y de la vista ciega para hacer caso omiso ante la impotencia de los pacientes al denunciar públicamente en los medios de comunicación las deficiencias del instituto.

Especialistas de la negligencia médica con la mentalidad de pagar los daños a los pacientes que entren en la tabulación de 400 mil pesos de indemnización con tal de que no vayan con el chisme a la prensa es la solución. pues al fin acabo no es dinero de ellos, sino la contribución de los patrones quienes  pagan, y no el bolsillo del sindicato,  nómina o retiro de la licencia médica, pues que sigan pagando los errores médicos siendo éste el principal fuga de dinero dentro del IMSS.

Abrieron y cerraron el año con la carencia de medicamentos necesarios para poder establecer la salud de los pacientes teniéndolos en espera por semanas hasta que llegue el medicamento indicado por el médico, o en su defecto le solicitan al derechohabiente que pase nuevamente con su doctor para que le cambie la receta ya que no cuentan con la medicina prescrita dándole a escoger a los pacientes lo que tienen nada más en existencia.

Entre los más populares se encuentra la penicilina o sus derivados  de 800 miligramos, la insulina con el argumento de que está por llegar pasando semanas completas para cuando llega el día que dizque la tienen y resulta que la receta ya prescribió teniendo que pasar nuevamente con el médico de lo familiar para que le extiendan otra repitiéndose la misma historia, terminándolo de comprar por afuera para quienes tienen la posibilidad porque de lo contrario se les muere el familiar por la falta de medicinas.

Lo mismo sucede en el Seguro Social  de Saltillo, Torreón, Piedras Negras y resto de la entidad, pero no solamente de Coahuila, sino es un mal que lo padece en todo el país.

El maltrato por parte de las “secretarias”, que no hacen nada más burlase de los pacientes y malos modos para atender a los que llegan, haciéndolos esperar horas para ser atendidos dejándolos en ocasiones parados mientras ellas se dedican a mandar mensajitos por celulares, echarse la botana entre los compañeros o simplemente pasarse los chismes familiares, amorosos y desamores.

No respetan a las enfermos de la tercera edad dejándolos más desorientados y paseándolos de un cubículo a  otro, mientras el personal del Seguro Social, se echan la botana pues lo traen como pelotita.

Hasta cuándo habrá un  Presidente dela Repúblicaque meta en cintura al Seguro Social, para el buen trato sus pacientes, el abastecimiento de medicamentos especializados o necesarios para la estabilización de enfermedades fuertes que se incrementan más en ésta época del año.   Así como inician el año, de igual manera lo cierran, lo que es igual a que hace más de 50 años se inició mal y sigue peor. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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