Se fueron cuatro años  

Por Arturo Ríos Ruiz 

*Saldo, sociedad divida  

*Chairos y Fifís en pugna 

Una de las frases más repetidas por el residente es “No somos iguales” y sí, no ha sido igual, hemos sido testigos de un régimen atípico, muy distinto a los de las Últimas décadas. Lo más llamativo ha sido la rijosidad del mandatario que inició con ataques recios a la prensa tradicional con la que cantó su divorcio. 

En sus primeras declaraciones muy denigrantes hacia la prensa con calificativos como prensa ‘fifí’ y periodistas “chayoteros” contra cualquier voz crítica de su gobierno y creó la suya muy a su medida y exhibida por su entrega y encargados a enfrentar a los señalados por el gobierno en una larga lista con cantidades que recibían.  

Casi en todos los casos, se demostró que los señalados contaban con portales, incluso sus propios medios registrados en la Secretaría de Hacienda y pagaban impuestos. Pero lo que importaba fue el distanciamiento como venganza que años atrás, por su condición de candidato, consideró que no lo apoyaron. Fue un ¡Ahora va la mía”! 

Hasta el momento, desde que inició el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y, en este tiempo, cuatro años, al menos 70 organismos gubernamentales desaparecieron o están en proceso de desaparecer; 43 están extintos y faltan 27 que están en veremos.  

En materia de seguridad que es todos los tiempos es el más lacerante para toda sociedad y en la actualidad ese fenómeno ocupa los primeros lugares en el país. 

Varias encuentras coinciden en lo referente a la inseguridad en espacios físicos específicos, 76.5 % de la población manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos de la vía pública; 70.9 %, en el transporte público; 62.6 %, en el banco y 59.5 %, en las calles que habitualmente transita. 

Lo anterior expone cómo se vive en el país, la delincuencia aparece en todos los rubros y no se nota un trabajo bien delineado para contrarrestar el problema, por el contrario, se siente una indiscriminada indolencia que mantiene atemorizada a la población y sin esperanzas.

En el momento de escribir estas líneas aún faltaban horas para el cuanto informe el presidente así, esperamos para analizar su mensaje, se cambió, estaba programado para las 11.00 horas y se alargó para las 17,00 horas. 

Y como para los colaboradores de todo el gabinete, sólo les interesa es quedar bien con mandatario, se suspendieron labores en las dependencias gubernamentales, como si fuera un día de asueto y los empleados y funcionarios menores recibieron instrucción de seguir el evento en las redes sociales y que se les preguntarían detalles del mismo. 

Es predecible ese mensaje, para AMLO, “todo está bien”, para él los gobernados están felices con su actuación, aunque no precisa que se refiere a sus seguidores y tres millones de jóvenes que cobran tres mil pesos mensuales por no hacer nada y no cuenta en descontento de una gran mayoría, sobretodo de clase media. 

rrrart2000@hotmail.com y Facebook 

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