Sabiduría acumulada

Por Guillermo Robles Ramírez

Las autoridades mexicanas han dicho que agosto sea el mes de los adultos mayores. Aunque fue establecido el 26 de julio de 1998, como Día Internacional de los Abuelos, decretado por la ONG, en México se formalizó el 28 de agosto como el Día del Abuelo. Una fecha que por siempre se ha recordado tanto a las abuelas y abuelos, sin una necesidad de politizarlo como ahora en tiempos modernos bajo el modismo de “la inclusión”; políticamente se maneja el término de Adulto Mayor.

Motivo por el cual agosto es considerado como el mes en el que se festeja a los abuelos y abuelas, a esas personas que alguna vez fueron muy productivas, y que incongruentemente ahora muchos de ellos son tratados con indiferencia y discriminatoria.

Algo que desde mi punto de vista injusta porque si bien no tienen la misma energía física y su mente no funciona como cuando se era joven, son personas entusiastas, de excelente carácter, personas sabias que nos enseñan sus experiencias, que nos ofrecen sus sonrisas, nos tienden su mano y nos hacen ver que la vida tiene un gran significado por lo que se debe valorar más.

La gente mayor tiene derecho a trabajar, a ser productivos, eso los hace más útiles a la vida, además de que aún hay personas que están fuertes, inclusive más que muchos jóvenes. Y no con esto me refiero a que solo se piense a que se les dé la oportunidad de ser empacadores voluntarios; un concepto al que viene inmediatamente y que considero que no está bien pensarlo solo así, porque son personas con gran experiencia, gente que ha vivido mucho y que merece todo el apoyo del gobierno y todo el respaldo de la sociedad, porque son personas que merecen ser tratados con dignidad. Personalmente he tratado a gente mayor con una gran experiencia y lucidez al que me siento no solo afortunado haberlos conocido sino haber convivido con ellos; teniendo muy en mente a Don Francisco Madero González, quien siempre decía, “dime don Pancho Madero, y no me aprietes muy fuerte mi mano”, muchas platicas en su restaurante favorito los Cantaros frente a la Rectoría de la Universidad Autónoma de Coahuila, sin dudas un buen político que fue Alcalde de Torreón de 1976 al 1978, diputado federal y ex gobernador de Coahuila. También recuerdo con mucho aprecio y respeto al Ing. Luis Horacio Salinas Aguilera, gran político y empresario coahuilense quien no solo dejó un legado a su familia sino para la comunidad de Coahuila, muchos desayunos de pláticas de horas en el hotel Camino Real, cuando se encontraba ubicado entre Saltillo y Arteaga en el Boulevard Los Fundadores; una persona con mucho conocimiento político y de historia no solo de Coahuila, sino del país y orgulloso de su propia familia. Ambas personalidades lamentablemente ya fallidas, pero sus enseñanzas y consejos los llevo conmigo.

Por este tipo de motivos y muchos otros más, reitero que las personas tienen mucho que aportar todavía, aunque actualmente existen derechos legales para las personas de la tercera edad, considero que independientemente de ello, debemos respetar a los adultos mayores, y que al igual que todos, tienen derecho a una buena alimentación, a un buen trato, a vivir en un sitio digno y no anden como golondrinas cambiando de hogar a hogar, entre familiares para que se hagan cargo de ellos encerrados en una pequeña habitación y acompañados de una televisión.

Pero desafortunadamente hay quien se olvida de ellos y de sus derechos de las personas adultas, por ello es necesario que autoridades y sociedad civil aprendamos a respetarlos, a disfrutarlos y a mostrarles que son gente valiosa, personas que hay que atesorar, querer y respetar siempre, porque alguna vez sus manos fueron fuertes y contribuyeron al desarrollo de sus comunidades, y ciudades que gracias a ellos en una vez fueron jóvenes, esos municipios y entidades federativas que figuran no solo a nivel nacional, sino también internacional fue gracias a su esfuerzo.

No hay que olvidar que los jóvenes actuales y aquellos quienes se encuentran en edad productiva, no son eternos y que algún día también llegaremos a ser personas de la tercera edad.

No solo en agosto hay que festejarlos, a los abuelos y abuelas; hay que festejarlos todos los días, porque son ejemplo de vida, ejemplo para las generaciones actuales y futuras. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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