Revolución Ciudadana, ocho años apostando por el cambio en Ecuador

Por Nestor Marin

Quito, 14 ene (PL) Ocho años después de su llegada al poder, la Revolución Ciudadana que lidera el presidente Rafael Correa sigue apostando hoy por cambiar la realidad económica, social y política de Ecuador.
Llegamos este 15 de enero a la celebración de los ocho años de la Revolución Ciudadana con grandes e innegables logros, aseguró la secretaria ejecutiva de la gobernante Alianza PAIS, Doris Soliz, en declaraciones a la prensa.
Según la líder del movimiento político fundado por Correa en 2006, la transformación experimentada por Ecuador desde la llegada del mandatario al poder en enero de 2007 se evidencia en la reducción de la pobreza y la inequidad, y el creciente acceso a beneficios básicos que tienen sectores anteriormente olvidados.
El aumento de la producción, la creación de un alto número de empleos, la transformación vial y la ejecución de importantes proyectos estratégicos como es el caso de una refinería de petróleo y ocho hidroeléctricas también cimentan el cambio, agregó Soliz.
Cifras divulgadas por la Secretaria Nacional de Planificación hablan de que más de un millón de ecuatorianos dejaron de ser pobres en estos ocho años, mientras que el trabajo infantil se redujo del 12,5 por ciento que había en 2007 al 5,5 actual.
La política del Buen Vivir o Suma Kawsay implementada por el gobierno también repercute en la salud pública, con más de 44 millones de atenciones, como resultado de la creciente confianza de la población en un sector donde el gobierno ha invertido miles de millones de dólares.
El salario básico de los trabajadores ecuatorianos también dio un salto exponencial, y los 354 dólares que se pagan en la actualidad están entre los sueldos más altos de la región, mientras que en el terreno de la educación pública, la entrega de útiles y uniformes gratuitos y la construcción de nuevas escuelas redundan en un incremento de la matrícula superior al millón de alumnos, comparado con épocas pasadas.
La reforma educativa también llegó a las universidades, con la apertura de cuatro nuevos centros de altos estudios dedicados a formar profesionales en Educación, las Artes, las Tecnologías del Conocimiento y la Biodiversidad.
Pero quizás el salto más revolucionario dado por el país suramericano ha sido en el plano económico, al punto que según Correa, ya se habla en el mundo del «milagro ecuatoriano».
De acuerdo con cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), y a contrapelo de la crisis del capitalismo y de su economía dolarizada, Ecuador creció en un 4,3 por ciento en el periodo 2007-2014, más de un punto porcentual por encima del resto de los países de la región.
En ese resultado mucho tuvieron que ver medidas como la renegociación de la deuda externa, lo que permitió ahorrar alrededor de ocho mil millones de dólares, la renegociación de los contratos petroleros, la recuperación de las empresas públicas que habían sido privatizadas, la eliminación del vínculo entre el capital financiero y mediático, y una distribución más equitativa de las riquezas.
En materia tributaria, Ecuador también constituye un ejemplo regional, dado que los montos recaudados por concepto de impuestos representan actualmente más del 60 por ciento de los ingresos en el Presupuesto General del Estado.
El gobierno, sin embargo, no duerme sobre los laureles conquistados, y se empeña ahora en forjar un país basado en la economía del conocimiento y la innovación, que le permita dejar atrás el actual modelo primario exportador, y para ello cuenta con el respaldo de al menos el 75 por ciento de los ecuatorianos, según las recientes encuestas.
ro/nm

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