Guillermo Robles Ramírez

¿Quién vigila a los bancos de las aglomeraciones o largas filas?

Por Guillermo Robles Ramírez

Sin ninguna intención de alardear además de ejercer esta hermosa profesión del periodismo también soy empresario, el cual me permite vivir con hechos lo que la iniciativa privada o, sector privado local vive en práctica dentro de la economía formal, así que nadie me lo puede platicar como chisme las quejas e injusticias que vivimos en muchas ocasiones.

La primea medida preventiva para evitar el contagio del Covid-19, es la estricta disposición por parte de las autoridades locales, estatales y federales es el evitar las conglomeraciones de personas.

Hasta el momento más del 90 por ciento de las actividades esenciales han cumplido con esta medida, aunque nunca falta un prietito en el arroz, y en específico las instituciones bancarias quienes rompen el protocolo en el exterior de sus instalaciones.

Durante cada una de las fases de la pandemia del coronavirus, a la fecha se han limitado en atender las reconvenciones en su interior, siendo este su mejor argumento para evitar algún incumplimiento para hacerse acreedor al cierre o castigo administrativo.

Si bien es cierto que están cuidando al personal que labora en su interior, así como a los clientes que van entrando a las instalaciones, también es cierto que las largas filas afuera de sus instalaciones son en mayor parte por culpa de las mismas políticas implementadas por los bancos.

Hasta dónde será valido el argumento de los bancos, en no hacerse responsable de lo que pase afuera de sus instituciones muy a pesar de que sean clientes de ellos, y hasta dónde puede ser un buen argumento y justificable en decir que operan con personal mínimo para evitar la concentración de personas en su interior.

Quienes requerimos ir a los bancos para hacer ciertas operaciones comerciales que son inevitables porque no existe manera de poderlos realizar en línea, nos damos cuenta que desde hace años atrás las diferentes instituciones bancarias trabajan con el personal mínimo en su interior.

A simple vista se puede observar instituciones bancarias que cuentan con cuatro, seis o más ventanillas para hacer alguna transacción bancaria o pago de algún impuesto local o estatal exclusivo en bancos y solamente se observan una o dos ventanillas abiertas y el resto están vacías, es decir, sin personal bancario en ellas, contrario a decir, a los funcionarios para apertura de cuentas o atención a las mismas.

Muy a pesar de que cambiaron sus horarios de apertura más tarde de lo establecido, es decir, inician en su mayoría después de las nueve de la mañana, se logra observar las filas de personas que están ahí en la calle, para realizar un movimiento bancario y no necesariamente por gusto sino por necesidad y obligaciones fiscales (local y estatal), no hacen ni el mínimo esfuerzo para poder agilizar las operaciones en ventanillas causando las aglomeraciones en el exterior de sus instalaciones en donde no solo están arriesgando a la población, en el contagio del coronavirus, sino además expuestos al intemperie siendo el calor y sol las principales molestias para muchas personas de todas edades y condiciones físicas, es decir, gente de la tercera edad, y en ocasiones personas en silla de rueda o con muletas porque se accidentaron.

Ni antes del coronavirus, o con la pandemia actual en cualquiera de sus fases dejaron a un lado sus usos y costumbres que tienen en su interior, es decir, están viendo que hay aglomeración de personas afuera de sus instalaciones del banco y todavía tienen la desfachatez de estar platicando y risas entre personal que está escondido a la vista de la gente de las ventanillas, pero suficiente ruidosos como para escuchar una vez que logras ingresar.

Se continúa observando personal que está “dizque” almorzando en su interior dejando solamente a una persona atendiendo una ventanilla para hacer movimientos sin importar que se trate de una persona realizando varias operaciones comerciales o empresariales que suelen tardarse mucho por su propia naturaleza. Aunque este personal bancario no esté con la ingesta de alimento a la vista siempre será muy notorio que las últimas mordidas lo hacen cuando se están acomodando en su asiento para atender al próximo cliente, mientras que su compañero o compañera de trabajo se levanta para que sea su turno en comer.

También sigue existiendo personal bancario que hace funciones exclusivas del mismo banco, pero son empleados o empleadas, según el caso, que deberían de estar atendiendo no solo a clientes, sino a gente que necesita realizar algún movimiento en ventanilla, así que volvemos al mismo problema, es decir, dejan uno o dos personas a lo mucho atendiendo a los clientes.

No sirve de nada que las instituciones bancarias tengan muchas ventanillas para clientes o quienes necesiten hacer alguna transacción cuando éstas operan solamente a un 5 por ciento de su capacidad.

En dónde esta el Subcomité Técnico Regional Covid-19 Sureste de Coahuila, para atender ésta problemática que si bien se trata de las políticas internas de los bancos no pudiendo intervenir, como me dijeron en el 911; considero que el subcomité mencionado tiene suficientes integrantes que participan para poder encontrar una solución al respecto, ya que no hay que olvidar que está conformado por alcaldes, funcionarios públicos, representantes del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, la Cruz Roja Mexicana, hospitales y del sector privado de la misma región. Si no es trabajo del Subcomité Técnico Regional Covid-19 de Coahuila, y suponiendo que tampoco lo sea para los Vigilantes de la Salud, entonces: ¿quién?

(Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

Deja un comentario