Petróleo, incentivo para el desarrollo en Venezuela

Caracas (PL) La economía venezolana, entre las principales de Suramérica, encuentra en el petróleo a un componente esencial para su estrategia de desarrollo al contar con las mayores reservas probadas de crudo en el planeta.
La más reciente actualización del ministerio de Petróleo y Minería situó los inventarios en 298 mil 352 millones de barriles, con mil 673 millones de toneles incorporados al cierre de 2013.
Las nuevas reservas probadas provienen tanto de las áreas tradicionales, como aquellas de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), donde la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) mantiene negocios conjuntos con compañías extranjeras.
Los planes de desarrollo concentran importantes inversiones, pues solo en la FPO -ahora denominada Hugo Chávez- los recursos destinados a la ampliación de proyectos existentes y nuevos planes de infraestructura alcanzan los 200 mil millones de dólares.
Tomando en cuenta las características del crudo pesado y extrapesado de la Faja, el presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, adelantó que se prevé ampliar la capacidad de los mejoradores existentes, donde el petróleo se procesa para llevarlo a un hidrocarburo ligero.
Asimismo, a partir de 2016 se trabajará en función de los nuevos mejoradores, los cuales tendrán dos etapas, una inicial con despojadores de nafta y una segunda con el procesamiento para producir crudo de 42 grados API.
Las empresas mixtas de mayor proyección se ubican en los bloques Junín y Carabobo, donde en la actualidad ya hay campos en fase de producción temprana, como lo son Petrocarabobo, Petroindependencia y Petrojunín.
Para asumir el reto se proyecta construir tres mejoradores que sustenten este modelo de negocio y además una refinería orientada a surtir productos al mercado europeo.
A su vez, se plantea la perforación de más de 10 mil pozos en los próximos seis años, la construcción de nuevas terminales, oleoductos, y tanques de almacenamiento, proyectos que incentivan la inversión y participación privada.
Unido a ello, destaca la estrategia tendente a captar recursos para inversiones en el sector, con cuatro mil millones de dólares aportados por la China National Petroleum Corporation (CNPC) para la expansión de la producción en la empresa mixta Sinovensa (Monagas).
A esa cantidad se añaden los dos mil millones de dólares de la estadounidense Chevron con vistas a apuntalar las operaciones de Petroboscán (Zulia).
Mientras, la italiana ENI suministró mil 700 millones de dólares con destino a Petrojunín y otros mil millones el banco ruso Gazprombank para los yacimientos maduros de Petrozamora.
De manera complementaria, se concertaron importantes compromisos con socios estratégicos como China, Rusia e India, tres de los países que conforman el grupo Brics (unido a Brasil y Suráfrica).
Unido a ello, se suscribió un acuerdo de financiamiento con la empresa privada venezolana Suelopetrol por valor de 625 millones de dólares, dirigidos a apoyar las operaciones en la empresa mixta Petrocabimas, en la costa oriental del lago de Maracaibo, en el estado de Zulia.
Además, está el convenio con la petrolera francesa Peremco por 400 millones de dólares, con vistas a la ejecucion de proyectos en el lago de Maracaibo y delta Amacuro.
En materia de infraestructura, figura el contrato con la compañía india Essar Projects, con vistas a la ejecución de mejoras tecnológicas en el complejo industrial José Antonio Anzoátegui, estado de Anzoátegui.
El objetivo del convenio está en la ejecución de servicios profesionales para realizar la ingeniería básica del proyecto Despojador de Nafta de 270 mil barriles diarios para la Producción Temprana de Crudos en la FPO.
Esta infraestructura permitirá recuperar la nafta asociada al crudo diluido de la producción temprana de las áreas Junín o Carabobo de la Faja Petrolífera para su reutilización como aditivo en los campos de producción.
El Plan de la Patria 2013-2019, convertido en Ley de la República, tiene entre sus prioridades la preservación y consolidación de la soberanía sobre los recursos petroleros.
Bajo esa premisa, establece el control por parte del estado sobre Pdvsa y su participación mayoritaria en las empresas mixtas que operan en el país.
Asimismo, está llamado a asegurar los medios para el control efectivo de las actividades conexas y estratégicas asociadas a la cadena industrial de explotación de los recursos hidrocarburíferos.

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