Pensamiento lateral: Inseguridad y pobreza (primera parte)

La desconfianza es madre de la seguridad.

Aristófanes (444-385 AC) Dramaturgo griego.

México atraviesa por una crisis que no sólo abarca lo político, sino social y principalmente económico. Hoy existen dos elementos que se encuentran asociados indiscutiblemente y que están afectando severamente no sólo la calidad de vida de los mexicanos sino su propio desarrollo como nación. Dado lo extensivo de la información, dividiré en dos partes para abarcar el mayor contenido y haces un análisis más claro.

La inseguridad y la pobreza representan signos de preocupación para la opinión pública y no es para menos. La asociación de la pobreza con la inseguridad radica que, a falta de empleo y opciones de un ingreso mayor, se recurre a actos de robo, principalmente a casa-habitación y otros que están vinculados.

Según un estudio presentado por la organización Causa en Común, denominado ¿tenemos la policía que merecemos?, ofrece datos que no sólo son dignos de un buen análisis sino preocupantes para los habitantes. La situación de los cuerpos de seguridad locales –estatales y municipales- luego de la aplicación de los exámenes y filtros de confianza está, en resumen, así:

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Fuente: elaboración propia con datos del estudio ¿Tenemos la policía que merecemos? El documento puede verse en: http://aristeguinoticias.com/2807/mexico/policias-en-mexico-con-bajo-salario-escasa-seguridad-y-sin-capacitacion-causa-en-comun/

De acuerdo con el estudio, del total de elementos locales existentes en el país que ya fueron evaluados -332,928 entre estatales y municipales- hay un 20% que obtuvo su certificación pero ésta necesita ser renovada. Es decir, al día de hoy, 64,000 elementos requieren volver a presentar sus evaluaciones para continuar, en teoría, ejerciendo su función.

Apenas en noviembre pasado, la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública detalló que se había logrado evaluar al total de los policías del país, el cual tuvo un retraso de 4 años para cumplirse. Sin embargo, el círculo no fue cerrado puesto que hacía falta depurar al sector. Únicamente, 6 entidades lograron esa meta –Campeche, Coahuila, Nuevo León, Puebla, Querétaro y Tamaulipas- las restantes no y otras más, como Quintana Roo, ni siquiera ofrecieron información.

Lo anterior llama la atención puesto que de las entidades más inseguras del país, únicamente Tamaulipas aparece en la lista de los que cumplieron con depurar sus elementos policíacos. Otras como Jalisco, Michoacán, Chihuahua, Guerrero, donde los niveles de inseguridad son muy altos, no se hicieron. Pero también surge una interrogante: ¿qué se hará con los policías que sean dados de baja por no aprobar los exámenes? Aquí hay dos vertientes: una, que de no ofrecerles alternativas, paradójicamente se estaría robusteciendo el sector de la informalidad y, por ende, de la inseguridad. La otra, de mantenerlos a pesar de no haber aprobado, lo que representa también un riesgo para los habitantes. Un ejemplo de esto último es Veracruz, que cuenta no sólo con el mayor número de policías no aptos, luego de habérseles aplicado la evaluación, sino también con el menor número de elementos depurados. Según el estudio, 41% de los elementos que reprobaron las evaluaciones aún siguen en activo, es decir, unos 4,907 policías (estatales y municipales).

Al esquema de policías no aptos le sigue Sinaloa, que tiene a un 34.4% de sus elementos que no aprobaron y siguen en las calles. Baja California Sur es tercero con 34.3% y de ahí se contabilizan a Nayarit, San Luis Potosí, Guerrero y Quintana Roo, que cuentan con un 20%. Lo anterior ocasiona otro problema relacionado al porcentaje de elementos con respecto al número de habitantes. De acuerdo a la ONU, se debe contar con por lo menos 2.8 agentes por cada 1,000 habitantes. En México el promedio es de 2.2 por cada 1,000 habitantes, es decir, que existen en nuestro país alrededor de 267,853 policías -132,715 estatales y 135,138 municipales- para salvaguardar a los poco más de 119 millones de habitantes.

Solamente hay 3 entidades que superan la media nacional: Chihuahua con 10.36 agentes, Morelos con 4.98 y el Distrito Federal con 4.88, mientras que en el otro extremo se encuentran Colima, que cuenta con apenas 0.45 agentes, Coahuila con 0.63 y Tamaulipas con 0.89. Éstas últimas obedecen al proceso de depuración pero en otros casos, como Veracruz que ocupa el cuarto lugar con apenas 1 policía por cada mil habitantes, no puede afirmarse que sea por esa razón dado que es la entidad que menos limpieza ha hecho de sus elementos.

Para cerrar el círculo de las grandes limitaciones que tienen los cuerpos policíacos en México, están las condiciones laborales. Actualmente, sólo en 7 entidades se han ajustado los salarios. A nivel regional, los estados del norte del país son lo que mejor pagan a sus policías: Baja California, por ejemplo, paga alrededor de 19 mil pesos mensuales a sus elementos y ocupa el primer lugar nacional. En el sur del país, por el contrario, se encuentran los salarios más bajos: Chiapas es la entidad que menos paga a sus policías con 4,473.12 pesos mensuales. Le siguen Puebla, con 7,200 pesos y; Yucatán, con 8,105 pesos; Oaxaca y Tlaxcala con 8,400 pesos. A ello agreguémosle las jornadas laborales, donde en por lo menos 12 entidades –entre ellas el Distrito Federal- persisten los horarios de 24 horas de servicio por 24 de descanso. Solamente Baja California, Baja California Sur y Querétaro respetan la jornada de 8 horas. Las demás entidades manejan otros sistemas.

Finalmente, existen pocas entidades que ofrecen oportunidades de superación y crecimiento al interior de las corporaciones, es decir, de un servicio profesional para la policía. Guanajuato, Nuevo León y Querétaro son los únicos que ofrecen un sistema profesional para los elemento de seguridad pública.

¿Qué es lo que nos explica esta situación interna que viven hoy los policías? En primer lugar, permite identificar un primer problema: si bien se busca evaluar y depurar las fuerzas de seguridad pública locales, no se contempla un plan alternativo que resuelva otro problema: ¿qué hacer con los policías reprobados? No es casual encontrar, en consecuencia, ex policías involucrados en el crimen organizado. Se atiende un problema pero paradójicamente genera otro que no se resuelve.

Aunado a lo anterior, no es suficiente con evaluar sino dar seguimiento. La calidad es sinónimo de mejora continua. Hoy el 20% de los aprobados no han sido evaluados nuevamente, lo que habla de que los gobiernos únicamente han cumplido –y a medias- con evaluar mas no de dar seguimiento.

En segundo lugar, tanto la depuración de las fuerzas de seguridad pública como la falta de seguimiento en su evaluación merman la presencia en número de éstas. Hoy hay entidades que tienen menos de 1 policía por cada 1,000 habitantes y a nivel nacional ni siquiera se llega a la media que propone la ONU.

En tercer lugar, los pésimos salarios y las jornadas laborales extendidas hablan de condiciones de trabajo deficientes que motivan a ingresar a los actos de corrupción, que pueden ir desde un soborno hasta la colaboración con grupos delictivos. No contar con mecanismos de promoción y ascensos al interior impide la competencia y formación constante de los elementos para acceder a mejores condiciones de vida.

Estos problemas explican en gran parte por qué la seguridad pública es deficiente en nuestro país. Los estados son exigentes en demandar cada año mayores recursos para combatir la inseguridad pero muy reticentes en aplicar cambios de fondo en sus corporaciones locales y más aún en informar sus avances. De nada sirve destinar grandes cantidades de recurso para uniformes, armas, vehículos e infraestructura si quienes se encargan de garantizar la seguridad pública no cuentan con condiciones laborales adecuadas.

El tintero.

Un nuevo vídeo que involucra a Francisco Rojas Toledo, candidato por el PAN a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, recibiendo presuntamente 1.4 millones de pesos. Ello indica dos elementos muy importantes: la corrupción en que está vinculado el candidato panista al aceptar dinero en efectivo de empresarios a cambio de asignarles obra pública y; dos, que existe un claro emisor interesado en que se desista de su impugnación contra el PRI-PVEM que ganó la elección por apenas 745 votos. ¿Seguirán apoyándolo el PAN y PRD con esta nueva información?

Periodistas de Quintana Roo impugnaron la iniciativa de ley de protección a periodistas, presentada por el Ejecutivo local, porque ésta no pretende proteger sino limitar el ejercicio periodístico. No se hace referencia a la protección ante el hostigamiento de servidores públicos ni de campañas de ataque y desprestigio contra los periodistas y sus familias. ¿Qué harán los diputados en consecuencia?

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