Guillermo Robles

Pecan de ingenuos

Por Guillermo Robles Ramírez

“Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, una frase que seguramente ha escuchado muchas veces, para referirse que para poder avanzar en algo hay que conocer el pasado, para estudiarlo y mejorar aquello que no sirvió o bien mejorarlo. Aunque lo anterior se puede aplicar en una situación positiva o negativa, es decir; si no se ha conseguido el éxito de un objetivo trazado hay que mejorarlo, y en el caso de haberlo logrado continuar haciéndolo.

La anterior frase me recuerda todos aquellos intentos fallidos para combatir el crimen organizado en nuestro país, en donde se ha tratado dicho problema como un asunto de carácter social dentro de la agenda pública, y no de manera apartada como debería de hacerse por tratarse de un problema muy complejo.

Por ejemplo, la extorción de las llamadas telefónicas se trata de algo de ya hace muchos años atrás y que se ha tratado de combatir, sin tener ningún éxito.

En uno de sus intentos fallidos para acabar con este crimen organizado en el año 2009, las autoridades inventaron el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, como el sistema ideal para combatir a la delincuencia organizada, secuestros, extorsiones entre varios delitos más que se cometían por medio de los celulares como los famosos fraudes donde te pedían la compra de tiempo aire para terminar con un engaño de desembolso no menos de cuatro mil pesos.

Se pusieron medidas drásticas amenazadoras para todos los usuarios de telefonía móviles, y de no hacerlos nuestros números iban a desaparecer, la falta de información generaba confusión entre las compañías celulares y los usuarios, es decir, de quién era la responsabilidad de hacerlo.

 Mientras existía una inconformidad ciudadana de resistencia para proporcionar datos personales o simplemente la impresión intranquila de ser objeto invasión de nuestra privacidad se generó mucha polémica, pero a final de cuentas dieron su fecha límite para registrarte fue en abril del 2010.

Durante ese período para el famoso registro del sistema de Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT), los delitos que se cometían por medio de los celulares, no fue tan significativo. La ola de delincuencia por este medio nunca paro, o al menos en ningún medio de comunicación se dio conocer alguna noticia al respecto a la contribución del sistema RENAUT.

Posteriormente el Senado de la República aprobó por unanimidad la cancelación del RENAUT, dejando como responsabilidad a los concesionarios y permisionarios telefónicos con la cooperación cuando lo requiera las autoridades gubernamentales de seguridad o línea de investigación, para la geolocalización de los equipos móviles cuando se cometa algún delito.

Éste nuevo termino que significaba saber la ubicación geográfica por medio de un dispositivo que tienen integrados aquellos equipos de media y alta tecnología un receptor conocido como GPS que mediante red satelital ubica la posición del equipo y con ayuda de Google Maps te dice exactamente en donde está.

Esta medida fue imposible de poderse llevar a cabo ya que ni las compañías de teléfonos móviles y ni las autoridades podían obligar a los usuarios en activar la modalidad de GPS, en sus dispositivos, siendo que la mayoría de los usuarios evitan activar esta función en sus celulares porque implicaría el consumo de base de datos telefónicos, así como el pago del mismo.

Después del fallido y tan lógico error en el diseño estructural legislativo quedando desprotegidos todos los ciudadanos a nuestra privacidad para quienes registraron sus datos personales en el RENAUT. La mejor comprobación de lo anterior fue el resultado de todas aquellas llamadas telefónicas a los centros de Call Center o Centros de Llamado, para vender infinidad de productos, seguros, viajes y cobranza, es decir, ya no solo te hablaban los extorsionadores sino las compañías de publicidad y marketing.

Ya se comprobó en el pasado con el Registro Nacional de Usuarios de Telefónica Móvil, cuando el entonces presidente de COFETEL, aseguró y casi juraba por su vida que nuestra información siempre estaría segura en manos de la Secretaría de Gobernación, pero al final del día nuestros datos personales siguen estando vulnerables tanto para la mercadotecnia y el crimen organizado.

Ahora en el presente año, se regresa nuevamente al pasado a cometer el mismo error, la polémica y “nuevo” padrón de telefonía móvil en nuestro país, en donde la “nueva”, forma para atacar al crimen organizado es que todo aquel mexicano que desee continuar con el servicio de un plan celular deberá registrar sus datos personales y biométricos como puede ser huellas dactilares, las facciones de rostro, o iris de tus ojos.

¿Funcionará en esta ocasión?, la respuesta es muy obvia, y el motivo por el cual no dio resultados el RENAUT, mucho menos el registro biométrico, por la sencilla razón de que ningún líder del cartel, extorsionadores o cualquier crimen organizado; visita personalmente a las empresas de telefonía celulares. Todos sabemos que ellos usan teléfonos robados, satelitales, y aquellos de prepago, es decir, los desechables. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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