
Peatones “zorongos”
Por Guillermo Robles Ramírez
En los Estados Unidos existen leyes para todo, aunque también en México, pero la única diferencia es que allá con los gringos hay autoridades que hacen cumplir no solo las leyes, sino también todo tipo de reglamentos.
¿Sabía usted que hay un reglamento de nombre “jaywalking” que data de la década de 1920?, y que su multa puede llegar a costar desde los mil dólares, arresto y otro tipo de penalizaciones según la región dentro de los Estados Unidos. Una sencilla palabra que en español se le denomina cruzar mal la calle, y es aplicable no solo a estadounidenses sino también para cualquier turista. Algo que en definitiva los mexicanos no aplicamos en nuestro país, pues simplemente se cruza la calle, en el lugar que se le antoja, sin importar si puede causar un accidente o no, porque saben que el conductor siempre tendrá la culpa y pagará hasta con cárcel, dependiendo la gravedad.
En el gran sentido de la cultura vial pensamos que la tenemos por el simple hecho de tener una licencia de conducir, en donde los exámenes para aprobarlo simplemente son una burla, su “dificultad”. Eso es en el caso de los conductores, en donde hay que reconocer que son los que están un poco más alertas de las señalizaciones, aunque una vez recorrido varias veces el camino, lo hace de manera automática olvidándose de su existencia.
Pero una gran parte de la población considera que los conductores son los únicos obligados a tener una cultura vial, empero, que tan equivocado está el resto de la población porque también quienes forman parte de esta misma cultura vial son los peatones.
Sí, así como lo está leyendo, y si usted es una persona a la que le gusta caminar o es un conductor que forzosamente tiene que caminar o cruzar la calle al estacionar su vehículo, se ha percatado de las señales del paso de peatones. Pudiera ser que los ve todos los días, pero cuándo fue la última vez en que realmente se detuvo a mirarlos.
Modernos sistemas para los peatones se han instalado en diferentes partes de nuestro país en donde su variedad es tan grande que desde una mano color rojo para no cruzar y una verde para hacerlo, emitiendo sonidos de alerta para avisar, hasta en los que se ve una figura asemejando a un ser humano para caminar y acelerar su paso en el cruce de esquina a esquina porque se le acaba el tiempo.
Los vemos, al igual que las líneas exclusivas para el paso peatonal, sin embargo, cuántos de nosotros hacemos caso. La respuesta a ello la tenemos en indicadores en donde al menos 16 mil peatones mueren al año en el país. Y todo a la falta de cultura vial, en donde la preferencia la tienen los automovilistas en donde todo indica que es el rey y amo de las calles, esto de acuerdo con la información proporcionada por el gerente de Seguridad Vial de la organización CTS, en el Día Internacional del Peatón en este mes de agosto.
Estamos entre los primeros diez lugares en el ranking, de accidentes viales en donde la gente muere por la falta de esta cultura peatonal y si a eso le agregamos que la mayoría de las banquetas mexicanas del primer sector de las ciudades son insuficientemente anchas en donde muchos son empujadas y obligadas a caminar en la calle teniendo que sortear el paso de los vehículos y lo mismo sucede cuando gran parte de estas banquetas se encuentran en mal estado llenas de agujeros en donde mucha gente han sido víctimas de ello cayendo en esos hoyos prefiriendo optar por caminar fuera de las banquetas.
También se ha normalizado que el transeúnte tenga que salirse de las banquetas porque los comerciantes invaden con sus productos, o bien en el sector restaurantero existen quienes sacan sus mesas y sillas invadiendo las banquetas para que sus clientes coman ahí.
Y qué me dicen de las nuevas generaciones comenzando por aquellos fraccionamientos cercados en donde por el simple hecho de tener esa preferencia de vivir en una colonia bardeada, muchos padres de familia piensan que sus hijos están seguros sin tener la mínima preocupación o mucho menos la dedicación para enseñarles a cruzar la calle. Y hasta les permiten jugar en las calles aun cuando tienen una bonita plaza.
Otro ejemplo de ello es en aquellas escuelas tanto privadas como de gobierno que, a la salida, los estudiantes ni siquiera se molestan en voltear si viene un carro o no, así como tampoco cruzan en donde está marcado qué se debe de hacer, siendo usualmente las esquinas de cada cuadra. Simplemente, cruzan por donde se les antoja y, no siendo suficiente con ello, van jugando y en grupos. Tampoco faltan aquellos que tienen corazón taurino en donde literalmente torean a los carros que pasan a su lado, ya sea con el suéter del uniforme o un cuaderno. También están aquellos que se creen superhéroes de “Marvel Comics” que, una vez que miden la distancia del carro, se cruzan. Y a su vez echan una mirada como si tuvieran una especie de poder invisible para que el conductor se vea obligado a detenerse, o también aquellos de menos de edad que se sienten “Flash”, corriendo a última hora pensando que le ganaran a la velocidad de los autos.
Pero el peor de todos los peatonales son aquellos distraídos, sumergidos en sus propias realidades de ensueño musical. Con su gran variedad de audífonos de todos tamaños, desde los más diminutos discretos hasta aquellos modernos audífonos, “Beats Studios”, o bien “Over-ear”. Que a quienes nos tocó vivir el programa del noticiero 24 horas de Jacobo Zabludovsky; con sus famosos audífonos negros que parecía que estuviera piloteando algún avión, y que estos jóvenes peatones caminan sin voltear a ningún lado sino solo caminan y cruzan las calles sin ni siquiera escuchar o fingir cuando alguien usa el claxon para que se percaten que están a punto de ser atropellados.
La cultura vial y responsabilidad es tanto del conductor, así como el de los peatones, que no se han sabido ganar ese lugar porque no existe una reglamentación que regule a los peatones bajo el mismo reglamento de tránsito. Y si a eso le sumamos que tanto el gobierno federal, estatal y municipal no invierten en infraestructura para el peatón en recuperar su espacio público y sin garantías y seguridad de las personas en zonas metropolitanas, solamente se están creando y como diría mi abuela, puros “zorongos” de peatones. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023)www.intersip.org
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