Por Guillermo Robles Ramírez

Durante los 14 años que estuvo en el poder Hugo Chávez; como presidente de Venezuela, y los 11 años de su actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro; en su régimen socialista y con el poder de una dictadura, lo único que se ha escrito en la historia es la carencia de la seguridad pública. Las retóricas podrán ser muchas por parte de su exmandatario, como el actual, así como cualquier declaración del sector gubernamental negando todo. Pero el incremento de la inseguridad ya dejó de ser noticia porque es algo que sucede todos los días.

Lo hayan hecho en el pasado o estén haciendo en el presente, o al menos eso, dicho de los dientes hacia afuera; los venezolanos son quienes sufren y siguen siendo víctimas de la impunidad de la delincuencia porque muy a pesar de sus cuerpos policiacos venezolanos u operativos para acabar o bajar el índice delictivo, sucede todo lo contario y siempre regresan con las manos vacías sin poder detener a los verdaderos líderes de dichos grupos criminales.

Aunque también cuando llegan a lograr detener a algún maleante de alta jerarquía, este no más, no, llega a ser procesado penalmente; es más, ni siquiera termina el proceso de una sentencia cuando ya fueron liberados por cualquier causa.

No es ningún secreto para nadie en Venezuela, como tampoco para observadores internacionales, que la militarización del país tampoco ha sido la solución. Hay militares en todos lados incluso dentro de los transportes de viajes foráneos existen entre los pasajeros elementos del ejército camuflajeado de civiles, para “dizque” proteger a sus pasajeros de las constantes y cada vez más normales asaltos en carretera que ni siquiera han detenido a los delincuentes para perpetuar su robo neutralizando con una gran facilidad a estas figuras de guardias civiles.

Viene todo esto al caso, porque México no está muy lejos de ser un Venezuela por cuanto hace a la inseguridad en las carreteras, pues se está haciendo demasiado repetitivo el asalto de autobuses foráneos de pasajeros, así como a vehículos de particulares en donde no les importa a los delincuentes si dentro de la unidad vienen menores de edad o mujeres embarazadas.

Y no se trata de algo que esté inventando o sacado de la fantasía, ya que lo vemos a diario en las noticias locales o nacionales. Aunque las redes sociales han sido una herramienta que ha viralizado muchas eventualidades de esta naturaleza, pero solamente se quedan ahí como un material en donde las autoridades locales, estatales y federales de la mayoría de las entidades federativas, solo funcionan como un espectador más.

Este tipo de asaltos dentro de transportes públicos, y particulares se está haciendo normal en diferentes Estados de la República, aprovechando los delincuentes la medianoche o bien las primeras horas de la madrugada porque es el momento en que la supuesta vigilancia que debe existir en las carreteras libres y autopistas, queda nula, ya no existe quién vigile las carreteras desde la desaparición de la Policía Federal de Caminos, y sustituida por la Guardia Nacional, que desde su nacimiento, siempre brillaron por su ausencia no solamente en ese horario nocturno, sino también de día.

El gobierno federal, por ser ese tipo de carreteras de su jurisdicción, duerme el sueño de los justos al no intervenir para tomar medidas y, entre otras, es importante la revisión e inspección del arribo de los pasajeros.

Esta propuesta la han planteado infinidad de víctimas, en donde han denunciado a estos malandros que abordan la unidad de pasajeros con pistolas ocultas en sus ropas, aprovechando el hecho de que no hay ninguna revisión al abordar.

Igualmente, las autoridades federales han hecho a un lado la recomendación de que policías encumbrados, viajen entre los pasajeros para enfrentar a los rateros y ahuyentar este tipo de robo, pero nada de eso se hace, pagando las consecuencias los clientes de las líneas terrestres de pasajeros foráneos, así como ahora los vehículos particulares en donde van familias. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org