Otro paso por la paz de Colombia

Bogotá, 1 dic (PL) Tras un complejo impasse, el viaje hoy de los negociadores gubernamentales a Cuba constituye otro paso decisivo para el reinicio de los diálogos con las FARC-EP, conversaciones encaminadas a finalizar el conflicto armado colombiano.
Durante dos días representantes de ambos equipos negociadores analizarán los últimos acontecimientos vinculados a la interrupción de las pláticas, además de evaluar desde el principio el proceso, con el ánimo de lograr mayor eficacia, anunció la víspera el abogado Humberto de la Calle, al frente del equipo de gobierno.
El exvicepresidente adelantó que otra de las prioridades de los voceros del ejecutivo será buscar decisiones para reducir la confrontación.
Transcurridos dos años de encuentros en La Habana, los ciclos negociadores fueron detenidos por el presidente Juan Manuel Santos a raíz de la desaparición del general Rubén Darío Alzate, de civil y sin escolta en el departamento de Chocó, quien resultó capturado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), mientras transitaba por un área de operaciones de guerra.
La exitosa liberación ayer del comandante de la fuerza de tarea Titán y sus dos acompañantes (Gloria Urrego y Jorge Rodríguez) 15 días después de su retención, fue interpretada como una muestra de seriedad y compromiso de ambas partes con las gestiones a favor de la distensión.
Tal operativo humanitario, en el que participaron integrantes del Comité Internacional de la Cruz Roja, estuvo precedido por un procedimiento similar para lograr el regreso a sus hogares de dos soldados profesionales apresados por las FARC-EP en Arauca, luego de un combate.
Cuba y Noruega, países garantes de las conversaciones, facilitaron las misiones en intrincados escenarios de la geografía colombiana.
Esa decisión contribuye a recuperar el clima propicio para continuar las reuniones entre ambas partes, expresó el mandatario una vez en libertad Alzate.
No obstante, la agrupación guerrillera considera que para alcanzar un ambiente favorable y de confianza a tono con el espíritu de las citas en la capital cubana es necesario un cese bilateral de las hostilidades, rechazado hasta el momento por el jefe de Estado.
El proceso tiene un punto de fragilidad y es que se negocia en medio de los combates, manifestó el padre jesuita Francisco de Roux, quien propone como paliativo establecer algunas treguas que posibiliten sentir lo que es un país sin barbarie, opinión con la que coinciden muchos activistas, políticos y ciudadanos.
«Tregua ya», fue el lema de una de las manifestaciones realizadas en Bogotá para demandar el restablecimiento de la mesa de encuentros en La Habana.
Invitamos a las FARC-EP y al gobierno a sobrepasar juntos esta coyuntura crítica, hay que redoblar esfuerzos, no me cabe duda que avanzamos hacia el fin del conflicto, comentó la defensora de derechos humanos Piedad Córdoba en su cuenta de Twitter.
A partir de ahora se esperan anuncios que contemplen consideraciones como la de bajar la intensidad de la guerra, establecer un desescalamiento de los enfrentamientos, causantes de más de 230 mil muertes, manifestó el senador Iván Cepeda.
Previamente, el cardenal de Colombia, monseñor Rubén Salazar, exhortó también a la preservación de las negociaciones como ruta para vivir en un escenario pacífico.
Indudablemente, que se empiece de nuevo, que se reanuden los diálogos, por más dificultades que hayan tenido y por más cuestionamientos que susciten, tales gestiones representan la única salida hacia una paz digna y negociada, dijo.
En tanto, resta esperar por los resultados de la cita habanera, la cual debe encauzar nuevamente los esfuerzos dirigidos a terminar la confrontación interna, que dejó hasta la fecha unos seis millones de víctimas.
Esperanzados en que la paz es posible, las miradas de muchos colombianos se concentrarán ahora en los razonamientos que sucederán en la isla.

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