OPCIÓN DE VIDA EN LA VEJEZ

Cuando se tiene juventud hay muchas cosas por las cuales uno nunca se pone a pensar en los años avanzados de edad, porque se está en la plenitud de la vida. Lo mismo sucede cuando estamos en una etapa de nuestra vida productiva en donde desviamos nuestras prioridades en cosas o situaciones que siempre son al momento.

En los proyectos de vida es difícil determinar cuáles son los de mayor importancia, pero también existen otros en donde pueden sonar escalofriantes preferimos no pensar en ello, dejando esa responsabilidad al tiempo en donde en ocasiones puede ser como el mejor aliado pero en otras el peor de tus enemigos.

Temas como la vejez y la muerte son algunos de los asuntos de los cuales le sacamos la vuelta o simplemente le restamos importancia pero cualquiera que sea su situación, los mexicanos somos de los países en donde muy poco nos preparamos pero desde el más encumbrado hasta quienes van al día, todos tienen la misma condición de llegar a un momento de la vida en que las habilidades físicas y mentales se mermen perdiendo la lucidez al igual que una veladora que ilumina hasta lo más oscuro consumiéndose con el tiempo para llegar a la oscuridad.

Pocos son los bienaventurados que cuenten con una familia que les está dando en estos momentos un techo, abrigo y sustento al final de su camino por éste mundo, pero otros no contarán con la misma suerte y en el mejor de los casos gente externa a la familia son quienes verán por ellos.

Es triste que las reflexiones para las personas de la tercera edad solo vengan en el caso de su muerte. Pensamientos que no se tomaron en cuenta a tiempo de nuestros ancianos sabedores de su débil condición humana que con el tiempo se deteriora más con el transcurrir de los meses y años. Y en cuanto a su calidad de vida son de las últimas cosas que se piensa en ellos.

En la actualidad estamos en un punto de la sociedad en donde todo es cuestionable y por hoy también ante ésta situación la pregunta. ¿Es la calidad de vida en la vejez responsabilidad de cada quien en su juventud?, o ¿Acaso es nuestra vejez responsabilidad de cada quien en su juventud?, pero la pregunta que toda familia se hace. ¿Quién debe cuidar de un viejo?

Muchos han intentado dar respuesta a éstas preguntas y no hay más conclusión de que cada caso tiene su propia tonalidad y solución. A unos les vendrá la vejez acompañados de sus seres queridos que los aman y atienden bien, con comodidades, buena salud y lucidez mental hasta el último suspiro. Otros más deberán soportar sus últimos días en casas con los suyos siendo motivos al olvido e ignorados por el resto de los integrantes familiares. En los casos más tristes están los ancianos que terminan sin nada, ni nadie que vele por su bienestar. Es en ésta parte en donde a todos los lectores debe de preocupar y hacer conciencia de que algún día todos llegaremos en ese punto de la vida.

Hoy en día hay pocas instituciones dedicadas a la atención de nuestros viejos, pero por supuesto que estas instituciones son públicas, no podría ser de otra manera.

Cualquiera que se entera de la condición ajena es partícipe de ella en sus emociones, se cumplan o no, esas emociones son el lenguaje con el que nuestra conciencia nos llama a la acción.

Para quienes tienen liquidez para pagar una asistencia o atención integral en un asilo de ancianos resulta una comodidad, pero hay muchos familiares desalmados que prefieren dejar abandonados en albergues para gente de la tercera edad a quienes en alguna vez de su vida fueron motivo de admiración y respeto ahora resulta un estorbo y gasto.

En Coahuila es necesario abrir ese espacio de reflexión tan necesario. Sobre todo por el presente, que ya necesita velar por los viejos pero también por nuestro futuro, porque para allá vamos sin ningún freno o fuente de la juventud porque la vejez viene para todo sin cambios de rumbo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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