Nunca descansan

Por Guillermo Robles Ramírez

El sistema de promover la venta de artículos varios vía telefónica, celular, correos electrónicos, mensajes de texto, WhatsApp, son todos para lo mismo, es decir, al igual que ofrecer tarjetas bancarias de crédito, avisar que resultó “ganador” en tal o cualquier “sorteo”, el ofrecer días “gratis” en hoteles, seguros de gasto médico, carro o vida, entre muchos otros más vendedores de productos o servicios, ha sobrepasado por encima de autoridades y todo lo que se encuentre en su camino.

¿Y quién no ha sido víctima de tres y hasta cuatro telefonazos durante el día, en ocasiones antes de la siete de la mañana y hasta después de las once de la noche?.

La verdad es que ya es exagerado el acoso de muchos bancos, hoteles, tiendas comerciales, promotores de sorteos, etc., que una y otra vez repiten sus llamadas para ofrecer lo mismo, al grado de que la gente está harta y pone el grito en el cielo.

Y, más cuando se atreven a marcar al celular, que sabrá Dios que “oficioso” lo pasa en “cadena” como si fuera manda, dando los números que de alguna manera son privados precisamente por ser celulares no incluidos en un directorio telefónico particular o comercial, y mucho menos localizables por Internet.

No faltan los promotores o empleados bancarios imprudentes, inoportunos y audaces, que con tal de vender o promover sus artículos que les da igual hablar muy temprano en la mañana o muy tarde por la noche.

Los que más ponen “gorro” son los bancos que andan desesperados buscando “víctimas” interesados en introducir sus plásticos, muy a pesar de que cada vez crece más y de manera seria y grave, la cartera vencida de quienes cuentan con tarjetas de crédito.

Hasta los domingos de cada semana, en los últimos meses, está siendo el día predilecto para “aguar” el descanso semanal de quienes acostumbran a entrar en relax después de una semana atroz de trabajo.

Se rompió y acabó la privacidad, lo mismo en su propia casa, en el interior de su vehículo, en su negocio o fuente de trabajo, pues esas llamadas inoportunas en la mayoría de las veces suceden en el momento más inadecuado.

Ni siquiera fue suficiente en su intento pobre por parte del gobierno federal allá en el mes de enero del 2008, cuando decidió ponerle orden al reglamentar para evitar esas molestas llamadas a los celulares o a su casa, aun teniendo el número “dizque” privado. Y solo era cuestión de registrarse en el fracasado Registro Público de los Consumidores, identificado como RPC y al Registro Público de Usuarios de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, que llevará como identidad el REUS, siendo sus teléfonos 9628 0000 para las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey y el 01 800 962 para el resto de la República.

Hubo millones de usuarios que se registraron para supuestamente darles un fuerte golpe al abuso de estos promotores. Sin embargo, pasaron los años y a la fecha tanto esos negocios se mofaron y siguen haciéndolo a la fecha, por la medida que resultó todo un fiasco porque nunca se detuvieron para continuar promoviendo sus ventas.

Aún más, ahora no solo llaman ellos, sino también lo hacen los extorsionadores y secuestradores, todo aquello involucrado del crimen organizado, incluyendo los sofisticados estafadores que venden cualquier cosa, así como las falsas notarias, haciendo sus notificaciones vía telefónica. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023). www.intersip.org

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