No son malcriados

Por Guillermo Robles Ramírez
La hiperactividad e hiperquinesia que padecen muchos niños, puede ser un problema más peligroso de lo que se cree, porque de acuerdo con las teorías de quienes estudian esos comportamientos anormales, sino no se les da una oportuna atención, en un futuro no lejano los niños problema pueden convertirse en delincuentes en potencia.

​            Lo que para muchos padres el orgullo de ver a sus hijos con un don de líder y derroche de inteligencia en el hogar puede ser motivo de preocupación y un serio problema para el maestro en la escuela.

​            Tal vez por falta de conocimiento o por no querer ver la realidad del crecimiento de los niños, muchos padres de familia no alcanzan a darse cuenta de que a todos los niños les acechan los padecimientos que psicológica, educativa y medicamente se denominan hiperactividad e hiperquinesia.

​            Ambos fenómenos estrechamente ligados entre sí se manifiestan por conductas ajenas a su voluntad como constante movimiento, inquietud en el salón y rechazo a la clase, así como a la reprimenda de los padres. Para la cuestión médica este patrón en algunos niños es algo muy serio y si no se atiende puede traer consecuencias futuras más serias de lo que en realidad se cree.

​            La hiperactividad e hiperquinesia constituyen una amenaza para uno de cada 40 niños que se detecta en edad escolar, porque sólo un maestro puede descifrar hacia dónde pretende conducir una conducta de rechazo, de rebeldía y si a ello se suma que un niño con el primer de esos padecimientos se convierte en un caudillo por naturaleza, la situación se toma grave en la escuela.

​            Para la Educación Especial en la Secretaría de Educación Pública de Coahuila, la hiperactividad ha encontrado respuesta para aquellos padres que sin saberlo tienen en su casa a un niño genio, pero a la vez se ha convertido en un problema porque su comportamiento no es normal y su capacidad de intelecto rebasó las expectativas del grado escolar en que se encuentra.

​            Mientras que los niños con hiperquinesia, es decir, alto movimiento, es un problema diferente al anterior, porque la necesidad de una movilidad más constante implica que el niño no aprenda lo que se le explica en clases y, además, provoca que los niños de su alrededor también sean molestados y distraídos.

Para muchos profesores la solución es sacarlo del salón o mantenerlo castigado, pero en realidad, ambos casos requieren de una atención especializada más allá de los aspectos médicos y pedagógicos, por las consecuencias que ello puede traer en lo subsecuente.

​            Cuando se percibe la presencia de un niño líder, la SEP orienta al padre de familia para destinarle actividades y si aún no está en edad de acudir a un Grupo de Alta Competencia, es decir, son talleres con diferentes actividades fuera de su horario de clase, entonces se le brinda una capacitación para que en el tiempo libre se convierta en el terapeuta de su mismo hijo.

​            El riesgo de no atenderlo puede desembocar en conductas desadaptadas y puede manifestarse desde actitudes violentas, intolerancia, pendenciero y desacato a las normas y lineamientos del hogar y la agresividad es constante.

​            Anteriormente en Coahuila, para un maestro poderse quitar un problema, simplemente le daba el pase automático al grado inmediato; dándole pie a que se desatara otro tipo de problemas, es por eso por lo que ahora antes de dejar que un maestro tomara este tipo de decisiones ahora son valorados los estudiantes y poder canalizarlos mejor.

​            Existen distintos puntos de vista porque para un médico podrá decir que se trata de la inmadurez de las fibras neurológicas encargadas de inhibir otras, las cuales indican los movimientos, sensibilidades y comportamientos.

Para algunos psicólogos dirán que el niño busca llamar la atención. Buscando en una dinámica familiar la solución en terapia en la que equivocadamente el funcionamiento no es el adecuado para su crecimiento. Y es entonces cuando el menor o infante empiezan a manifestar síntomas de una constante actividad pareciendo ser inquietos en la escuela o bien, dentro de los hogares que por un intento de llenarlo con otras actividades como es el deporte, clases de cultura entre otros no serán suficientes para poder satisfacerlos. ​

Lo que es cierto es que la variedad de opiniones sobre la hiperactividad e hiperquinesia no es exclusivamente para ciertos niños, todos están expuestas a sufrir sus consecuencias de acuerdo con el comportamiento en el hogar y la atención que den los padres a su crecimiento. Hay que estar atento a los hijos y poner más atención a sus comportamientos para poderlos encauzar con los profesionistas especializados y sacarle el mayor provecho. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

Deja un comentario