Por Guillermo Robles Ramírez

            Apenas unos cuantos días el mismo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, transmitiera un video en la que minimizaba la pandemia del coronavirus en nuestro país, invitando a los mexicanos a que no dejaran de salir, diciendo lo siguiente mientras aparecía en una mesa con comida típica de Oaxaca; “yo les voy a decir cuando no salgan, pero si pueden y tiene posibilidad económica, sigan llevando a la familia a comer, a los restaurantes, a las fondas porque eso es fortalecer a la economía”…agregando al comentario también, “no hacemos nada bueno, no ayudamos si nos paralizamos, sin ton ni son, de manera exagerada”.

            Todavía no pasaba ni la semana cuando el mandatario de México, lanza un llamado emergente pidiéndole a los mexicanos lo contrario, es decir, que no salieran, “si no nos cuidamos, se nos van a saturar los hospitales”, al menos eso fue lo que dijo en otra transmisión hecha desde una oficina desconocida sujetando en mano una gráfica sobre la curva de contagios en México, seria tan alta que no habría capacidad para atenderlos, aunque se contradijo en el mismo mensaje que estaban preparados para recibir a miles de pacientes afectados por esta pandemia.

            ¿Dónde quedó, el no pasa nada?, es decir, resulta ilógico que a pocos días de una invitación de no dejar de salir, cambiara a un no salgan, cuando supuestamente estábamos en una fase uno y de repente brincamos a la fase tres, aunque en realidad estemos en la fase cuatro de acuerdo a la OMS, que es cuando el virus se dispersa en la comunidad, siendo imposible de trazar un mapa de contagio y el número de casos se incrementa.

            La preocupación de AMLO, sobre la curva de crecimiento de contagios es cuando se encuentra un país en la fase 5 y 6, que es cuando colapsa el sistema de salud pública y privada, pero sobre todo la primera.

            Un llamado a la nación de su mandatario para no salir y resguardarse en tan pocos días después minorizando el coronavirus en nuestro país con la invitación de no dejar de salir, así como tampoco dejar de abrazarnos y saludar con beso en la mejilla como lo estuvo haciendo en sus campañas de fin de semana. Solo nos hace pensar que estuvo escondiendo información a los mexicanos de cuántos casos confirmados o resultaron positivos del Covid-19. Algo que ni AMLO, y ni la primera no dama nunca van admitir y lo que es peor tampoco se va poder comprobar más que la perdida de la vida de muchos inocentes y uno de los sectores más vulnerables del país como son las personas de la tercera edad.

            Recordemos que México ya no es considerado como un país joven, es decir, en donde predominaban más jóvenes que personas de la tercera edad, así como también hay que recordar que el motor de este país lo genera negocios dentro de la economía formal compuesto por adultos entre los 40 y 50 años de edad, porque todavía muchos adolescentes no son considerados como generadores de trabajos o productivos por estar muchos de ellos terminando no solamente sus estudios profesionales, sino también hasta posgrados. En esta curva de muertes registradas causadas por el coronavirus se observa que la edad promedio de quienes no han podido lograr vencer el Covid-19, están dentro del rango de 40 a 55 años de edad, aun cuando dicen que quienes tienen menos probabilidad de sobrevivir son aquellos a partir de los 65 años de edad.

            Ahora bien, si es cierto que México ha sobrevivido muchas calamidades, en caso de vencer esta pandemia, seguramente va ser no gracias al Presidente de México, tampoco a la primera no dama del país, así como el empresario Ricardo Salinas Pliego, quien al igual que Andrés Manuel López Obrador se revelan ante el coronavirus, negándose a la realidad sobre el peligro que representa esta pandemia.

            Algo va ser seguro que no todas las entidades federativas lograran vencer a este enemigo invisible, sino aquellos gobernadores y alcaldes del país que lograron vencer al enemigo visible del país, es decir, al Presidente de México al no acatar la orden del gobierno federal y sus instancias de salud nacional de no hacer nada al respecto al Covid-19, es decir, no tomar medidas preventivas para evitar que esto se expandiera de una manera irresponsable como lo hiso la federación.

            Al menos los coahuilenses se encuentran más que satisfechos, sino con una percepción de seguridad por su mandatario estatal el Ing. Miguel Ángel Riquelme Solís, así como el del alcalde saltillense, Manolo Jiménez Salinas quienes han liderado todas las medidas de sanitización de los espacios públicos, edificios y transporte para evitar la propagación del coronavirus.

            Hasta cuando va entender el “Señor Presidente” y la primera no dama que esto no se trata de un enemigo adversario de la política, tampoco se trata de algo que pertenezca al periodo neoliberal como suele llamarle AMLO, a todo lo que se hiso en gobiernos anteriores; tampoco se puede justificar la carencia de medicamentos que existe actualmente a un año y tres meses de como mandatario del país siendo el sector salud el que está pasando su peor crisis y más cuando su personal no tiene ni el equipo mínimo de protección para enfrentar el Covid-19 como son suficientes cubre bocas, guantes y lentes pero lo que es peor no tienen capacitación y protocolo alguna para esta pandemia. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org