Guillermo Robles Ramírez

No pasa nada, “como anillo al dedo”: ¿qué sigue?

Por Guillermo Robles Ramírez

            Siempre en una crisis ante cualquier situación, el ser humano puede sacar lo mejor de uno o lo peor. Si pensábamos que ya lo habíamos escuchado todo del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; seguramente estábamos muy equivocados.

            La semana pasada el mandatario del país afirmó que la pandemia del coronavirus por la que está sufriendo México, es perfecto ya que dijo textualmente “vamos a salir fortalecidos, o sea, que nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”.

            ¿Pero realmente quién tiene la culpa, es decir, el Presidente o quienes lo pusieron ahí? Nadie en su santo juicio se atrevería a decir que la pandemia del Covid-19, puede ser bueno para propósitos políticos cuando se trata de un virus que su contagio ha traído no solo a México, sino en muchas partes del mundo la muerte de miles de gente, desempleo, aislamiento social y colapso sanitario, así como en la economía mundial. Para el Andrés Manuel López Obrador esto representa algo bueno para poder celebrar bajo la desgracia tan enorme no solo en el país sino en el resto del mundo como algo bueno para la 4t, es decir, la cuarta transformación.

            Estamos viendo que tenemos de Presidente de México a una persona egoísta que solo piensa en su beneficio político de una transformación fallida que él no quiere ver. La demencia senil de AMLO, le ha restado no solamente capacidad para concentrarse en las decisiones rápidas y acertadas que se tiene que hacer para luchar contra la pandemia del Covid-19.

            Este siempre será el peligro de poner al frente a un político de la tercera edad al frente de un país, o bien una entidad, en donde pierden razonamiento y juicio que lo puede llevar a tomar decisiones, acciones y hablar como una persona verdaderamente loca, que por definición es la “acción imprudente, insensata o poco razonable que realiza una persona de forma irreflexiva o temeraria”.

            Pero más culpa tiene su equipo de trabajo, así como todos los miembros del partido Morena, quien nadie se atreve a corregirlo y menos para decirle lo equivocado que esta, haciéndolos tan culpables o peores por no hacer nada al respecto.

            Esa es la esperanza de México ante esta época tan difícil de crisis y muerte mundial causado por el coronavirus. Esa es la posición de México ante el mundo y su gusto por una desgracia que a afectado en otras naciones.

            No hace falta recordarle a López Obrador que el coronavirus ha cobrado un poco más de 68 mil vidas en todo el mundo, y de esos 79 al día de ayer domingo le pertenece a México. Y no hace falta recordarle ya que son las mismas cantidades que él mismo tiene y anuncia en sus conferencias mañaneras. Eso hace pensar que es una persona perversa y peligra para nuestro país.

            Los mexicanos estamos solos, es decir, no contamos con un mandatario nacional, ya que ha dejado en el olvido el sector salud en su perversa mente que cada vez que es criticado por sus malas decisiones y acciones, AMLO reacciona inmediatamente con señalamiento de ser provocadores.

            Los hechos lo dicen todo cuando en días pasados y actualmente personal del IMSS han protestado en diferentes entidades del país por la falta de equipo necesario y protocolos para atender a pacientes del Covid-19, resultando como consecuencia el epicentro del coronavirus en la cabecera municipal de Monclova, Coahuila por culpa de la negligencia del gobierno federal resultando al menos 26 miembros del personal médico del Instituto Mexicano del Seguro Social de aquella entidad y dos muertos. ¿Eso es perfecto o “como anillo al dedo” para la 4t? (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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