No las uses
Por Guillermo Robles Ramírez
Mucho se dice sobre la libertad de expresión, pero muy poco se sabe de ello, ya que es muy fácil vociferar sobre derechos y al mismo tiempo caer en una incongruencia. Una característica muy común que tienen aquellos que gritan a los cuatro vientos que fueron cuartados de su libre expresión nunca se fijan que a la vez pisotean el derecho de los demás.
Con la recién restricción de las redes sociales que aplicaron a Donald Trump, siendo todavía Presidente de los Estados Unidos, se abrió un debate que en lo personal no se debió de haberse hecho polémico en cuanto a la libertad de expresión. Ya que estoy convencido que, en el caso de las redes sociales como Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram y YouTube, son compañías o empresas de particulares muy independientemente que tengan convenios comerciales con diferentes compañías se trata, precisamente de eso: una red social privada.
Como cualquier negocio existen reglas o normas necesarias para poder tener un orden, ya sea tanto para trabajadores, así como consumidores según el caso. Así de la misma manera trabajan estas redes sociales en donde la mayoría de los usuarios nunca lee las condiciones de estas plataformas en donde se especifica claramente las políticas, condiciones del servicio, normas comunitarias y política de datos, así como el uso de las mismas.
Pero como se dice coloquialmente en nuestro país, los huevones, de no querer leer todas estas condiciones al usar las redes sociales, hace que la ignorancia sea la madre de todas las estupideces; haciendo creer equivocadamente, que por ser una red social tienes derecho de pisotear lo que desde un principio aceptaste al usar esa plataforma de comunicación.
Para comenzar desde el momento que cualquier usuario comparte una foto o un video, personal o de cualquier índole, deja de pertenecerte ya que así lo aceptaste desde un principio al momento que te dio flojera de leer todas las condiciones y políticas de cada una de las empresas privadas de redes sociales. Y si se cuestionan, ¿a quién le pertenece?, la respuesta es sencilla: a la red social.
Lo mismo está sucediendo con la mensajería instantánea más utilizada en nuestro país, en donde han estado actualizando sus nuevas condiciones de uso y/o privacidad, que tiene como plazo hasta este febrero 2021, en donde se usaran tus datos de ubicación, y algunos contenido como información bancaria para venderlas con fines publicitarios y aunque aseguran que los mensajes de texto serán respetados, eso será algo que tendrás que decidirlo si les crees o no, pero hasta el momento con personas que he intercambiado opiniones a las nuevas políticas sus respuestas han sido que ni siquiera las leyeron y que solo aceptaron las nuevas políticas del WhatsApp. Para que después no se queje la gente que invadieron su privacidad.
Considero que todas esas redes sociales, tienen el derecho de decidir qué se debe de publicar, así como aquello que no y también tienen todo el derecho de censura todo lo que esté en contra de sus políticas empresariales. A quien no le guste que se ponga a buscar alguna plataforma gratuita y que sea popular o bien, puede crear su propio blog, para pasar a ser un cibernauta gritando en el vacío.
La gente no se da cuenta que la libertad de expresión solo puede llegar mientras no invada los derechos y garantías de los demás, pero también cuando se trata de un asunto de interés público o una comunidad ese derecho de expresión deja de ser de carácter personal o privado siendo sujeto a la critica pública. Y aunque tengas ese derecho de expresarte, también conlleva responsabilidades.
Si no te gusta las medidas tomadas por las redes sociales, que consideran como ir en contra de sus políticas y normas; simplemente deja de usarlas o aguántate, y corre el riesgo a que también cancelen o censuren tu cuenta.
La decisión de Twitter, Facebook, Instagram, y YouTube en cancelar y/o censurar la cuenta del hombre más poderoso del mundo y multimillonario, Donal Trump, abre un capitulo nuevo para hacer respetar las redes sociales ya que mucho se ha abusado en ellas, sin que nadie tuviera consecuencias, así como aquellas personas que cobardemente usan bajo nombres falsos o alias, para expresar cualquier cosa sin tener efectos legales. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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