Nadie los detiene

Por Guillermo Robles Ramírez

Como cáncer se extienden lo mismo en Torreón, que en Monclova, Saltillo, Piedras Negras, la Región Carbonífera y otras cabeceras municipales de Coahuila, las actividades de los ladrones de alambre de cobre, que están dejando a oscuras a cientos de familias en colonias y barrios de la mayoría, por no decir de la totalidad de las ciudades de Coahuila, porque en verdad, estos sinvergüenzas están actuando lo mismo en comunidades pequeñas, como medianas y grandes.

Sin embargo, no solamente la paraestatal CFE, son víctimas de los capos del cobre, sino también han extendido su comercio ilícito para la empresa Telmex, quien ha sufrido el robo de miles de toneladas de cableado tanto de vía pública, así como la subterránea que se encuentran en colonias o diferentes sectores, y si bien una parte de ello está hecho de material fibra óptica; no es impedimento alguno para ser comercializada hasta en el comercio exterior y lo restante fundida como chatarrería. Cada vez es más recurrente que sectores de la población se quedan sin señal de Internet, afectando a empresas que dependen de ésta herramienta, así como también a sectores de educación y en gran parte de la población estudiantil que dependen de la navegación cibernética para realizar tareas o consultas vía Web.

Este tipo de robo que se ha puesto de moda no solo en Coahuila, sino a diferentes entidades federativas, siendo la CDMX, una de las que más afectadas en donde supuestamente es considerada de los dientes hacia afuera una ciudad segura.

El negocio tan lucrativo del robo de cobre, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza no solo para las autoridades municipales, sino para los fraccionadores y promotores de viviendas, ya que estos ratas, lo mismo están operando en plena calle sacando los cables o, alambre de cobre de los conductores eléctricos del sistema de alumbrado público, como de los mismos sistemas que hay en colonias y barrios. Lo mismo sucede con las toneladas de robo de cable de las empresas de telecomunicación, ya que Telmex no es la única que ha sufrido sino también existen otras que se dedican al mismo rubro y empiezan a vivir la misma pesadilla de estos capos del cobre.

Antes se decía que una de las principales víctimas y a la que mayor cantidad de robos se le ha hecho, es la Comisión Federal de Electricidad, la que ha tenido que lamentar cientos y hasta miles de kilos de alambre de cobre, con la pérdida de muchos miles de pesos. Pero en la actualidad el negocio del mercado negro se diversificó con el robo del cableado de las empresas de telecomunicaciones.

Los cacos de alambre de cobre están actuando a diferentes horas y por distintos lugares de las ciudades de Coahuila, contando con la complicidad de los chatarreros o aparachuecos, que es normal compren cosas robadas, ya que no exigen factura o comprobante de propiedad lo que facilita la compra de lo robado, aunque a precios ridículos e irrisorios.

Para parar a otros delincuentes y dejen de afectar a cientos de familias coahuilenses cuyas calles y sectores donde viven se quedan a oscuras, es indispensable contar con dos cosas: que los vecinos o, ciudadanos denuncien a las autoridades policiacas cuando vean a sospechosos en sus sectores de vivienda y sobre todo en el momento en que están cortando y jalando los alambres de cobre de los sistemas del alumbrado público y segundo, que las autoridades policiacas aprieten las tuercas a los chatarreros, aparachuecos o compradores de artículos robados, pues mientras exista este tipo de “comercio”, es decir, quién compre cosas robadas, habrá rateros.

Tanto de parte de los ciudadanos como de los cuerpos policiacos, debe existir una plena colaboración y un mayor esfuerzo y aportación de voluntad para tener en Coahuila ciudades más seguras y tranquilas.

Resulta inverosímil que con tanta tecnología que cuentan las autoridades, y sin hacer mención específica a alguna entidad federativa o municipal ya que la tecnología y los recursos están a disposición a nivel nacional; y así como también la misma ciudadanía que tienen en sus manos un celular, mismos dispositivos  cuentan todos con la capacidad de grabar un video y fotografiar, sin embargo; es una toma de decisión del ciudadano de querer hacer lo correcto, de poder hacer un testimonio con el celular, cuando ven en flagrante acto ilícito.

Sin embargo, tal parece que solo interesa grabar y publicar aquellas o aquellos, momentos desquiciados para ponerles un apodo o adjetivo calificativo como acompañados con las frases, “lord”, “lady”, entre otros.

No obstante, el problema está yendo de menos a más, pues ya se han formado verdaderas bandas de ratas de alambre de cobre, y cable de telecomunicaciones, en donde de una ciudad se trasladan a otra para evadir a la policía, aprovechando el hecho de que nadie hasta el momento ha podido detener a estas ratas de dos patas, que actualmente se agruparon y se organizaron para convertirse en verdaderos capos del cobre. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva) www.intersip.org

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