MÉXICO Y SUS DOS CARAS
Nuestro país lleva cuatro años que no se ha podido levantar desde el efecto bumerán cuando explotó la “burbuja inmobiliaria” en Estados Unidos, pegándole a su sistema financiero y teniendo efectos en las operaciones comerciales internacionales entre ambos países.
Mientras que los estadounidenses buscaban la solución para salir adelante con estímulos fiscales en México, siempre se ha hecho lo contrario, pues en aquel entonces Felipe Calderón Hinojosa, subió los impuestos con la creación de IETU, para satisfacer las necesidades urgentes fiscales al igual o peor que lo está haciendo el actual Presidente de México, Enrique Peña Nieto, con su reforma hacendaria para juntar más dinero sin poder incentivar y crear productividad con nuevas inversiones o simplemente evitar el cierre de las pequeñas y medianas empresas al no poder con la carga fiscal ya que en el primer caso quedó demostrado que no se pudo tener un crecimiento real en el país, sino todo lo contrario, porque los números son manipulados para la demostración de éxito, aunque se vive una realidad diferente a lo que muchos dicen que efectivamente hubo una recuperación y en éste caso se repite la historia, pero con una cacería y terrorismo fiscal que está llevando a cabo el actual Gobierno Federal que los mexicanos ahora tienen otro enemigo a quién temerle porque ahora se tiene el terrero del crimen organizado y el terror hacendario de qué cuidarse.
Se dice que el pueblo que no conoce su historia está condenado a cometer los mismos errores ocurridos en el pasado, por lo que es más que evidente que la solución para salir de la gran pobreza es cobrar más impuestos, resultando incongruente pretender sacarle jugo al tuétano y aunado que si en el 2009 también apareció sin previo aviso el virus H1N1 dejándonos aislados del resto del mundo porque se estaba convirtiendo en una pandemia teniendo un impacto muy negativo en la industria turística mexicana en un porcentaje muy alto.
En aquel año se logró controlar a tiempo la pandemia del virus siendo algo nuevo en nuestro país y nos acostumbramos a tener todas las precauciones necesarias porque efectivamente estaba afectando aún más la economía del país y estábamos todos asustados siguiendo todas las recomendaciones dadas porla Secretaríade Salud como la utilización de los cubre bocas que tuvieron una gran demanda llegando a su escasez en muchos lugares, la utilización del gel antibacterial pero sobre todo la disciplina de los saludos afectuosos entre amistades y familiares con el beso en la mejilla.
Las condiciones de hace cuatro años no son diferentes a las actuales y si quienes nos representan desde el poder ejecutivo y legislativo en conjunto con las dependencias que interactúan tanto en el sector financiero, económico y salud tratan de amenorizar el impacto de pobreza con la fachada estadística en el Fondo Monetario Internacional para pretender reflejar resultados de un crecimiento en la economía mexicana en base a una carga fiscal y por otro lado, no darle la importancia y números reales a los reportes que la Secretaríade Salud que confirman 3 mil 898 casos de influenza, sin importar su categoría y con la limitante de la vacuna a solo niños y niñas de 6 meses a 5 años de edad, personas mayores de 60 años, mujeres embarazadas, personal de salud y cualquier persona que tengan enfermedades pulmonares crónicas, obesidad, diabetes, enfermedades de corazón, cáncer y sida que cada una de éstos padecimientos mencionados entran al criterio de cada personal que labora en la aplicación de la vacuna pues hay que demostrarlo clínicamente. La irresponsabilidad del Gobierno Federal deja expuesto al resto de la población que activamente son generadores de la economía a que de alguna manera sean contagiados con el virus de la influenza. Pero importan más las fachadas estadísticas que la realidad tapando al resto del mundo y quedando bien ante los ojos de los demás una buena economía y salud entre los mexicanos para que no sean espantados. ¿Es acaso ésta la verdadera cara de México?, o vivimos dos caras. Seguimos sin conocer nuestra historia y expuestos a ser condenados por nosotros mismos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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