Mexicana en condado de EEUU
Por Arturo Ríos Ruiz
* Va por vacante del Condado
* Sangre guerrerense hasta allá
Seis demócratas con currículums cívicos sustantivos están compitiendo para llenar una vacante en el asiento del Consejo del Condado de Snohomish creado por la sorpresiva partida de Stephanie Wright esta semana. Una paisana de sangre guerrerense podría ser la ganadora.
Es concejal de la ciudad de Lynnwood Julieta Altamirano-Crosby, de 51 años, ganó un escaño en el Concejo Municipal de Lynnwood en 2019. Nativa de México dijo que «es hora de que tengamos una mujer calificada de color en el Consejo del Condado».
«El condado de Snohomish merece un consejo, representativo de su composición diversa», dijo en comunicado de prensa. Citó las cifras del Censo de los Estados Unidos de 2020 que muestran que 36% del distrito son personas de color y el 21.5% de sus residentes son nacidos en el extranjero.
«La fortaleza de nuestro distrito reside en su gente, sus negocios y sus centros de aprendizaje». Afirma la paisana que cuenta con un buen respaldo de los votantes para este evento, que está casada con estadunidense,
Es Investigadora con un doctorado en comunicación social, miembro de la Comisión de Asuntos Hispanos del Estado de Washington. También cofundadora de la Fundación WAGRO, organización sin fines de lucro para proporcionar recursos a personas o grupos de las comunidades marginadas y desatendidas.
La competencia está reñida y todos, como es natural exponen en sus discursos las soluciones para los problemas que aquejan a un conglomerado de 900 mil personas que viven en Condado que son de una buena preparación y analizan muy bien su voto.
El condado de Snohomish fue fundado en 1861, es uno de los 39 existentes en el de Washington. En el 2010 tenía una población de 711,100 habitantes en una densidad poblacional de 112 personas por km². La sede del condado es Everett.
Es una entidad del estado de Washintong de más politizadas y con una actividad productiva muy asentada, sus habitantes son participativos y colaboran con esmero por sus candidatos para ocupar cargos públicos y también saben exigir el cumplimiento de las promesas de campaña.
Conocí hace varios a Julieta Altamirano-Crosby, por su hermano Paul, con quien laboramos en el Senado de la Republica y ella era una buena estudiante con excelentes calificaciones y ya le encantaba la política y el destino y el amor la llevaron a mudarse de país sin olvidar sus raíces.
Preparada, con ímpetus de servicio y políticos, en donde se encuentra persigue la busca manera de figurar en su nuevo país y le deseamos todo género de suertes para su cometido.
rrrart2000@hotmail.com y Facebook
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