Mejor túmbenlos
Por Guillermo Robles Ramírez
Crece desmesuradamente el número de accidentes viales en Saltillo, Coahuila y de manera muy preferente a lo largo de la ruta conocida como “los puentes” que abarca el periférico “Luis Echeverría” y el bulevar “Venustiano Carranza”.
Los factores principales se atribuyen al exceso de velocidad y descuido de los conductores, ocurriendo en horas de mayor tráfico que es por la mañana y en la tarde, es decir, a la entrada y salida de quienes van a trabajar o bien llevan a sus hijos a las escuelas, así como jóvenes conductores que se dirigen a sus centros educativos.
Es un hecho que la ruta “los puentes” construidos en su mayor parte durante los cinco años del ex gobernador Humberto Moreira Valdés y unos cuantos en administraciones pasadas estatales como el de Eliseo Mendoza Berrueto, Enrique Martínez y Martínez, representan las vías más rápidas para trasladarse de un extremo a otro de la ciudad, pero igual para ir a inmediaciones de esta capital, lo que, en efecto, son de mucha utilidad y beneficio.
¿El problema?, persistimos, las excesivas velocidades a como se conduce y el descuido de los responsables de estos percances, lo que es lo mismo, exceso de confianza.
La Dirección Municipal de Vialidad, se ha cansado de invitar y exhortar a los conductores a reducir la velocidad y particularmente que no se distraigan al ir manejando, pues los repentinos embotellamientos motivan detenciones o frenadas bruscas e inesperadas que al ir con demasiada velocidad y distraídos, a causado la “carambola” de hasta 40 y 50 unidades motrices, siendo esto con mayor frecuencia en horas en que la ciudad es envuelta por densa neblina que reduce la visibilidad o bien al estar lloviznando, agregándose el exceso de velocidad y descuido, dando como resultado que la zona de estos puentes viales sean las más recurrentes en accidentes.
Y el número de accidentes continua al alza desde que se eliminaron los retenes en los fines de semana conocidos como operativo antialcohol, siendo que en la actualidad se observan muchos vehículos circulando a exceso de velocidad a las dos de la madrugada y evidentemente los conductores alcoholizados, siendo notorio por el zigzagueo de los autos; el mínimo respeto a la señalización y ni haciendo un intento de alto o bajar velocidad en los semáforos cuando está la luz roja.
Saltillo, de los 38 municipios de Coahuila, es la ciudad que cuenta con mayor número de puentes viales, siguiéndoles luego Torreón y Monclova, pero siendo la primera de las poblaciones mencionadas donde se han construido más puentes vehiculares.
Ante el desacato de los conductores que siguen ignorando las medidas precautorias recomendadas por las autoridades de Tránsito o Vialidad, las autoridades del ramo se han declarado impotentes, pues no se ha logrado tener una respuesta positiva y favorables de parte de los automovilistas.
¿Solución?: Aplicar la técnica y disposición que en su momento se tomó en el caso de Torreón, Coahuila, cuando el Distribuidor Vial “Revolución” se convirtió en el dolor de cabeza de las autoridades del Estado.
Dicho Distribuidor vehicular construido en la Perla de La Laguna, en el último año del gobernador Enrique Martínez y Martínez, a los pocos días de su inauguración se vino abajo un camión de carga al tomar una de las curvas contempladas en el complejo de ese Distribuidor.
Fuera del susto del conductor, así como de la pérdida de gran parte de su cargamento consistente en cajas con huevos, las cosas se mantuvieron en aparente calma, para al transcurrir unos cuantos días, se repitió un accidente más cuando un tráiler se vino abajo.
En uno de los viajes que hice a Torreón, casualmente utilice dicho Distribuidor y al entrar a la curva “satanizada” por los dos primeros accidentes, sentí que el vehículo que conducía me “jaló” hacia el lado derecho o sea hacia fuera y por fortuna, nada serio ocurrió fuera del consiguiente susto.
Señales fosforescentes y con luz solar, en la entrada del Distribuidor marcaban una velocidad máxima de 50 kilómetros, entendí en ese momento que entré a la mencionada curva con exceso de velocidad, al menos esa fue la experiencia que en lo personal tuve, comprendiendo que todo era cosa de bajar la velocidad.
Empero, en aquella época del gobierno estatal que ya se fue, se tomó una decisión tan radical que se ordenó tumbar el famoso Distribuidor Revolución y se hizo uno nuevo, al fin y al cabo, había harta lana, así es que entre los 600 millones a 800 millones de pesos que costó derribar y levantar un nuevo puente, fueron realmente una bicoca.
El argumento del gobierno del pasado fue en el sentido de que estaba mal construido y que el peralte o sea la altura que se dio en la curva, no era el correcto.
Vinieron especialistas en construcción de las Universidades de Guadalajara, de Nuevo León y se tuvo la opinión de especialistas reconocidos.
Sobre la opinión de esos conocedores, el Distribuidor Revolución lo tumbaron, haciéndose a un lado el exceso de velocidad con que los choferes de vehículos de carga y conductores de autos y camionetas hacían su paso por la tan mencionada curva.
Los torreonenses todavía cuestionan y externan sus dudas si el Distribuidor Revolución lo echaron abajo porque estaba mal el nivel e inclinación del peralte; estaban mal las relaciones de los gobernadores saliente y entrante de esos años, fue un capricho o fue un gasto por gastar.
Pero independientemente cualquiera que sea la respuesta correcta, lo que sí es un hecho es que ya no salió volando ningún otro camión.
¿Si en el camino de “los puentes” en Saltillo, los percances son cada vez más frecuentes?, “po´s” entonces túmbenlos (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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