Mejor los gringos lo celebran
Por Guillermo Robles Ramírez
Para la mayoría de la ciudadanía preferentemente para quienes laboran en una empresa o negocio, y evidentemente cuenten con las prestaciones de ley; son los primeros que marcan dentro de su calendario del año, los días considerados como asueto o puentes, indicados como fechas de descanso obligatorio.
Por lo general, esos días importantes son para recordar algún hecho histórico a nivel nacional, y en esta ocasión se acerca una fecha importante, aunque no es considerado como descanso obligatorio por el Artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo.
Una fecha que debe de ser recordado no solamente en las instituciones educativas, sino también en el ámbito político, ya que se trata de la victoria sobre las fuerzas francesas.
Me refiero a cada 5 de mayo, ya que en ese mismo día, pero en el año 1862, se recuerda la Batalla de Puebla. Esta no fue un simple incidente o hecho aislado, sino que en 1857 estalló la “Guerra de Reforma”, distinguiéndose en un conflicto civil enfrentando a liberales cuya creencia era la separación de la Santa Sede, es decir, la Iglesia; pero, por otro lado, se buscaba la libertad de la religión, en contra de los conservadores quienes estaban a favor de esa unión estrecha entre la Iglesia católica y el gobierno federal.
Al final de esta guerra civil dejó al país en la ruina en el año 1861, dejando como única opción la suspensión de todo pago a la deuda externa, siendo Benito Juárez presidente de México.
Sin embargo, la suspensión de pago a los extranjeros tuvo un motivo sencillo. El gobierno no tenía dinero y fue algo que molestó a Gran Bretaña, España y Francia, porque México les debía dinero, así que las tres naciones europeas, se unieron para obligar a México a pagar lo que se les debía.
Iniciaron los ataques por los países inconformes, pero no fue hasta en la mañana del 5 de mayo como fecha clave por la cual se conmemora en México. Cuando en aquel año se creyó que Puebla caería fácilmente, pero no fue así; culminando en una gran derrota para los franceses. En ese entonces se calculó como bajas francesas alrededor de 460 muertos y muchos heridos; mientras que para los mexicanos fue un total de 83 asesinados.
No fue un día fácil para nuestro país y en resumen esos fueron los hechos históricos en donde los mexicanos solamente lo ven como un día de asueto cuando realmente hay mucho que conmemorar y honrar.
Pero contrario a los Estados Unidos, la fecha del 5 de mayo es una de las fechas más históricas y recordadas, ya que es un excelente día para celebrar con desfiles, fiestas temáticas e incluso, la Casa Blanca realiza un evento especial para conmemorar la Batalla de Puebla de 1862 y los presidentes en turno recuerdan de manera oficial el suceso, viéndose interrumpida por expresidente estadounidense Donald Trump, y reanudándose con el actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden; quien dijo en su primer año de la Administración en el 2021: “pegado y resistencia de México”.
El motivo por el cual lo celebran con mayor fervor en los Estados Unidos es por dos simples razones. La primera es que suelen confundirlo con el Día de la Independencia de México. Un error provocado por la ignorancia cultural de los estadounidenses creyendo que fue el comienzo de la guerra de México para independizarse de los españoles.
La segunda confusión, o malentendido por parte de los estadounidenses, es que confunden la festividad del 5 de mayo, con el movimiento de los activistas chicanos en los años 60 en su lucha contra la segregación racial.
Equivocados los estadounidenses o no, en su concepto de la celebración del 5 de mayo como la Batalla de Puebla, lo que sí es cierto es la apatía, indiferencia o falta de patriotismo de los mexicanos de no celebrar y recordar con orgullo lo que nuestros antecesores revolucionarios hicieron por nuestro país.
Una lucha legítima de causa social, porque en la actualidad la “lucha social” y “el patriotismo”, son conceptos que han perdido su significado o definición, perdiéndose su sentido heroico.
Como es posible que mejor nuestros antepasados pudieran luchar victoriosamente contra los saqueos extranjeros, y en la actualidad los mexicanos no puedan contra el saqueo y robo de nosotros mismos; es decir, funcionarios públicos desde el más pequeño, como pudiera ser un policía que roba al que menos tiene, alcaldes, gobernadores y hasta mandatarios del país, así como una gran parte de su gabinete. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva) www.intersip.org
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