Por Arturo Ríos Ruiz

*“Ventaja”, por parecido a Juárez. 

*En Hacienda, prueba de fuego 

Los medios contribuyen mucho a la desorientación, apenas acaba de llegar Rogelio Ramírez de la O, a la Secretaría de Hacienda y ya hay especulación que podría ser el “tapado” para el 2024. 

Es más, se han aportado deducciones pueriles como la fachada de su cara que da el flashazo de Benito Juárez y le conceden cierta ventaja por ese hecho de tratarse de un personaje amado por el presidente. Tiene tres años para demostrar sus habilidades y demostrar que lo merece.  

Rogelio Ramírez de la O, doctor en economía por la Universidad de Cambridge y licenciado en economía por la UNAM, (de los que tanto critica AMLO), ha sido asesor económico de Andrés Manuel López Obrador desde hace más de una década; incluso, fue la propuesta del hoy presidente para ocupar la Secretaría de Hacienda en 2012. 

Todo surge a raíz de la vilipendiada que han sido objeto dos funcionarios el gabinete que puenteaban, Claudia Sheimbaun y Marcelo Ebrard, por eso, alzó la mano Ricardo Monreal que sólo esperaba el momento oportuno. Hasta le dieron chanza a Gatell en su momento de gloria, pero sus dislates lo acabaron. 

No olvidemos que el presidente no toma en cuenta las faltas de los de su lado, sólo tiene en la mira los adversarios, con esos sí se va con todo, ejemplos sobran: el imperio inmobiliario de Bartlett y su pendiente con Estados Unidos, por el caso del agente de la DEA, Enrique Camarena. 

Igual Eréndira Sandoval y su marido John Akerman, con un buen capital de inmuebles que no coinciden con sus ingresos, pero pesó más su campaña contra Félix Salgado por beneficiar al hermano de la dama, Amílcar, para la candidatura de Guerrero, olvidando que el guerrerense es más cómplice que subalterno. Ese detalle es más fuerte que el afecto en política. 

El apoyo a Félix, con su relicario de acusaciones del delito fatal de violación, bajado de la candidatura por el INE y colocar a la hija impreparada, marca la idea que el padre será el poder tras el trono; los compromisos pactados en la oscuridad con grupos ajenos al gobierno.  

La realidad que nos aconseja el sentido común, es que tanto Claudia como Marcelo continuarán su lucha por la silla mayor; ella, se esfuerza por explicar la debacle que resintió al perder la mayoría de las alcaldías y el Congreso local como mea culpa de los descuidos en las clases sociales de la capital, campaña de desprestigio y oros, como si no supiéramos que su apatía la perdió. 

Marcelo, hace aparente mutis sobre los cargos que le pesan de la Línea 12, fue el primer constructor, pero su pasado también lo condena, los agentes quemados vivos en Tláhuac por narco menudistas, en cuyo auxilio no llegó como jefe de la policía y ya viene terrible para él el informe de la Línea 12; todo se le recordará en los momentos. Monreal, con colota más grande que su edad. Caballada flaca.  

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