Más comodidad y caro

Por Guillermo Robles Ramírez

Dicen que la comodidad cuesta y, es toda una verdad que nadie puede negar. Por ejemplo, el gas natural entubado hasta el domicilio del usuario es una gran comodidad, aunque resulta más caro que los tradicionales y modestos cilindros o bien, más “moderno” que los tanques estacionarios en los que se surte gas llamado LP que es apestoso y nauseabundo hablando de olores, mientras que el natural, y disculpando la redundancia, es natural siendo inoloro.

Habrá quienes rebatan y pretendan justificar lo caro del gas natural, que por cierto y si usted no lo sabía, tiene menos energía que comparado al LP, lo que significa que para calentar algo se gasta más combustible, pero si lo duda; los números lo dicen todo, desde su contratación porque hay que pagar un medidor, la introducción de las líneas en el interior de su casa, destrucción de pisos y reparación del mismo y aparte, un consumo mínimo, se use o no, como sucede con el agua y la luz, pero la comodidad cuesta y también hay que justificarla.

Pues bien, los usuarios del gas natural tendrán que sumar una “comodidad” más con el desabasto de gas que habrá dentro de corto y mediano plazo. Aunque aparentemente se ha mantenido un precio estable al inicio de este 2023. Pero eso no será por mucho tiempo ya que el repunte de consumo en los últimos tres meses, es decir, noviembre, diciembre del año anterior y lo que va el primero del presente año, el consumo del gas natural ha tenido mucha demanda.

México no puede cubrir toda esa demanda teniendo que depender una vez más del suministro de Estados Unidos, siendo que en ese país sí ha tenido un aumento por el gran consumo provocadas por las fuertes tormentas de nieve en USA.

Por otro lado, la pobre infraestructura que tiene nuestro país en la tubería de la red distribuidora y su capacidad limitada ante la exagerada demanda del gas natural, lo mismo por las industrias que para uso doméstico; no hay manera de resolver el problema de abasto en un corto plazo, pues no se trata de que no hay gas, sino de la capacidad de distribución. Para ser más simples, en los tubos de la red de distribución no se le puede inyectar más gas que el que cabe y el que cabe no es suficiente para cumplir con la demanda o pedido. Así de fácil y sencillo.

Pero, insistimos, la comodidad cuesta y los usuarios del gas tendrán que cargar en fecha próxima el costo de la comodidad.  Y sin mencionar el incremento de la canasta básica, así como el fracaso del gobierno federal en detenerla. Así también como el impacto que están por recibir los mexicanos en este 2023 por el retroceso más bajo en el desempeño económico en los últimos cuatro años de la Actual Administración Federal por la regresión económica del -0.9%, cifra proporcionada por el Banco Mundial. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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