Marcelo, como pompa de jabón
Por Arturo Ríos Ruiz
* Inició como el más indicado
*Final, en espera de un hueso
El laberinto en que se metió Marcelo Ebrard Casaubón, lo hizo tronar como pompa de jabón, quedó finalmente sin nada, su cartera política es semejante mi cartera, con tan poco, que regresó a Morena con la cola éntre las patas, en espera del perdón del Brujo Mayor y le otorgue un nuevo cargo para continuar.
Con esta exhibición que lo presentaba como el mejor elemento para representar a Morena en el 2024:”El más preparado, el más eficiente como canciller, interprete e lujo del presidente que apenas habla el español, experto en las lides de la política y su lealtad al presidente desde el año 2000. Todo los deshizo con posturas indefinidas y, se quedó solo.
Es interesante recordar los hechos en este lío de Marcelo, sus choques con AMLO están registrados en la conciencia ciudadana, testigo mental de los mismos. Hubo desencuentros entes del ex canciller con el mero, mero en repetidas ocasiones, cuando quiso ser oponente a su mismo partido, con la idea de desplazar a Claudia Sheinbaum.
A inicios de septiembre pasado, AMLO, fue cuestionado sobre lo que ocurrió con Marcelo Ebrard, quien abandonó el proceso para elegir al candidato de Morena, para las elecciones de 2024, tras denunciar irregularidades en el conteo de boletas.
La respuesta fue que, “Ojalá se dé la unidad, pensando en el proyecto, porque si no se piensa en el pueblo, no sirve de nada un político y es un «ambicioso vulgar». Un contenido ambiguo que propone solución y al mismo tiempo amenaza y la última después se cristalizó.
Marcelo configuró una imagen interesante como estrategia de presión, incluso se unió Ricardo Monreal como comparsa al inició, después el de Zacatecas se acomodó y lo dejó solo.
El presidente, dio a conocer su postura como aquel viejo adagio de… “Te digo público para que entiendas Marcelo”. “No hay que presionar a nadie” para que se quede en Morena, elogió al excanciller y señaló que “todos somos libres” para hacer política”.
Luego lanzó duras críticas a quienes comprometen la unidad por disputas en el reparto de cargos políticos. “Quien no tiene ideales, quien no piensa en el pueblo es un politiquero, un arribista, un grillo ¡Sopas!… diría Marcelo.
En su devenir político, Marcelo ya estuvo en todos los partidos, inició al estilo de antes, en el PRI, luego pasó al PRD, fue diputado por el Verde y finalmente se ligó a Morena como una carta en el equiupo de AMLO.
Dimitió dos veces a favor del hoy presidente y era parte de sus alforjas, compromisos morales que se pagan el mejor momento, pero en el de Marcelo, se hicieron añicos. El mandatario se quedó con Claudia y su antiguo aliado mayor, en el olvido.
Lo de tantos políticos que no saben jugarla: se quedó como la canción: “Pudo haber sido y no fue, frase eternizada por la canción Amar y vivir de Consulito Velázquez.
rrrart2000@hotmail.com y Facebook
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