Hoy viernes se da banderazo al tan esperado tanto por consumidores, así como el sector comercio el Buen Fin 2018. Programa que nació desde el sexenio calderonista con el apoyo de la SHCP y el sector empresarial.

Su propósito fue para mitigar el arrasador “Viernes Negro”, mejor conocido por los estadounidenses como “Black Friday”, celebrado un día después de la Acción de Gracias ya que muchos mexicanos preferían juntar dinero para irse a los Estados Unidos aprovechando los descuentos de sus tiendas y esto desplazaba un buen mercado mexicano en las ventas decembrinas.

Aprovechando este próximo fin de semana para la conmemoración del 107 aniversario de la Revolución Mexicana, para beneficiarse durante el fin de semana.

Seguramente habrá largas filas que podrían sumar una afluencia de más de 60 mil vehículos, sin contabilizar las más de veinte mil personas que ingresan por la línea peatonal.

No solamente provenientes del estado de Coahuila, sino también de Nuevo León, D.F., San Luis Potosí, Durango, Guadalajara, la misma fronteriza Tamaulipas y otras ciudades de México, lo han hecho durante años, repitiendo esta costumbre, aun con el programa mexicano Buen Fin.

Todos con el mismo fin que es el dedicarse al “shopping”, en Laredo, Texas, Mc Allen, San Antonio, La Merced y San Marcos, y otros como dicen a “macalear”, y todos como zombies, compre y compre, acompañados de la frase “tábarato” como lema.

Las largas filas de vehículos y los miles de mexicanos se esperan este fin de semana para hacer sus compras al “otro lado”. A gastar el adelanto en muchos casos de los aguinaldos o gratificación de navidad, así como la primera quincena de este noviembre, me refiero exclusivamente a los puentes que existen en la frontera de los “Laredos” o sea los de Tamaulipas y los de Texas.

La palabra “tábarato” se “acuñó” o endilgó a nosotros los mexicanos por parte de nuestros vecinos los “güeros” por las repetidas expresiones al ver las ofertas del lado americano de “mira vieja, tá-barato”, refiriéndose al artículo que se tiene a la vista y a partir de ahí desde hace años, surgió la nueva “tribu” de mexicanos de los indios “tábaratos”. Algo tendríamos que darles las gracias a nuestros “primos” los gringos.

Lástima que todo ese derrame económico quedara brincando el Río Bravo, que siempre les ha dado un gran levantón a los comerciantes estadounidenses. Podría quedar como consuelo que esos cientos de compradores buscaban artículos que no se encontraran aquí en nuestro país.

Pero productos como computadoras personales, cámaras, GPS, pantallas planas de LED, y hasta ropa, se encuentran con mejores precios aprovechando las mejores ofertas estadounidenses.

Todo esto, provocado por la cacería de contribuyentes sin incentivos, para ofrecer precio competitivo, por la carga de impuestos antes de llegar al consumidor. Aparte de ser altos y demasiados que una vez en manos del consumidor ya tiene toda esa carga recaudatoria fiscal de dinero que, aunque la eliminarán de la utilidad o ganancia al producto, queda fuera de competitividad, y aunado con la invasión de productos chinos y sin olvidar la piratería.

Ante estas compras de frenesí por los días de asueto, es una muestra más de la gobernabilidad obcecada de seguir sangrando a los mismos contribuyentes, sin hacer nuevas propuestas que estimulen la economía y ahorro para los ciudadanos creando un nuevo ícono mexicano entre los estadounidenses en donde nos conocen como los “tá-baratos”. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org