Guillermo Robles Ramírez

Los ceros de la vida

 Guillermo Robles

Bien dicen que la ociosidad es la madre de todos los vicios, pero también es la madre de hacer estupideces. Un ejemplo de ello sucedió con una estudiante de la máxima casa de estudios de Coahuila, quien se adelantó acusando a su propia universidad de estudios después de haber recibido un beneficio de una beca de estar haciendo desvíos de fondos.

No tardó la misma Universidad Autónoma de Coahuila, en emitir un comunicado oficial para explicarle a esta ociosa estudiante, su error de interpretación personal por observar su nombre en el portal de transparencia de la UAdeC.

El boletín oficial de la universidad hace mención sobre el artículo 67 en la que debe de existir testigos por cada trámite que se haga, es decir, si se hace tres o cuatro filtros según el movimiento o departamento al que pase dicha solicitud debe de existir un seguimiento más eso no significa que se sume una cantidad o se multiplique, refiriéndose en monto de dinero como sucedió en este caso.

Se puede mencionar otro ejemplo al momento de tocar el tema de dinero en la misma universidad, cuando se trata de una prestación de un servicio o compra. Primero se registra una solicitud de adquisiciones, se presenta cotizaciones, se aprueba dicha cotización, sale la orden de compra, se registra factura, pasa por el departamento de tesorería y se hace el trámite de pago, posteriormente egresos hacen el asiento contable. En este ejemplo tan burdo estamos hablando que se registro ocho veces la misma compra de producto o servicio, por un solo monto, es decir, no se multiplicó el requerimiento ocho veces.

Lo mismo puede suceder cuando te inscribes como estudiante y haces un examen de admisión en el que se puede registrar tres veces y eso no significa que el estudiante se haya inscrito muchas veces sino solo una vez.

Así sucede lo mismo con las becas y/o prestaciones que pueden tener cualquier persona que pertenezca a la comunidad de la Universidad Autónoma de Coahuila.

Hay que admirar que la Universidad Autónoma de Coahuila, se tomó la molestia de enviar un comunicado a toda la comunidad universitaria y no solo a la estudiante holgazana que en lugar de haber hecho bien las cosas en hacer una solicitud de transparencia sobre el por qué aparecía su nombre en repetidas ocasiones, su indolente actitud fue la de acusar falsamente sin antes investigar y esperar a una respuesta por la misma universidad, para no quedar exhibida por ella misma como una estúpida, por la falta de comprensión de los procedimientos y estatutos de la UAdeC, así también como lo estipulado en la Ley General de Contabilidad Gubernamental, para transparentar y armonizar la información financiera relativa a la aplicación de recursos públicos en los distintos órdenes de gobierno; en su Capítulo IV, De la información Relativa al Ejercicio Presupuestario en su Artículo 67.

Es bueno que saliera a la luz pública la falsa declaración de desvíos de recursos de la Universidad Autónoma de Coahuila, porque una vez más la máxima casa de estudios tiene la oportunidad de demostrar la transparencia y honestidad del uso y destino de los recursos estatales y federales.

También queda muy claro que las intenciones de esta boba estudiante de llamar la atención y hacerse popular aunque se exponga su limitada comprensión e interpretación, tendrá seguramente una satisfacción muy fugaz de su falsa divulgación, que a la larga tendrá su consecuencia para que las empresas tengan cuidado al contratar en un futuro a una posible egresada problemática quien tiene nombre y apellido, quien desarrollará ineficientemente su futura profesión, porque como dice la popular frase, “los dieces de la escuela son los ceros de la vida”.

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