La sepsis es invisible

Por Guillermo Robles Ramírez
Se llama sepsis y su atención en un hospital particular que cuesta y supera los 100 mil dólares, mientras que en una clínica pública su curación anda en un promedio entre los 22 a 100 dólares, dependiendo de la gravedad del paciente.

Es la causa más común en muertes en los hospitales y su incidencia anual mundial según datos publicados en el 2020 fue de 48,9 millones y 11 millones de muertes, ya que es un síndrome de anormalidades fisiológicas, patológicas y bioquímicas potencialmente mortal asociada a una infección.

Es una enfermedad que causa la muerte en alguna parte del mundo a una persona cada tres segundos y es un mal que tiene el riesgo de padecer el 46 por ciento de quienes están sometidos a hemodiálisis debido al manejo indebido en la colocación del catéter para purificar su sangre al menos tres veces a la semana ya que su uso constante puede generar infecciones.

Al menos la anterior es la información proporcionada por instituciones médicas y científicas reconocidas han señalado que dicha enfermedad es la respuesta inflamatoria descontrolada ante una infección que ocasiona fallas que ponen en peligro la vida, es decir y, en otras palabras, la sepsis es un intento fallido de los anticuerpos por curarlos de una infección, ya que la respuesta inmunológica se sale de control, ocasionando el fallo de uno o más órganos.

Antepuse en esta columna las consecuencias de una enfermedad muy desconocida, pero igual de mortal que sirvió de idea para que una doctora mexicana, Elizabeth Martínez Sánchez, creara un aparato médico para detectar a tiempo este padecimiento y ser la salvación de miles e inclusive millones de pacientes sometidos a hemodiálisis.

Se trata del Insigth Alerta, un instrumento con tiras que cambian de color al detectar bacterias, surgiendo la inquietud de crear un aparato que detectase oportunamente la sepsis a la médico y paramédica, Elizabeth Martínez Sánchez, originaria de Colima, al darse cuenta de que era un problema porque los doctores intentaban curar a ciegas y contra el reloj.

El invento de la doctora mexicana disminuye la irritación causada por la constante adhesión de la gasa a la piel, ya que el invento del médico Elizabeth consiste en una bolsa de plástico desechable que cubre los tubos del catéter por los que circula la sangre y evita un contacto directo disminuyendo la posibilidad de infecciones.

La anterior es tan solo una pequeñísima muestra de que en México también aportamos al mundo creatividades de bien común que, en la mayoría de las ocasiones por diversas circunstancias, no se difunden en los medios de comunicación, pero de que hay cerebro en México, claro que lo hay y bastante. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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