La primera ley de Newton o ley de la inercia
por Claudio Adrián Montaño Mier
“Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él.”
Mahatma Gandhi
La primera ley de Newton recita a la letra que “Todo cuerpo conserva su estado de reposo o movimiento hasta que una fuerza opuesta altere dicho estado”, esto lo sabe cualquiera de mis alumnos como resultado de la clase de física y una serie de experimentos destinados a comprobar dicha regla emitida por Sir Isaac Newton en 1665 durante su confinamiento a causa de la peste bubónica que causó el deceso de 100 mil personas en Inglaterra.
Resultaba interesante, que a pesar de haber explicado dicho principio de la mecánica clásica varias veces en clase, la cara de asombro de mis alumnos se produjera después de ver el efecto de las fuerzas en el experimento y es que cualquier buen maestro lo sabe, el alumno aprende de los que puede percibir por sí mismo, no de lo que le platicamos durante una hora.
La actual pandemia de COVID-19 representa un reto en la vida de todos, nos ha mostrado facetas de nosotros mismos que no conocíamos o que no queríamos conocer. Un mal chiste de abogados dice que aunque no tengan clientes ahorita, al finalizar la cuarentena vendría el repunte con los divorcios que este confinamiento provocaría. Y es un mal chiste pero hay algo de presagio en el; nuestros ritmos de vida tan acelerados nos impedía percibir los pequeños grandes detalles de nuestro entorno familiar inmediato.
Nos volcamos en aquello que nos podría dar algo de movilidad y distracción en nuestro encierro: las redes sociales. Y no es del todo malo, permitió tener un acercamiento emocional con otros, solidarizarnos, aprender cosas nuevas. Pero también abrió la caja de pandora y vino acompañado de uno de los jinetes del apocalipsis, el terrible “copia y pega”.
El internet representó en muchos casos un retroceso en el desarrollo del pensamiento crítico, por un lado no nos interesa escribir y por el otro se nos hace más fácil apegarnos al punto de vista de otro que expresar el propio. El pasado viernes en un noticiero de conocida cadena televisiva a nivel nacional el conductor se atrevió a contradecir las indicaciones gubernamentales, esto no tendría mayor relevancia si el auditorio no estuviera acostumbrado a hacer caso, sin reflexionar, como sucede con muchas notas en el Facebook donde nos cunde toda una gama de opinólogos, médicos, economistas y gente bien intencionada pero que no analiza a profundidad lo que lee y/o comparte, nos acostumbramos a dejarnos llevar por la inercia y sin una fuerza que nos lleve al equilibrio nos puede hacer cometer graves errores contra nuestra salud, economía o salud mental.
En el aspecto educativo, los efectos pueden ser devastadores e irreparables si lo tomamos a la ligera, la simple declaratoria de “año cursado” y “todos aprobados” no mitiga el retraso en el desarrollo de las competencias que los jóvenes deben desarrollar, sobre todo en aquellos que están por cambiar de nivel educativo de básica a media superior y de media superior a superior.
Si bien la inercia es una propiedad de la materia que puede mejorar nuestra calidad de vida, también puede tener efectos adversos en ella. Para este mes y fracción que queda de confinamiento debemos enfocarnos en encontrar el equilibrio en nuestra vida, en encontrarnos para potencializar nuestras competencias, encontrar nuevas alternativas de crecimiento y, sobre todo, valorar todo aquello que minimizamos en nuestra vida cotidiana y que hoy tanto extrañamos.
“Si dos ángeles fueran enviados desde el cielo, uno para conducir un imperio, y el otro para barrer las calles, no sentirían ninguna necesidad de cambiar de empleo porque un ángel sabría que no importa lo que hagamos, es una oportunidad para traer alegría, profundizar nuestra comprensión y expandir nuestra vida.”
Isaac Newton
1 thought on “La primera ley de Newton o ley de la inercia”
Tu escrito como siempre se me hace muy acertivo y enfocado a la realidad que estamos viviendo gracias por compartir y hacer más llevadera la cotidianidad del siglo XXI y aunado a esto confirmar lo que decía mi abuelo no te acostaras sin saber algo mas